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Número 2 - Octubre 2000
Las figuras del miedo en el niño
Susana de la Torre Reyes

El trabajo con los niños siempre se ha visto rodeado de una exquisita variedad de fantasias, de seres buenos y malos que para el infante adquieren rica importancia pues es gracias a ellos que se establecen limites que permiten dar orden y significado a un mundo lleno de goce. Sin embargo este "proceso" se inicia desde el momento mismo de la gestacion o ¿no es acaso que un pequeño organismo llega a instaurarse en un lugar harto de fantasias?. Una presencia ausente que dispara los deseos ocultos maternos y paternos, aun no se le ha mirado y ya tiene nombre, ya se sabe a que Colegio asistira, que carrera cursara y que estilo de vida tendra. Es este un alumbramiento que atrapa al cachorro como posibilidad de existencia fuera del paraiso materno, origen del cuerpo a traves de las palabras, simbiosis primigenia que abre una camino fertil en espera de la irrupcion tragica de la Ley.

Infausta ejecucion que sujeta y condena a vivir en el discurso, la renuncia obligada que es promovida y sostenida por la mirada demandante de la Madre hacia el Padre con el fin de que el producto deje de ser una apendice materna. Freud llama a ello "represion original" es quiza el tiempo de la diferencia, ordenanza que realiza el Pädre otorgandole a los hijos la armadura simbolica en busqueda de la tierra prometida. El cruzado se ve lanzado al infinito a buscar en el horizonte lo perdido en el amanecer de su historia, es esta falta estructural lo que determina la posicion que el sujeto vivira dentro del universo discursivo. Durante todo este tiempo el niño elabora diferentes "teorias" para explicar topicos que tienen que ver con la sexualidad, con la vida y la muerte, construcciones miticas que son eslabones entre la conciencia y el inconsciente. Es esta elaboracion una actividad creativa y absolutamente artesanal en la que el niño es fuente y actor.

Actuacion que abarca hasta lo que de discursivo tiene el cuerpo pues es en un sintoma donde mejor se sienten las fantasias y donde mejor se miran sus efectos.

Los Padres son los responsables de la inclusion del niño en el mundo simbolico y ser definidos en el futuro bajo parametros normalizadores dentro de una cultura cuyo principal objetivo es determinar quien cumple o no con lo requerido, alienacion que permite vivir y hacer vinculo.

Winnicott, Dolto, Lacan, Freud, Klein y Mannoni son Psicoanalistas que dirigen su trabajo a niños que sufren por el discurso y que son estigmatizados desde el inicio de sus vidas como verdaderas heridas narcisisticas de la familia, seres depositarios de lo insano, de la locura, el sintoma viviente cuya tarea es mantener a cualquier precio la estabilidad del sistema cualquiera que este sea.

Niño - fetiche, seres depositarios por su misma condicion y que son obligados a permanecer en el mutismo y trasladados a los aun mas aridos hospitales o escuelas de educacion especial con el objetivo de rehabilitarlos, ¿pero acaso se logra?. En ese ambito solo se reproduce en gran escala lo acontecido en la familia, lo que antes era solo ser o comportarse como raro ahora es diagnosticado como Esquizofrenia infantil, Autismo o algun otro desorden aun no codificado, diagnosticos medicos que han sido estudiados a traves de los siglos con el oscuro fin de dominar aquello que se aleja de la norma. Niños y adultos marginados son dominados por el excesico saber medico, obligados a callar porque se les arrebata la palabra y obtienen la condicion de desecho. Si en nuestros niños "normales" es tan rica la vida psiquica y sus manifestaciones, ¿no sera un testimonio interesante lo experimentado en un niño psicotico? . Un universo distinto, forcluido de la Ley en el que los registros lacanianos de lo simbolico, lo imaginario y lo real se reducen a este ultimo y a su tragico retorno, causa inefable en que las palabras son cosas y asi hasta la metafora mata. Es cierto que la operacion paterna es fallida pero nada mas ominoso que la presencia de los dos rostros de un mismo demonio que nos ofrece permanecer eternamente en el paraiso a cambio del silencio y del vacio. Durante este acontecer infantil se sucitan algunas perdidas y por tanto separaciones significativas y determinantes para la vida psiquica, asi que de esta manera el sujeto repetira y se enfrentara a las futuras experiencias. El niño para reducir su angustia ante la primera separacion "adopta" objetos que lo protegen de la ausencia. Objetos transicionales cargados o investidos de una gran energia pulsional, probable prehistoria del fetiche adulto. Representaciones graficas, fanntasias, objetos transicionales, temores y fobias hablan de la imagen narcicistica del niño pero tambien dan cuenta de su historicidad, de la estructura de personalidad con los que han sido marcados y hasta lo florido de su sufrir, la relacion con el cuerpo, con el discurso, con el otro y con el Otro, formas de relacionarse con la cultura y de dar cuenta de esta relacion por medio del discurso, de los sinotmas, de los ritos, de los vaciamientos o de los excesos de sentido en el sujeto, la sexualidad y la transmision generacional de los sexos. El mundo infantil se ve atravesado por un elemento que lo subyuga: el lenguaje, un lenguaje que articula su cuerpo, que lo posibilita para hacer vinculo social, para vivir en el discurso, aun cuando esta sujetacion le aporta ventajas tambien le ayuda a sufrir su relevancia, el peso del nombre propio, la erogenizacion discursiva que la Madre hace de su cachorro, la sexualidad del sujeto que esta determinada por la bilogia pero que solo adquiere operancia a traves de la palabra pues lo masculino y lo femenino se articulan por la PALABRA. En el niño se puede ver con claridad lo vital que resultan las funciones materna y paterna y mas aun lo necesario de su operatividad pues ser incluido en el orden simbolico hace que los demonios infantiles sean semblantes conjurados por el decir ya que de otra manera seran monstruos que desgarren al niño que esta indefenso ante presencias reales. Cuando la falta constitutiva falta el efecto es mutilador para el sujeto.

Bibliografia:

- Seminario # 3 : Las Psicosis. Jacques Lacan.

- El retrasado mental y su Madre. Maud Mannoni.

- Tres Ensayos de Teoria Sexual. Sigmund Freud.

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