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Número 5 - Junio 2002
El humor: un hacer con el ser
(Winnicott con Freud)
Carlos E. Tkach

El área de la experiencia cultural constituye para Winnicott una tercera vida de la que la salud humana puede disfrutar. Ubica aquí el juego, el sentido del humor y toda la cultura acumulada por la humanidad, es decir, las artes, los mitos de la historia, el pensamiento filosófico, la matemática y la religión. "En ella puede actuar el buen intelecto". 1

Se trata de un espacio potencial en el que localizará el vivir creador. El lugar en que vivimos, en el que nos encontramos cuando experimentamos el vivir. En ese espacio que intenta localizar y definir, lo que hacemos es, divertirnos. Lo precisa como "el muy refinado goce que obtiene el adulto de la vida, la belleza o el ingenio humano abstracto".2 Nace en un estado que denomina de reposo y se desarrolla allí un uso de símbolos. Iniciado en el juego se convierte en"el disfrute de la herencia cultural".3

Precisa la cualidad de este orden de satisfacciones. A diferencia de los que tienen que ver con la satisfacción instintiva y en los que es esencial el elemento orgásmico, estos fenómenos"no tienen culminación".4 Considera que los psicoanalistas destacaron el valor de la experiencia instintiva y las reacciones a la frustración pero no formularon con la misma claridad la"tremenda intensidad de las experiencias no culminatorias que se denominan juego".5

Definir y caracterizar esta experiencia es fundamental para encarar el problema de la vida misma. Está en el origen del ser, del sentir que la vida es real y es digna de ser vivida. Se trata de una zona que todos podemos habitar, al que podemos contribuir y que"podemos usar si tenemos algún lugar en que poner lo que encontremos".6

Como sabemos la creatividad está para Winnicott en el centro de esta experiencia. La define como"el hacer que surge del ser".7Ser creativo implica en una persona"existir y sentir que existe"8, no en el nivel de la conciencia sino como"base de su obrar".9 Esta actividad que permite ser y sentir que se es, la sitúa como opuesta a la reacción a estímulos. Se origina en la capacidad de crear el mundo iniciada en la experiencia infantil.

Como"el principio de realidad es un insulto"10 el niño en condiciones ambientales favorables "encontró modos de asimilar el insulto"11y le permite no quedar reducido a la sumisión y conservar en el otro extremo algo de su omnipotencia,"a través del recurso de ser creativo y de formarse su propia opinión sobre todas las cosas".12Sentirse creativo, vivir creativamente implica una lucha sin pausa para sostenerlo y no ser muerto o aniquilado por la sumisión o reacción a lo que llega del mundo. Es decir implica una conquista que debe ser permanentemente alcanzada.

El sentido del humor participa de este ámbito y de sus caracteres y es un recurso singular sobre el que deseo llamar nuestra atención.

Winnicott destaca su valor clínico en la situación analítica:"...era muy importante que en el análisis no se descuidasen ciertas cosas, como el sentido del humor".13Lo coloca del lado del juego diferenciándolo de los sueños y las fantasías. Los intercambios humorísticos en el análisis los ubica al mismo nivel que el liberarse y jugar por oposición al fantaseo.

En un niño de once años que había perdido a su padre destaca el sentido del humor, "lo cual es imp ortante como pronóstico".14El niño mostraba así su tolerancia de "la locura, de la mutilación y de lo macabro".15En el caso del niño finlandés con la sindactilia como vio que "tenía sentido del humor", le dijo "que sería difícil para un pato tocar la flauta, y esto lo divirtió".16El niño le había hablado de la música y de tocar el piano y la flauta. Aclara que hubiese sido una torpeza explicarle que estaba representando su incapacidad por medio de patos ya que era improbable que supiese lo que estaba haciendo.

En otro artículo dice que es"un alivio que un individuo pueda ponerse loco y ponerse serio, y disfrutar del alivio que brinda el sentido del humor y poder flirtear con la psicosis, por decirlo así".17Es decir, considera esta cercanía como índicadora de un individuo realmente sano.

En la medida en que la mala salud psiquiátrica las defensas son relativamente rígidas, la salud se catacteriza por la flexibilidad de la organización defensiva. Y el sentido del humor en esta línea aparece como"un espacio de maniobra en el ámbito de la organización defensiva".18Resulta particulamente interesante la relación que lo conecta con la libertad."Ese espacio, nos dice, inspira un sentimiento de libertad".19El sentido del humor queda del lado de la salud como una capacidad de maniobra, movimiento en el campo defensivo y se opone al aburrimiento de la estabilidad de la enfermedad."Es esta rigidez de la organización de la organización defensiva lo que hace que la gente se queje de la falta de libertad."20

Su forma de entender la libertad implica una dimensión que enriquece nuestra comprensión de la tercera zona y en ella el lugar del humor. Disfrutar de la vida y vivir creativamente implica la posibilidad de disponer de la libertad. Sobre los que no la tienen se cierne la constante amenaza de la angustia o el derrumbe o algún trastorno. La idea de la libertad nos agrada pero destaca que"la experiencia de la libertad es cansadora"21y nos atemoriza, lo que explica la tendencia a permitir que nos controlen, el dejarnos seducir por la idea de la esclavitud y el control, pues cada tanto las personas libres buscan aliviarse del peso de sus responsabilidades.

Sólo se disfruta de la libertad en los períodos en que no hay excitación corporal."La libertad sólo puede proporcionar una gratificación débil y escasa"22a diferencia de las ideas de crueldad y esclavitud que están asociadas a la excitación corporal y las experiencias sensuales. Precisa que la libertad es fuente de tensión para la personalidad total del individuo pues"no tiene a nadie que le dé o le niegue el permiso de hacer lo que quiera; en otras palabras, que lo salve de la tiranía de una conciencia severa".23Por ello se teme la libertad, la idea de libertad y el hecho de otorgarla."Que se le diga lo que tiene que hacer le proporciona a un hombre un gran alivio y sólo le exige mostrar veneración por el que manda".24Ser libre y sentirse libre implica ser capaz asumir la responsabilidad de sus actos y responsabilidades sin frustrarse en exceso, sin inhibir su excitación. Pues la inhibición y el desenfreno son fáciles y pueden conseguirse a bajo costo dejando la responsabilidad a un líder idealizado o a un principio.

Me interesa destacar la complejidad presente en Winnicott en su concepción de la zona tercera de la vida. Podemos acercarnos con estas ideas un poco más a lo que nos quiere indicar con experimentar la vida como real. Ese hacer que surge del ser, que implica el crear por oposición a la sumisión, y las formas de satisfacción que puede obtenerse en ese espacio, es para Winnicott también el resultado de una lucha constante. Respecto de la capacidad de maniobra y de la libertad de los seres humanos en él, nos indica también aquí su paradójica dificultad.

Winnicott destaca en Freud esta dimensión del ser humano al reseñar las cartas de éste a su novia Marta. Subraya la tendencia de Freud a encontrar un medio en el que tuviera la libertad para ser él mismo y a su manera. En ellas encuentra"el cuadro de un hombre que establece este hecho personal: Yo soy".25Y nos selecciona esta línea sugerente:"...en el fondo de mi alma soy todavía un niño; si puedo sentirme tan feliz es simplemente porque me encuentro en otro sitio y tengo otro dinero en mi bolsillo".26Aquí Winnicott halla su propio espacio en Freud. Si no lo siguió, se encontró en él. Parece haber sido esta su forma en el campo del psicoanálisis de tener un lugar en el que puso lo que encontró. Para no eclipsarse, se hizo su propia opinión y habló con su propio lenguaje.

Veamos ahora en lo que ha dicho Freud sobre el humor qué hallamos de Winnicott. Freud lo destaca entre las formas de obtener ganancias de placer derivadas de una actividad intelectual. Junto con el chiste y la comicidad permite recuperar la euforia y el estado de ánimo de nuestra infancia, una época en que el trabajo psíquico lo realizábamos con muy escaso gasto. ¨Una época, en que no conocíamos lo cómico, no éramos capaces del chiste y no necesitábamos del humor para sentirnos felices en la vida¨.27 Recordemos en Winnicott el refinado goce intelectual presente en la zona tercera.

Para Freud el humor presenta rasgos singulares. Es un medio para obtener placer a pesar de los afectos dolorosos y penosos. Ante una determinada situación, en lugar de producirse compasión, enojo, disgusto, queja, dolor, desprecio, indignación, terror, espanto o desesperación, aparece una broma. Lo que se ahorra de estos afectos se transforma en una ganancia de placer singular. Tiene una dignidad que falta en el chiste, que sólo sirve a la ganancia de placer.

Mediante el humor el Yo rehusa¨dejarse constreñir al sufrimiento¨y¨sentir las afrentas que le ocasiona la realidad¨.28Lo grandioso de él reside en el triunfo del narcisismo y en la ¨inacatabilidad del yo triunfalmente aseverada¨.29En Winnicott evoquemos la conservación de la omnipotencia en relación con el ser creativo y sustraerse en alguna medida a la sumisión que impone el principio de realidad. La conservación de la paradoja es esencial en este nivel.

Se sustrae en particular a una fuente de sufrimiento especial, según Freud. la compulsión de padecimiento que le impone el superyo. Este es un amo severo que lo somete a un vasallaje cruel y le impone someterse a sus imperativos categóricos. La actitud humorística, así la define, permite el debilitamiento de esta carga del superyo sobre el yo. Tiene un efecto emancipador y liberador. No es resignado, es opositor. Rechaza la realidad y sirve a una ilusión. Es una defensa frente a la posibilidad de sufrir pero sin perder la salud anímica. Produce un placer poco intenso, pero particularmente enaltecedor.

Destaquemos las conexiones con Winnicott en relación con la libertad de maniobra posible en el ámbito de las defensas, el disfrute de la vida y el posible disponer de la libertad. Dos posibilidades a conquistar y ganar y que tienen su precio ya que el control nos alivia del peso de las responsabilidades.

Fuera del campo del psicoanálisis he hallado dos referencias sobre el humor que enriquecen y confirman esta perspectiva.

Macedonio Fernandez, escritor argentino, define un humorismo conceptual que consiste en ¨que el Absurdo, o milagro de irracionalidad creído por un momento, libere al espíritu del hombre, por un instante, de la dogmática abrumadora de una ley universal de racionalidad¨.30Reconoce que la racionalidad posee una resonancia placentera porque parece sinónima de seguridad general de la vida, pero¨basta que se la presente como una ley universal inexorable para que sea un límite a la riqueza y posibilidad de la vida¨.31Mediante el absurdo que define como un contenido mental irrepresentable¨se produce el desbaratamiento de todos los guardianes intelectivos.

Pirandello, en su trabajo sobre el Humorismo lo refiere al desacuerdo que el sentimiento y la meditación descubren o bien entre la vida y el ideal humano o bien entre nuestras aspiraciones y nuestras debilidades y miserias. Su efecto primordial es"una especie de perplejidad entre el llanto y la risa", en el que interviene un tono de escepticismo y un modo de proceder minuciosa y maliciosamente analítico.

El humorista verdadero, para Pirandello, es no sólo poeta sino también crítico, un crítico fantástico en el sentido extravagante y caprichoso y también estético. Lo diferencia del cómico, el irónico y el satírico. El cómico se reirá y se contentará con desinflar la metáfora de nosotros mismos. El irónico provocará la mofa y la mordacidad. Y el satírico, se irritará, mostrando su desdén y aversión por la realidad. El humorista no, "a través de lo ridículo de este descubrimiento, verá el lado serio y doloroso, desmontará esta construcción, pero no para reírse de ella solamente, y en lugar de irritarse, tal vez riéndose, la compadecerá".32 Se divierte en desenmascarar las diversas simulaciones de la lucha por la vida, "no se indigna: es así!". "El humorista ve al mundo aunque no propiamente desnudo, por lo menos en camisa".33

Reencontramos en estos exquisitos autores los mismo temas: crítica a la realidad, una forma de afrontar las desiluciones de la vida, una relativización de lo absoluto y una diversión singular que se extrae de esta actitud.

La actitud humorística está lejos de ser una fórmula para la felicidad. Mucho menos es una vacuna para la vida, que no la hay. El humor se parece más a una especie de antídoto disponible que puede acompañar todas las empresas que se lleven a cabo. Para retomar los términos económicos, él mismo no nos hará ricos, pero al sostenernos frente a los infortunios, nunca nos dejará en la miseria.

El humor no es resignado, es opositor y permite mitigar el rigor de los vasallajes de los que sabe que nadie está a salvo. Este placer"poco intenso" como dice Freud, que fue definido también como"lo sublime al revés"y en el que se destacó una mezcla de vinagre y azúcar, ayuda a tomarse la vida"no tan"en serio.

Más que ayudar a saber vivir, sobre lo cual no se puede enseñar nada, Winnicott nos sugiere un camino en el hacer con el ser.

BIBLIOGRAFIA

1 D.W.Winnicott.- "El concepto de individuo sano" (1967) en "El hogar, nuestro punto de partida", Ed. Paidós, 1993.

2 D.W.Winnicott.- "El lugar en que vivimos" (1967) en "Realidad y Juego", Granica Editor, 1972.

3 D.W.Winnicott.- idem ant.

4 D.W.Winnicott.- "La ubicación de la experiencia cultural" (1967) en "Realidad y Juego", Granica Editor, 1972.

5 D.W.Winnicott.- idem ant.

6 D.W.Winnicott.- idem ant.

7 D.W.Winnicott.- "Vivir Creativamente" (1970) en "El hogar, nuestro punto de partida", Ed. Paidós, 1993.

8 D.W.Winnicott.- idem ant.

9 D.W.Winnicott.- idem ant.

10 D.W.Winnicott.- idem ant.

11 D.W.Winnicott.- idem ant.

12 D.W.Winnicott.- idem ant.

13 D.W.Winnicott.- "El juego en la situación analítica" (1954) en "Exploraciones Psicoanalíticas I", Ed. Paidós, 1991.

14 D.W.Winnicott.- "Un caso en Psiquiatría Infantil que ilustra la reacción tardía ante la pérdida" (1965) en "Exploraciones Psicoanalíticas II", Ed. Paidós, 1993

15 D.W.Winnicott.- idem ant.

16 D.W.Winnicott.- "Clínica Psicoanalítica Infantil" (1971), Ediciones Hormé, 1980.

17 D.W.Winnicott.- "Psiconeurosis en la niñez" (1971), en "Exploraciones Psicoanalíticas I", Ed. Paidós, 1991.

18 D.W.Winnicott.- "Libertad" (1969) en "El hogar, nuestro punto de partida", Ed. Paidós, 1993.

19 D.W.Winnicott.- idem ant.

20 D.W.Winnicott.- idem ant.

21 D.W.Winnicott.- "Análisis de los fines de la guerra" (1940), en "El hogar, nuestro punto de partida", Ed. Paidós, 1993.

22 D.W.Winnicott.- idem ant.

23 D.W.Winnicott.- idem ant.

24 D.W.Winnicott.- idem ant.

25 D.W.Winnicott.- "Sigmund Freud. Reseñas de ‘Letters of Sigmund Freud, 1873-1939’ " (1962), en "Exploraciones Psicoanalíticas II", Ed. Paidós, 1993.

26 D.W.Winnicott.- idem ant.

27 S. Freud.- "El chiste y su relación con el inconsciente" (1905), Obras Completas, T. III, Santiago Rueda Editor, 1952.

28 S. Freud.- "El humor" (1927). Amorrortu Editores, T. XXI, 1979.

29 S. Freud.- idem ant.

30 Macedonio Fernandez.- "Para una teoría de la Humorística" (1944). Obras Completas, Teorías, T. III, Ediciones Corregidor, 1974.

31 Macedonio Fernandez.- idem ant.

32 Luigi Pirandello.- "El Humorismo".

33 Luigi Pirandello.- "El Humorismo".

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