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Número 9 - Diciembre 2006
El sueño como elaboración de lo inconsciente
Iván Samaniego

 

"Un sueño te despierta justo en el momento en que podría soltar la verdad,
de modo que sólo nos despertamos para seguir soñando, soñando en lo real,
o para ser más exactos, en la realidad"
(1)
J. Lacan

I - EL SUEÑO Y LO REAL

Hay que remitirse a Matrix y observar en este mito científico lo que en la realidad opera como un sueño, y lo que en el sueño se percibe como real.

Es posible afirmar ante todo que el sueño le permite actuar al sujeto, fuera de las barreras o límites del cuerpo.

Los límites del cuerpo son barrados en la operación del sueño, en Matrix el sujeto hace lo imposible en la realidad, en relación a los movimientos del cuerpo y las leyes físicas que regulan estos movimientos.

Esto se traslada a la realidad a través del desarrollo tecnológico y la relación del hombre con las máquinas, el sujeto barra los límites del cuerpo, al insertarse en una máquina como significante, operando en un espacio-tiempo sin límites

Por ello la ciencia es un cúmulo de sueños, sueños diurnos que Freud llamó Fantasía y que se constituye en el motor actual de una cultura del "todo es posible".

El deseo es el motor principal del sueño, y es en función de él, que se articula una cadena y proceso que se caracteriza por cierta autonomía donde se organiza y reorganiza significantes y significados, produciéndose información inaccesible para el sujeto en estado de vigilia.

El caso de Einstein, en lo que él denomina una revelación de Dios en el sueño, es el ejemplo más evidente que nos muestra como el sueño opera: como un productor de información.

Lo que el sujeto inconsciente elaboró en el sueño es comprendido o capturado en el discurso consciente de Einstein concluyendo en un razonamiento. En esta lógica autonómica del significante, el inconsciente es productor de lo imposible durante la vigilia, en este caso la elaboración de una fórmula.

En una conferencia estructuralista Lacan afirma "El inconsciente es eso que piensa, es un pensar con palabras, con pensamientos que escapan a nuestra vigilancia, a su estado de alerta".(2)

Precisamente en el estado de Sueño tal vigilancia es prácticamente nula, y es este sujeto del inconsciente que opera para transmitir algo, algo que por ejemplo quedó latente ( por decir), y por que no, por hacer ( ejecutar ), por ello se dice que lo que quedó cortado, interrumpido, en el sueño se reestablece.

Con respecto a la relación del sueño y lo real Lacan realiza algunas acotaciones en los cuatro ( 4 ) conceptos fundamentales del Psicoanálisis:

"Si la función del sueño es permitir que se siga durmiendo, si el sueño después de todo, puede acercarse tanto a la realidad que lo provoca, ¿ No podemos a caso decir que se podría responder a esta realidad sin dejar de dormir? ; al fin y al cabo existen actividades sonámbulas ". (3)

Lo que el cuerpo en la realidad experimenta puede ser transmitido en el mensaje del sueño.

¿Qué despierta? ¿No es, a caso el sueño otra realidad? "Esa realidad que Freud describe así: "Das kinddas an seinem bette steht, que el niño esta al lado de su cama; ihn am sim fasst, la toma por un brazo y le murmura con todo reproche; und ihm vorwuresvoll zuraunt: Vater, sichstdu dennnieth, fadre, ¿Acaso no ves, das ich verbrenne, que ardo? ".(4)

Este mensaje tiene más realidad que la realidad de lo que en la habitación esta pasando al niño y pasa por estas palabras, la realidad fallida que en este famoso caso relatado por Freud, causó la muerte del niño. De este modo podríamos hablar de una realidad en el sueño que no esta tan distante de eso otro que suponemos real.

De una realidad en palabras e imágenes, pero que no alcanza en su totalidad a lo real, pues existe algo irreductible que no es representado en lo simbólico, por ello en el sueño al igual que en el discurso consciente algo se escapa.

En este juego de palabras, lo que intenta Lacan mostrarnos es de que en el sueño aparecen verdades que, en la vigilia olvidamos, de modo que el despertar significa seguir soñando.

En este trasunto entre lo que se supone real y el sueño, el inconsciente elabora. Es esta verdad que a aflora en el sueño de un padre que olvidó en la realidad a su hijo.

Por otra parte la producción de grandes ideas en el sueño nos muestra esa relación con la realidad a partir de cierta lógica, una relación en la que una combinación significante, cobra un sentido aplicable a lo real, al menos para decir que lo real como lo muestra las ciencias físicas es alterable, a partir del símbolo matemático, mostrando desde esta perspectiva la primacía del significante.

Sin embargo, cabe aclarar que al principio de su enseñanza Lacan no hace una diferencia entre realidad y real, sino posteriormente, haciendo la explicación de que lo real es eso que siempre retorna al mismo lugar, es inamovible, pero a la vez un imposible.

Lo Real solo puede ser representado, y en esta representación se elabora un discurso que es una interpretación

En otras palabras podríamos decir que si la verdad es una narración, es lo mismo decir, que la realidad es una interpretación, así lo real es eso inherente a la estructura; sobre él construimos la realidad, es sobre lo que cae un discurso, pero que siempre remite a un imposible.

 

II- LO INCONSCIENTE EN FREUD Y LACAN

Si hay algo que nos revela el inconsciente es el sueño. Por su estructura se muestra en el aparente caos de las imágenes (visibles y audibles), las operaciones lingüísticas que de igual forma funcionan en la vigilia. En una lectura cuidadosa encontraremos ciertas diferencias en lo que se entiende como inconsciente en Freud y Lacan. Para Freud el inconsciente es la consecuencia de una represión original, primaria, a partir del momento en que el sujeto tiene que renunciar a sus deseos incestuosos.

Es la represión el mecanismo que producirá un estrato en el psiquismo, donde residirán los deseos rechazados.(deseos preconscientes e inconscientes)

El encuentro del cuerpo biológico del niño y sus pulsiones, con la ley Moral, producirá este inconsciente como una especie de basurero donde ira a parar todo lo rechazado por la conciencia.

La elaboración topográfica de Freud nos muestra, la manera en que a su criterio se estructura lo que el denomina inconsciente:

En esta interacción el inconsciente será el producto de los dese os reprimidos y el yo será el organizador, controlador, el cual mantendrá una especie de equilibrio o economía psíquica.

Para Lacan el inconsciente es por esencia estructurado como un lenguaje, es un sujeto que se produce a partir de una alineación que él llama "alineación Fundante". Por ello para Lacan si el inconsciente es un sujeto, su autonomía se manifiesta en lo cortes del discurso consciente, en lo que él llama pulsaciones, las cuales aparecen de manera instantáneas e inesperadas.

Así el inconsciente en Lacan es interpretado como el producto del ingreso del individuo al orden significante, al mundo del lenguaje y no la consecuencia de deseos reprimidos.

Este inconsciente es estructural por el simple hecho de considerar que en el intervalo entre el sujeto del enunciado y el sujeto de la enunciación, hay una falta y es en esa ruptura que se produce lo inconsciente. Gira en torno a la discontinuidad, al corte, a la falla de lo consciente, pero indicado a su vez, que eso (el inconsciente) habla y funciona de manera tan elaborada como a nivel de lo consciente, el cual pierde así lo que parecía ser privilegio suyo.

Los fenómenos que para Freud son objeto de estudio (Lapsus, chistes, sueños) y a los cuales Freud designa como manifestaciones del inconsciente, son los mismos tomados por Lacan, pero con la diferencia de que para Freud los mismos tienen como motor la represión de los deseos.

De este modo desde una perspectiva freudiana el sueño tendrá como función principal la realización de deseos, mediante dos operaciones fundamentales: el desplazamiento y la condensación, los cuales permitirán evadir como dicen burlar la censura (prohibición).

Mientras Lacan aplicará conocimientos en lingüística para demostrar como opera el sueño y las leyes que lo regulan.

La Verdichtung, una condensación como lo indica Lacan: "Es una estructura de sobre imposición de los significantes donde toma su campo la metáfora y cuyo nombre por condensar en sí mismo la Dichtung, indica la connaturalidad del mecanismo a la poesía, hasta el punto de que envuelve la función propiamente tradicional de esta".(5)

Lacan simboliza dicha estructura metafórica con la siguiente formula:

f (S...S) SS (-- ) s

Por otra parte " La Verschiebung o desplazamiento, es más cerca del término alemán, ese viraje de la significación que la metonimia demuestra y que desde su aparición en Freud se presenta como el medio del inconsciente más apropiado para burlar la censura".(6)

Dicha estructura la simbolizada así:

Lacan hace una metáfora, comparación interesante de lo que para él es el sueño: Digamos que el sueño es semejante a ese juego de salón en el que hay que hacer adivinar a los espectadores un enunciado conocido o su variante, por medio de una puesta en escena muda.

Para Lacan el estudio que hace Freud confirma que el mismo sigue las leyes del significante. Vemos así que Lacan realiza una lectura estructuralista del Traumdeutung, obra freudiana la cual es cumbre para comprender como funciona el inconsciente y es en esta lectura, en esta óptica, donde emergen ciertas diferencias en la forma de concebir el inconsciente.

III - DE LAS OPERACIONES LINGÜÍSTICAS EN EL SUEÑO:

El análisis de los sueños de Freud gira en torno a la idea de que son un texto Jeroglífico, texto que el interpretador tendrá la misión de descifrar, conociendo ante todo la historia del sujeto, así como las leyes que reglan el lenguaje.

El sueño es un texto a descifrar, el cual muestra imágenes (escena muda), las cuales encadenadas indican una significación, significación que se desliza. Esta elaboración del texto del sueño muestra su retórica muda, pero en la cual se manifiesta la variedad de leyes que operan no sólo a nivel del discurso consciente, sino también inconsciente. Ya con respecto a la elaboración secundaria (la narración de lo soñado), Lacan menciona: "Elipsis y pleonasmo, hipérbaton, silepsis, regresión, repetición, aposición, tales son los desplazamientos sintácticos, metáforas, catacresis, antonomasia, alegoría, metonimia.

y sinécdoque, la condensación semántica, en las que Freud nos enseña a leer las intenciones ostentativas o demostrativas disimulatorias o persuasivas, retorcedoras o seductoras, con que el sujeto modula su discurso onírico".(7)

En este discurso onírico o elaboración secundaria como la llama Freud, el sujeto nos habla de eso que experimenta en el rebus, de eso que se muestra en su sueño, pero a expensas de todas las derivaciones, variaciones o desviaciones posibles que operan en el intervalo entre el mismo acto ( soñar ) y el acto de hablar del mismo. Se trata en toda instancia de definir la tópica del inconsciente, que según Lacán es la misma que define el algoritmo:

S
-
s

Pues el análisis del sueño no pretende darnos como resultado otra cosa que las leyes del inconsciente en su extensión más general, leyes que pertenecen al campo del lenguaje y que por tal razón nos indican como esta estructurado el inconsciente. Es importante observar como estas leyes hacen del sujeto presa, produciéndose esta dicotomía a nivel de su discurso, creando esta relación consciente – inconsciente y mostrando como bajo esta condición, lo inconsciente goza de cierta autonomía.

 

IV - SOBRE LOS SIMBOLISMOS SEXUALES Y LOS MITOS.

A partir de lo anterior retomaremos algunas de las ideas freudianas que nos permiten introducirnos en la semiótica del sueño.

Freud interpreta simbolismos del sueño y nos enseña los mecanismos que operan en la relación entre significantes (representaciones) y objetos. La imagen de un objeto evoca una palabra o viceversa. La sustitución de una palabra por otra (en el sueño), sirve para ocultar un significado. La imagen de un objeto puede implicar una doble significación, remitiendo tal imagen a otro significante.

Para Freud en estas sustituciones y combinaciones se encuentran las explicaciones a muchos sueños que tienen un contenido sexual, pero que por razones de censura están desplazados a otros contenidos.

Según Rikli la realización de deseos y el simbolismo en las fábulas sigue las leyes descubiertas en el sueño por la investigación psicoanalítica.

En la formación de los mitos se hallan los mismos mecanismos que el estudio del sueño revela. Es por esta razón que Freud nos habla del mito Edípico, a partir del cual desarrolla el Complejo de Edipo, mecanismo que opera en la relación padre – madre – hijo, y que en el mito Edípico muestra las desviaciones y desplazamientos que operan inconscientemente para ocultar un deseo latente.

Esto también nos revela como en la fábula o en la literatura el inconsciente estructurado como un lenguaje produce un texto.

Freud elabora una lista de palabras con sus respectivos sustitutos en los que se une el mismo significado. Por ejemplo: los símbolos de los genitales masculinos: cabello, abrigo, sombrero, etc. Los genitales femeninos: cajas, coches, hueco, chimenea, vivienda, madera, jardín, etc.

Muchos de estos símbolos se encuentran en los mitos, remitiéndose a símbolos sexuales. Por ejemplo: la chimenea por la que la cigüeña deja caer al niño se convierte en un símbolo femenino y el deshornillador es un símbolo fálico.

"Nuestras actuales costumbres idiomáticas conservan gran parte de los símbolos sexuales del fuego, pues hablamos del fuego del amor, de una pasión ardiente" (8). Para Freud el conocimiento de estos simbolismos le permite hacer las interpretaciones más correctas de los sueños de sus pacientes.

En nuestra cultura el conocimiento de estos simbolismos es esencial para realizar las interpretaciones adecuadas del sueño de un sujeto, pero sin dejar de obviar su historia y mitos familiares del cual proviene.

 

V- DEL DESEO NO – REALIZADO

Lacan propone que el inconsciente debe concebirse ante todo como lo no realizado en el sujeto. Desde esta perspectiva el inconsciente se estructura en función del futuro, gozando de una extraña temporalidad, la cual para Freud es inexistente pues para él, el inconsciente no conoce tiempo. A partir de esta idea podríamos sugerir que la atemporalidad del inconsciente se debe a que existen en su estructura la unicidad de los tres tiempos que en el discurso consciente se entienden como: pasado – presente - futuro. A partir del advenimiento del niño al lenguaje se inscribe la existencia de un sujeto que tendrá su propia historia. Cada momento vivido será pasado, pasado que según Freud tendrá su incidencia en el presente, pero que a la vez combinados producirá un futuro, futuro que se puede construir a partir de una fantasía.

El deseo no realizado, será suspensión, corte que de alguna manera tendrá por una vía retroactiva, función en el futuro. A través de una cierta direccionalidad y a la vez construyendo fantasías, posibilidades que recaerán en el campo de lo imaginario.

Así el sueño en este aspecto guarda relación con los deseos no realizados, una función de completud, lo que queda suspendido, encontrará solución por otras vías.

En la interpretación freudiana: la prohibición es la barrera de la suspensión, sin embargo a nuestro criterio este enfoque reductivo no es suficiente para indicar la complejidad de este fenómeno que es consecuencia inevitable del nacimiento del sujeto al lenguaje.

Por ello hacemos énfasis anteriormente en que una de las funciones del sueño es la de reestablecer lo interrumpido, que el mensaje pase. Esta función del sueño es también función homeostática equilibrante, ya que produce una especie de depuración o economía en el aparato psíquico.

Para nosotros lo no realizado se da no sólo por las vías del discurso, de lo cortado o suspendido en el discurso, sino también por las vías de la realidad y su relación con el sujeto y los límites que le impone la realidad. Esta limitación producirá las compensaciones futurísticas de los mitos modernos (como Matrix), pero a la vez abre la posibilidad, a través del discurso científico, de crear una realidad, es decir la realización de sueños. Así es evidente la conjunción ineludible entre la ciencia, el mito y los sueños, elementos todos estos que quedan operando bajo las leyes del significante.

Para Lacan el inconsciente es futuro indicando que es posibilidad, aspiración y no sólo repetición que en el enfoque freudiano tendrá mayor relevancia. Es la posibilidad de construcción de algo nuevo para si, razón por la cual tomamos de referencia el sueño de Einstein. Pero por otro lado una lectura adecuada de sus contenidos a través del sueño, permitirá liberar a un sujeto de las compulsiones o factores perturbadores que lo limitan.

De esta manera hemos mencionado dos polos opuestos, por un lado el limitante, el perturbador, el de la repetición y el síntoma; y del otro lado el creativo, ambos elaboraciones inconscientes en el sueño.

VI- LA INYECCIÓN DE IRMA Y LA HERIDA NARCISISTA

Para Freud "El sueño es un acabado fenómeno psíquico y precisamente una realización de deseos sin desmeritar la posibilidad de que otros factores se presenten como la realización de un temor, la reflexión y / o la reproducción de un recuerdo". (9) Sin embargo paralelo a estos factores, introducimos el término "Compensación narcisista" que ejerce el sueño o digamos el sujeto en el sueño para dar sentido a una realidad no aceptada o rechazada.

El narcisismo es el producto de una operación de desdoblamiento del yo (el yo como objeto, una relación dual), punto ilusorio, concentración de la carga libidinal hacia el propio yo, amor por la imagen propia, etc.

Lacan le da un importancia relativa al yo, considerándolo el producto de identificaciones, cúmulo de identificaciones, algo de por si volátil, ligero, algo que se constituye en una serie de máscaras y que pertenece al campo de lo imaginario, pero cuya finalidad es la de dar continuidad al sujeto histórico, organizar y crear una ilusión de armonía y control. Control y organización que no es posible en la Psicosis y que en el sujeto normal y neurótico tendrá una importancia relativa en dos direcciones:

El ideal del yo es ese punto referencial, punto ideal, desde el cual el sujeto se verá, como visto por el otro, lo cual le permitirá sostenerse en una situación dual satisfactoria para él desde el punto de vista del amor. Para Lacan es importante en este sentido entender la función del objeto a, que puede ser idéntico a la mirada, siendo en la hipnosis donde en un mismo lugar este objeto se superpone al punto de referencia significante ideal del yo.

La operación Narcisista en el sueño tiene una función compensatoria. En el análisis del famoso sueño de Freud "La inyección de Irma" en la narración de Freud se evidencia su frustración y desilusión por la incapacidad para terminar de manera satisfactoria el caso.

Por un lado el cuestionamiento del Otro, rol jugado por los colegas y por otro lado la insatisfacción de la propia paciente. Este fracaso, humillación afecta el yo ideal de Freud, produciéndose en el sueño la operación narcisista compensatoria..

Si es cierto que Freud analiza cuidadosamente los elementos que giran en torno a la realización de deseos en el sueño, también nos habla de venganza, agresividad, mostrada hacia uno de los colegas que lo cuestionan.

A pesar de que podríamos interpretar que lo latente se origina por la inconclusión del caso, por el corte, lo suspendido; también el fracaso y la humillación a los que son expuestos el yo narcisista de Freud, originan una nueva construcción. Por ejemplo: en el sueño Freud atribuye los dolores de Irma a factores orgánicos.

En la elaboración secundaria nos dice: "Si los dolores de Irma son de origen orgánico no me hallo obligado a curarlos. No es mi culpa. Mi tratamiento sólo suprime dolores histéricos", parece como si realmente desease hubiera un error en el diagnóstico, pues entonces no se podría reprochar fracaso alguno.(10)

En esta cita mencionan las palabras "culpa" y "fracaso" motores principales del sueño de Freud, a la vez indicando las operaciones narcisistas y lingüísticas que intervienen en el sueño.

Si un deseo no realizado es un motor primordial en la construcción onírica, la relación del sujeto con el discurso del Otro, así como las relaciones imaginarias del yo con el semejante, y las operaciones que intervienen en estas relaciones y discursos, son importantes para comprender el sentido de un sueño.

El sueño cumple bajo esta óptica una función homeostática, en la cual se establece un circuito entre el discurso consciente e inconsciente, en la que se trata de armonizar lo interrumpido o rechazado en la realidad.

Aquí la censura o prohibiciones en la que Freud hace énfasis desde perspectivas moralistas relativas a la cultura y lo sexual, sólo serán parte o una forma más de producir estos cortes o interrupciones que retornaran como lo explica Lacan, de forma transmutada, en las formas elaboradas del inconsciente como el sueño, en estas pulsaciones, en este intervalo entre abertura – cierre, en las cuales el mensaje pasará de una forma novedosa y actualizada para el sujeto.

NOTAS

  1. Lacan Jacques (1969-1970), El reverso en Psicoanálisis, Ediciones paidos, Buenos Aires- Barcelona- México, 1992. Pág. 60
  2. Richard Mackesey, Eugenio Donato, Los Lenguajes Críticos y la ciencia del hombre. Controversia estructuralista, Barral Editores, Barcelona, 1972.
  3. Lacan Jacques (1964), Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, Ediciones Paidos Buenos Aires- Barcelona- México, 1987. Pág. 66
  4. Ídem, ibíd. Pág.66
  5. Lacan Jacques, Lectura Estructuralista de Freud, Siglo XXI editores, México, 1971
  6. Ídem, ibíd. Pág.67
  7. Lacan Jacques, Lectura Estructuralista de Freud, Pág. 87
  8. Freud Sigmund, La Interpretación de los Sueños, alianza editorial, Madrid- España, 1966. Pág. 108
  9. Freud Sigmund (1899- 1900), La Interpretación de los Sueños, Obras completas, Tomo II, Editorial Biblioteca nueva, Madrid- España, 1983. Pág. 702

BIBLIOGRAFÍA ADICIONAL

Fage Jean Baptiste, Para Comprender a Lacan, Amorrortu editores, Buenos aires, 1973

Filloux Jean Claude, El Inconsciente, OikosTau S.A.- ediciones, Barcelona- España, 1972.

Freud Sigmund (1914), Introducción al Narcisismo, en Obras completas, volumen XVI, Amorrortu, Buenos Aires, 1979.

Gitaroff Gloria, Los Sueños, Longseller S.A., Buenos Aires- Argentina, 2003

Laurent , E (1993), "La identificación: Topología y tiempo". En la paradoja de la identificación. EOL. Paidos, Buenos aires, 1999.

Sófocles, Edipo Rey, Electra, Longseller, Buenos Aires- Argentina, 2004.

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