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Número 1 - Abril 2000
Patología grave y sala de juego
Mara Natalia Perez

 

Mi propuesta de trabajo es separar el eje temático que nos convoca en dos subtemas: por un lado pensar la psicopatología grave en la niñez, y por otro lado pensar las funciones terapéuticas de la sala de juego. Todo esto en un intento por articular la práctica de la que fui observadora participante en el Hospital de Psiquiatría Infanto Juvenil Tobar García durante 1999 y los textos desarrollados en la cursada de las distintas instancias de la materia Psicopatología Infanto Juvenil de Ricardo Rodulfo.

(Facultad de Psicologia .UBA/Argentina).

 

Para comenzar pondré el acento en que se trata de niños en proceso de subjetivación, es decir se trata de seres humanos aún en constitución psíquica. Desde Freud esto lo podemos pensar cuando diferencia la neurosis infantil, reconstruida en la adultez, de la neurosis en la infancia, la constitución misma (el niño observado).

En este sentido, el trabajo no va a girar en torno a un adulto enfrentado al retorno disfrazado,desfigurado, de experiencias infantiles conflictivas, sino que el acento estara’ puesto en el "niño en parte o en todo desubjetivado o en peligro de desubjetivación creciente, un niño incapacitado para tener y sostener experiencias de niño. También, a veces un niño gozado por y para las experiencias de otro, de un adulto que lo desposee. O vaciamente entregado al superyó de nadie."(1)

Por tal motivo, hablar desde el diagnóstico de "Matias" o "Nestor" por ejemplo para referirme a estos niños sería una forma de encasillarlos con rótulos que terminarían siendo iatrogénicos. El diagnóstico tiene que estar basado en el momento psíquico que el niño está atravesado y en toda una contextualización. Es decir, pensar en un modelo de aparato psíquico abierta, en permanente transformación.

Ricardo Rodulfo plantea que hay un primer momento, donde el acto de poner nombre es subjetivante, saca a alguien del anonimato, de estar mezclado indiscriminadamente con formaciones distintas. Luego hay un segundo momento en el que poner nombre tiene una función rotuladora y superyoica, en el sentido que ese nombre se vuelve un significante del superyó.Este seria el caso de alguien que queda marcado con un rótulo: "el autista", "el psicótico", etc.

"Es parte de nuestra ética el deber de recordar que hay cosas más peligrosas que la inexactitud: una de ellas es la apariencia de exactitud, la exactitud simulada".(2)

Por esto, más que hablar del cuadro clínico de "Sergio" o "Mirta" de lo que intentará este trabajo es dejar de lado la clasificación psiquiátrica y ocuparme del niño en cuanto tal.

Los niños que concurren a la Sala de Juego se caracterizan, cada uno desde su singularidad, por ser diferentes al resto de los niños que podría observar en una plaza o parque del barrio. Lo que los hace diferentes es que siendo precisamente niños, manifiestan en forma invertida casi todas las características de un niño corriente. Se podria decir que se presentan, siguiendo a Rodulfo,casi como "antiniños".

Posiblemente esto tiene que ver con las primeras sensaciones que registro desde la contratransferencia como niños fuera de la normalidad, con cierta rareza y ajenidad a lo habitual.

"Matias", mirando de reojo con cierta desconfianza a quien se le quiera acercar, apartando su mirada pero registrando todo lo que sucede a su alrededor. En apariencia tranquilo, pero apático e indiferente a establecer algun vínculo humano, por lo general, juega solo. Por esto, cuando alguien se le acerca, muestra rechazo y se aleja, dirigiéndose hacia el lado contrario.

Al decir de Tustin "se aparta de lo externo"(3). Este retiro, me hace pensar en las defensas que utiliza este niño, como protección contra el mundo exterior, sintiendo todo acercamiento como una intrusión y aumentando el rechazo.

Sus movimientos corporales, acurrucándose y retraído todo el cuerpo en cuclillas, y arrastrándose por el suelo en otro momento, no me recuerdan a la postura típica de un niño de 14 años aproximadamente.

Además, habla muy raramente y cuando lo hace, es en forma impersonal, sin implicarse en lo que dice y emitiendo palabras de manera repetitiva que son reflejo (imitación verbal-ecolalia) de frases pronunciadas por otra persona, a la manera de un estribillo: "eo, eo, eo".(4)

Todas estas características de Matias, me hacen pensar entonces y solo al modo de una hipótesis aproximada, que se trataría de un niño autista.

Diferente se presenta "Nestor", con sus rituales repetitivos de "chiripiolca". Sus movimientos corporales son, de una marcada torpeza, bruscos y mal coordinados, dándole un aspecto atontado y confuso en general. La blandura y flacidez de su tono muscular contrasta con los duros cuerpos musculosos de los niños encapsulados.

Nestor no aparta nunca su mirada, se podria decir en realidad que busca llamar la atención de quienes lo rodean. Sus juegos son siempre en compañía de otras personas. En ocasiones, va de la mano de su Acompañante Terapeutica . En una oportunidad, en la que esta le dijo que se iba a ir y lo iba a dejar solo, si no salia de la pileta donde se había metido, Nestor deja abruptamente de sonreír, como lo venia haciendo hasta ese momento. Esto me hace pensar en la experiencia desintegrativa que provoca la separación en la psicosis simbióticas o confusional, ya que al romperse esta adherencia absoluta a otro lo que aparece es una angustia masiva del tipo pánico.

Todas las manifestaciones en general de estos niños remiten a la experiencia de satisfacción negativa o desatisfacción. Y negativa en el sentido de pensar un tiempo mítico, el de la constitución del aparato psíquico, donde se inscribe la primer experiencia de satisfacción y da lugar a la libidinización del cuerpo. Podemos decir, que esto es lo que ha fallado en estos niños.

Es indispensable para la vida de cada niño que haya otro que lo libidinice. Es importante que llegue a tener un cuerpo erógeno, marcado por el deseo. De aquí la importancia que atribuye R. Rodulfo a la caricia.

"Si las cosas andan bien, el niño comienza a escribir un cuerpo erogenizado, lo cual significa una inscripción pictogramática positiva. Cuando existe algo que perturba la inscripción positiva de zonas, lo que ocurre es que se inscribe, pero en su negatividad."

Además, otra caracterizacion que podemos encontrar en estos niños es la no instalacion del proceso secundario, y en consecuencia el predominio del proceso primario, observamos entonces que estos niños se manejan en un nivel concreto, porque se trata de un tiempo muy primario.

Por ejemplo, cuando la Acompañante Terapeutica le pregunta a Mirta sobre la figura ( un animal )que sostiene en la mano, y la ayuda diciendole "mu-mu", esta niña responde, repitiendo en lo concreto la palabra dicha por la acompañante :"mu-mu".

Otro ejemplo, que además daría cuenta de una falta en el "como si" del jugar, es cuando esta misma niña quiere darle la mamadera a una muñeca presionando para introducir el pico en su boca, no pudiendo hacer "como si" estuviera adentro.

"La experiencia muestra que estos niños no pueden jugar porque no pueden fantasear, o sea que el juego es para ellos una realidad tal, que no existe distancia entre la fantasía y la realidad."(5)

Entonces, para estos niños no hay zonas erógenas constituidas, sino agujeros que hacen que el cuerpo no pueda experimentarse como unidad. El cuerpo, en cambio, aparece fragmentado, desorganizado, no pudiéndolo dominar en su totalidad. Más que de un cuerpo sería pertinente referirnos al niño como fragmentos de un cuerpo que no se termina de constituir.

Así es que Nestor cuando se hace pis encima, no se siente responsable e implicado, sino más bien ajeno. Y así Juan toma como prolongación de su cuerpo elementos externos a él, como por ejemplo cuando agarra mi mano como si fuera un instrumento mecánico para hacer algo que él no podía realizar. Al decir de Mannoní, viven en un cuerpo sin límites.

Por efecto del fracaso de dicha inscripción de la vivencia de satisfacción, aparecería en lugar de una unidad organizada, una realidad caótica que hace que Mirta, por ejemplo, tenga "seis ojos, seis narices, etc."

Los humanos tenemos un cuerpo, a diferencia del animal que es puro cuerpo y no puede distanciarse de él para tenerlo. Podríamos decir: en la dimensión humana hay un sujeto con un cuerpo, o lo que es igual, el cuerpo humano es un cuerpo subjetivado. Pero esto no es algo dado, el humano tendrá que apropiarse del cuerpo. Para que exista un cuerpo propio tendrá que "ser de alguien": de un sujeto. De esto se trata el dispositivo de la Sala de Juego, ya que el jugar es el hacer por medio del cual el niño se va humanizando, adquiere cuerpo y deseo propio.

Tomando el segundo tema que nos convoca y en relación con el niño, creo importante resaltar a la Sala de Juego como dispositivo diferente a los demás talleres terapéuticos de Hospital de Día porque, mientras en estos últimos el fin es la realización de un objeto, en la Sala de Juego el fin es otro: jugar.

Las diferentes estrategias de abordajes terapéutico tienen que ver con que el niño pueda rehistorizar algo que fue interrumpido o fracaso’ en su desarrollo. La sala de juego, junto con otras actividades terapéuticas que se realizan en el Hospital, como es el programa Cuidar-Cuidando(6) le permite al niño la posibilidad de volver a ser niño.

Porque, en general, son niños que no tienen un espacio propio, una historia, una subjetividad inscripta que les permita ser sujetos libidinizados. El objetivo de esta sala de juego es entonces que el niño deje el lugar pasivo para tomar acción mediante el juego: por medio de armar un juego en común, una actividad grupal que favorezca la comunicación y el intercambio subjetivo, y facilite también la reinserción social evitando la segregación del niño. Así la propuesta terepéutica desborda la consideración del juego como técnica.

No es el objetivo ocupar los ratos libres, ni el buen pasar del niño, repitiendo entonces el lugar de objeto al cual se trata de mantener entretenido, donde el profesional asumiría un rol activo, y el niño-paciente, el opuesto. La propuesta es crear formas propias de funcionamiento, favoreciendo y estimulando el lazo social con la familia y la comunidad. Se trata de rescatar la flexibilidad y la capacidad de inversión en el niño.

En estos niños, en tanto no hubo inscripción de su cuerpo, quedan aferrados en tanto organismo, por lo que sus movimientos se caracterizan en general por ser abúlicos, repetitivos, sin imaginación ni creación. Son cuerpos demasiado presentes, sin posibilidad de representación, de simbolización. Justamente sobre lo que intenta operar esta sala de juego es sobre la posibilidad de que el cuerpo se simbolice, se metaforice, y pasar de ser un cuerpo-cosa a intentar tenerlo y hacer uso de él.

Por ejemplo Sergio dispone de las palabras del lenguaje, pero no las puede hacer circular, es decir no hacen cadena, son más bien palabras vacías, coaguladas y sin sentido. Emite frases en bloque casi como reproducciones de un grabador, y a la manera de una ecolalia repite frases "se suicidó, se suicidó, se suicidó" o en otro momento todo lo relaciona con la "otitis".

Esto se debe a que en general son niños que hablan, algunos más raramente que otros, pero están inmersos en el orden del lenguaje, la diferencia con otros niños es por el discurso, en cómo hablan. "Si alguien puede comunicarse aunque sea por otros códigos, quiere decir que la comunicación no está perturbada"(7). Desde Lacan podemos pensarlos como sujetos parlantes. "No pueden decir que él no habla, que ustedes tengan dificultad para escucharlo, a darle alcance a lo que dicen, no impide que sean personajes más bien verborosos".(8)

Entonces, a Sergio lo que le falta no es la palabra, sino en la palabra el código del lenguaje.

Cada niño tiene su particular acceso a lo simbólico, tiene un discurso que es singular, y también un jugar que es particular.

Es que el juego y el jugar adquieren una dimensión tan singular como lo es cualquier otro tipo de discurso, porque puede posibilitar que dos personas puedan comunicarse, y además comunicar cosas, o estados de ánimo o cualquier tipo de sentimientos y emociones. Es de esta manera que cada niño pone su sello personal a la propia existencia y el juego le proporciona en gran medida poder hacerlo.

"No es una catarsis entre otras, no es una actividad más, no es una divertimento, ni se limita a una descarga fantasmática compensatoria o a una actividad regulada por las defensas, así como tampoco se lo puede reducir a una formación del inconsciente: más allá de estas parcialidades, no hay nada significativo en la estructuración de un niño que no pase por allí, de modo que es el mejor hilo para no perderse."(7)

Uno de los elementos más importantes para el diagnóstico diferencial, es si el niño puede jugar, es decir si hay armado de la escena (registro imaginario), y si esta escena tiene ficción (registro simbólico), y repetición (registro real).

Uno de los sentidos más importantes que tiene el juego es el de hacer "como si", que el niño pueda crear algo con su imaginación (representación como ilusión).

Además, se trata de una de Sala de Juego porque son niños que juegan, no en el sentido que juegan otros niños, pero si con una lógica propia a tener en cuenta. El profesional apunta en su apuesta terapéutica a que el juego se va a ir armando, ya que de entrada hay trastorno en el juego. "Cuando el juego no es posible, la labor terapéutica se orienta a llevar al paciente, de un estado en que no puede jugar a uno en que le es posible hacerlo". (9) Y esto se observa en el trabajo de las Acompañantes Terapeuticas en fomentar el juego en todo momento.

Desde Winnicott podemos pensar que el jugar es una capacidad que tiene que ver con la transicionalidad, no forma parte del yo ni del no yo. Es una actividad que ti ene que ver con la salud. Requiere de un yo que ejerza la suficiente movilidad, plasticidad para ir y venir de adentro a afuera.

"Clínicamente hablando, no existe cosa que nos preocupe más en un paciente, nada de pronóstico más sombrío, que encontrarlo incapacitado de experienciar lo que fuere como de su marca, de su experiencia, mala o buena, placentera o sufriente, sana o patógena, consciente o inconsciente, pero irreductible de sí".(1)

Destaco aquí la importancia de operar tempranamente, ya mencionada en Freud, cuando habla de la profilaxia en la infancia, y agrego que, si bien sabemos que no se puede prevenir todo lo que ocurrirá en el futuro, la intervención precoz puede ser lo suficientemente efectiva para cambiar el curso de una subjetividad.

Restaria mencionar que contextuando la Sala de Juego, en su insercion en el hospital con su pobreza de elementos y pensando además del mito familiar, en el mito institucional que la atraviesa, se puede decir que la sala parece ser el reflejo en sí de la patología grave que convoca, ya que los escasos juguetes, en desuso y de otro tiempo, y la decadente decoración infantil se contrapone con lo que uno esperaría encontrar en una sala de niños corrientes.

M. Rodulfo plantea(10) la importancia de la cultura en la determinación de las formaciones clínicas. Esto me lleva a pensar que el imaginario colectivo de nuestra sociedad, acerca de un niño con patología grave, se ve reflejado precisamente en las características antes mencionadas de la sala. "A nuestra sociedad le cuesta construir espacios para que estos niños "puedan ser", aunque diferentes".(11)

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

(1) "Serie y Suplemento". Ricardo .Rodulfo

(2) "El niño y el significante". R.Rodulfo

(3) "Estados autísticos en los niños".Frances Tustin

(4) "Esos niños a los que se llama autistas: De un imposible al otro". Maud Mannoní.

(5) "Juego-creación-ilusión". Garcia Reynoso

(6) "El Zoo-lógico espacio de resocialización". Vasen

(7) "Seminarios de Psicopatología Infanto Juvenil". Marisa Rodulfo

(8) "Conferencia de Ginebra sobre el síntoma". J.Lacan

(9) "Realidad y Juego". Winnicott

(10) "El dibujo del síntoma en la niña". Marisa Rodulfo

(11) "Una experiencia:equipo de niños atípico del Htal Evita". Carlos Tewel

(12) "Exploraciones psicosomáticas I: Psiconeurosis en la niñez". Winnicott

(13) "Psicoanálisis, institución y psicosis". Alicia Loguidice

(14) "La vivencia de satisfacción y la patología grave temprana". R.Rodulfo

(15) "El Hospital de Día: hisoria y conceptualización". Stagnaro

(16) "Tres ensayos de teoría sexual".Sigmund Freud

(17) "Diccionario de psicoanálisis". Laplanche y Pontalis

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