Ubicaremos a la fobia como manifestación subjetiva privilegiada en el tiempo de la infancia, ese tiempo de polimorfismo y deriva pulsional, de inermidad ante ciertos goces, frente a los cuales se procura una respuesta ..Respuestas en la que se cifra la chance de volverse neurótico . Y en ese recorte conviene, respetar la lógica de su enunciación, y no pretender ir demasiado lejos en su cura. Escuchar más lo que tiene para decir, que lo que podríamos decir de ella. Alojándola , si fuera posible, en el territorio de la experiencia del análisis, que no debería detenerse ante la dificultad de acompañar a un niño en el despliegue de su decir.
Una viñeta clínica
Los papás de T consultan por un episodio de terror nocturno del pequeño , que relatan de este modo: " de repente escuchamos un grito terrible en medio de la noche .Gritaba muy fuerte .Entramos al cuarto y vemos a T mirando por la ventana, muy asustado .Parecía no vernos, como si estuviera viendo algo y no lograra salir del sueño No se despertó Más tarde, cuando se despertó se quejaba de dolor de cabeza. Estos episodios se repitieron varias noches seguidas, lo que nos preocupó y nos llevó a consultar
T tiene seis años, y está haciendo primer grado . Es el mayor de tres hermanos, otro un año menor y un bebé de 3 meses. La aparición de los terrores nocturnos no se asocia a ninguna circunstancia especial. Tampoco hubo cambios de significación en el colegio, donde está cursando el primer grado Es muy buen alumno, el mejor de la clase. Han vivido unos años en Estados Unidos, cuando T tenía dos años, por cuestiones laborales del padre.
En la entrevista con T , comenta que le gusta jugar a los rangers. Los rangers buenos pelean contra los malos, y siempre ganan los buenos .Lo que me asusta es la parte en que los rangers se dividen en dos, y una parte falsa se vuelve muñeca. Cuando la parte que se hace muñeca aparece, lo que le pasa es que la hacen desaparecer, porque la hacen chiquita. Se queda quieta, se hace juguete .Eso no me gusta Porque imagino que me puede pasar a mí, que me haría chiquito, quieto, juguete
Y que te pasaría si te volvieras chiquito y juguete? le pregunto
Cuando uno se vuelve juguete y chiquito los demás lo pueden romper A veces los juguetes se rompen En ese momento se ve angustiado y pregunta cuándo vendrá a buscarlo su mamá.
Intervengo para restablecer la escena el juego y aliviar de ese modo la angustia, le comento que no ha sacado juguetes de la caja aún.
Me dice que le gusta usar juguetes con armas, pero que no le compran .Mi papá sabe hacer aviones con papel. El mismo se pone a hacer un avioncito de papel con una hoja de papel de un dibujo que le había salido mal.
¿Tenés ganas de dibujar la muñeca ranger que te da miedo, que no te gusta?
Mejor voy a dibujar un dragón. Mientras se pone a dibujar el dragón comenta. ¿Sabés que los escudos tienen dragones? Una vez, en halloween me disfracé de caballero, y usaba un escudo con un dragón que echaba fuego.
¿Para que sirven los escudos que usan los caballeros?
Para defenderse.
Claramente en la sesión T ha expresado verbalmente algo que lo representa en su encuentro con la angustia de castración, esto de convertirse en la muñeca ranger, la muñeca falsa, que se vuelve de juguete, chiquita y manipulable. Quedar en manos de otro, ser empequeñecido, feminizado, juguete, que se puede romper. Quedar expuesto, sin recursos al deseo insondable del Otro. Pregunta por el ¿qué me quiere?, que lleva al desarrollo de angustia..
Del juguete roto, pequeño, la muñeca, se pasa a la potencia del padre, a quien se le demanda juguetes con armas- es decir con falo .Juguetes que el padre a veces no compra. Pero es posible disfrazarse de caballero y tener arma, en este caso un escudo con un dragón, que echa fuego por la boca. El dragón se dibuja exitosamente en el papel, con una enorme boca de la que sale fuego. Frente al desarrollo de angustia se responde con el armado del fantasma, significación fálica mediante, ubicado en alguno de los dos lugares posibles .
¿Es esta torsión que va de la muñeca al dragón del escudo , lo que supone el pasaje de la feminización- ser el juguete, el objeto del capricho materno, volviéndose pequeño y manipulable, a la posición activa del caballero que se vale del escudo para protegerse, un movimiento que denota un saber hacer con la angustia de castración, y que encuentra tanto en el decir como en el dibujo la posibilidad simbólica para anudar lo acontecido en la pesadilla? Función bisagra del significante fóbico para construir el paso a la neurosis- el pas de barre fóbico metaforizando la función paterna, allí donde podría flaquear.
La respuesta a este interrogante supone una decisión clínica. Podríamos conjeturar que en la hora de juego lo que se escucha es un modo de responder ante la amenaza de castración por la pérdida del objeto para salvar el órgano- según la lectura que propone Freud - lo que se podría traducir por pasar de la posición de serlo al tenerlo. ¿Cómo leer el bricolage entre el decir de los padres- centrado en el relato de una pesadilla que ya a ellos mismos, navegación Internet mediante, les había generado la nominación terrores nocturnos , con el decir en la enunciación de el pequeño , que es a la vez combinatoria entre el juego y los comentarios sobre el juego?
¿Por que digo bricolage? Porque se trata de articular una diferencia de texturas en el tejido real, simbólico e imaginario en la posición de los padres y en la de T . Sin esta diferencia entraríamos en el campo de los fracasos en el corte, punto de ineficacia de la función Nombre del padre en cualquiera de sus versiones.
En el decir de los padres se revela por un lado la angustia ante esta implosión inexplicable de T, el mejor de la clase, y de los tres varones, quien menos trabajo ha dado, junto con el apuro a nominar esto que pasa para aliviar la propia angustia, de ahí el afán a investigar en la bibliografía existente esto de los terrores nocturnos, hasta que el analista de la madre propone una consulta con una analista de niños.
En cambio, en el decir del pequeño no hay un registro de lo penoso del sueño que lo despierta de noche hasta haber recibido la visita de un médico de guardia a su domicilio. Absteniéndome de preguntar, escucho lo que tiene él para decir libremente en el juego. Y lo que aparece es una respuesta imaginaria simbólica ante la emergencia de lo real incestuoso que se expresa en la pesadilla, en el episodio de terror nocturno. La respuesta se articula de este modo .Por un lado aparece su miedo al desdoblamiento siniestro del ranger, ese que de potente se vuelve muñeca frágil, pasivizada y femenina. Y ante este punto de emergencia de angustia ante el Deseo del otro, ¿ qué me quiere: fálico o castrado? La respuesta es el apelar a esa figura mítica del dragón, ese animal de cuya boca sale fuego ¿fuego que aplacaría la voracidad de la boca del cocodrilo materno? Pero la apelación supone un sostener esta figura dentro del escudo de un caballero- aquel que semblanteó en la fiesta de Halloween en aquel país donde había viajado a los dos años. Es el caballero quien lo tiene y se lo puede donar. No es sin la apelación al Nombre del padre que puede defenderse del apetito pulsional encarnado en el Deseo de la Madre. Algo de la potencia del padre real para semblantear el tenerlo viene en su auxilio por la vía identificatoria . Más allá de un superyo que le indicaría no hacer ni decir nada, sólo gritar por las noches la pesadilla, algo de la operatoria de la castración lo lleva a tener la palabra de decir que el dragón del escudo del caballero sirve para salir del apuro ante la inminencia de lo real. Lo que se escucha entonces en el pequeño, es la posibilidad de hacer nudo, de enfrentar la voracidad de la madre que lo quiere todo fálico brillante pero con esto corriendo el riesgo de volverlo su falo-muñeca-manipulable. Como Juanito dibujando y aplastando la jirafa, T construye el caballero con escudo de dragón, y con eso se restablece el juego y sale del punto de angustia.
En la próxima entrevista el juego principal estuvo en la construcción de objetos, lo que implicaba una selecci ón de cartulinas de colores , corte, empalmes y pegados. Lo interesante era que cada objeto construido parecía estar destinado a cada uno de los padres, primero hizo uno para el padre recortando rasgos que pudieran identificarlo. Luego hizo otro para la madre con el mismo criterio. El goce puesto en juego en estos cortes y suturas parecían obvios. Había esta construcción de tres, él , mamá y papá y el cuarto que era ese objeto-¿falo?, circulando entre los tres, en falta.
Armando este bricolage, decido que no conviene instalar a T en ningún tratamiento por el momento, porque se escucha un tiempo de saber hacer con la angustia, que finalmente termina escriturándose como angustia de castración. La operación de corte con el deseo de la madre, con algunos tropiezos como el caso de la irrupción de las pesadillas, está siendo lograda. Encuentro en la posición materna una implicación que se despliega en su propio análisis. Puede escuchar de hecho en las entrevistas la necesidad de reducir las exigencias de T para ser el mejor. De hecho la pesadilla lo sitúa paradojalmente como un nene más, tan inerme en algún lugar como sus hermanos menores, incluso más cerca el bebé de tres meses que todavía se la pasa llorando por las noches. En cuanto al padre, su insuficiencia al saber, expuesta en su obsesiva búsqueda de información sobre el trastorno, y su interés serio en recibir una orientación acerca del significado del trastorno y su implicación en el problema, me sostuvieron en la decisión de abstenerme de seguir interviniendo, al menos por ahora.
Podríamos pensar que la fobia al ranger desdoblado , la demanda de que le compren juguetes con armas son puntos de construcción de un significante fóbico que le asegura allí donde pudiera flaquear la nominación paterna- un padre real que podría desarmarse ante el deseo de la madre- armar un punto de relevo . Las dos caras de ranger : fálica y castrada, indican el pivote donde se juega su destino sexual. Esta operatoria dice de la eficacia del nombre del padre pero es una construcción propia en tanto que objeto y en tanto que significante.
Ahora bien, la discusión en estos casos es si el establecimiento de la fobia adquiere un estatuto diferente, en el sentido de que más que tiempo de institución subjetiva en la organización genital infantil- como es nominada por Freud- , o segundo tiempo del Edipo para Lacan , reviste una organización sintomática que inhibe al sujeto y que releva la insuficiencia del significante del nombre del padre para hacer corte con el deseo de la madre. Allí el circuito de goces, la proliferación el falo imaginario lleva a un grado de coagulación sintomática que genera inhibiciones más problemáticas y que afectan la salida exogámica y la actividad libidinal del sujeto- que gira, pivotea, por así decirlo en torno a la evitación del encuentro con el objeto fobígeno. En estos casos proponer un análisis puede ser la apuesta a que la construcción de alguna salida diferente a la mera evitación de lo temido. Y este trabajo no será sin el necesario bricolage entre el decir de los padres-apuntando a sus propias constelaciones fantasmáticas- y el del sujeto en constitución. Bricolage y no empalme, porque cuando el síntoma del niño complementa y cierra la constelación fantasmática de los padres , he ahí el problema.
De Freud a Lacan en la conceptualización del significante fóbico
En "Inhibición, síntoma y angustia" Freud trabaja la zoofobia infantil de Juanito a la luz del trípode teórico que propone en este texto. Plantea así que el miedo incomprensible al caballo sería el síntoma, la incapacidad de salir a la calle la inhibición, y la fuente de angustia el miedo a ser mordido por un caballo. Lo que propone aquí es la angustia como causa de la represión, es decir que las ideas angustiosas de ser mordido por el caballo- como en el caso del Hombre de los Lobos, ser devorado por el lobo-son sustitutos deformados de la de ser castrado por el padre ,ubicado en un lugar de rival hacia el cual se dirigiría la corriente hostil necesaria para sustituirlo frente a la madre..Esa idea es la que se reprime y retorna sustitutivamente en el miedo al caballo, con lo cual el miedo en las zoofobias es el miedo del Yo a la castración.
.La sustitución permite acotar el desarrollo de angustia a través de la evitación del objeto al que se ha desplazado la carga libidinal, volviéndose- remarca Freud-perceptible. Algo de lo "interior" de la exigencia pulsional se vuelve "exterior", perceptible, cobrando existencia espacial, a la vez que se perfila como figurable- la posibilidad de dibujarla en el papel, o encontrarla en la ilustración de un libro.
Estas observaciones clínicas freudianas le permiten incluso ir más allá de lo figurativo para abordarla como contorno de letra, tal como propone en la explicación de la fobia a la mariposa del hombre de los lobos. Recordemos que en la imagen del batido de las alas de la mariposa Freud lee el número romano V- a la vez que la apertura de las piernas femeninas en el coito- el que duplicado da una W, que relaciona al lobo con la mariposa .Por otro lado el rayado de las alas se transfiere al rayado de las peras, cuyo nombre Gruscha coincide con el de la niñera en la escena de seducción que lo tiene como objeto, y donde se le revela por vez primera la impotencia para responder a este goce.
Lacan retoma entonces estas lecturas freudianas para desplegar varias cuestiones en relación a la fobia.
En los seminarios "Las Relaciones del Objeto" y "Las formaciones del inconciente", retoma el caso Juanito y formaliza la producción del significante fóbico como sustitución de la función paterna , allí donde pudiera vacilar su función metafórica- pasaje del deseo de la Madre al Nombre del Padre- por la insuficiencia del padre real en lograr la privación de la madre- ya que es a ella a quien se le demanda la renuncia al goce devorador sobre el hijo- "no reintegrarás tu producto". Privación de la madre que será condición para que se escriture la castración en el hijo, quien pagando con la castración se podrá sustraer del goce devorador de la boca del cocodrilo materno. Castración que posibilita la emergencia de un sujeto, allí donde el corte entre el Otro y el a, produce falta en el Otro, a la vez que emergencia de un sujeto, representado por ese signifícante, el fóbico, que lo representa para el primero- dando cuenta de lo que se fue para su deseo- ese a sin el cual no habría habido apetito suficiente hacia él que garantizara su existencia. De este modo el significante fóbico sería uno de los nombres del padre.
Más tarde, en el seminario " La identificación" , Lacan propondrá la lectura del rasgo unario como letra, a partir del borramiento primordial de lo figurativo, y esto posibilita entonces la lectura a la letra del significante fóbico .Observemos que lo que Freud hace en el historial es justamente esta lectura a la letra , que es la que resuelve el enigma del sueño de los lobos. No es por la vía de apelar al a las coordenadas edípicas, sino por la vía de la reconstrucción de la serie donde se cifran las letras de la posición subjetiva en relación al deseo del Otro. Posición que soportando la nominación fóbica, logra corte entre el Sujeto y el Otro.
Finalmente, en " de Otro al otro", se retoma un caso de Fobia a las gallinas presentado por Helen Deutch, para apuntar a dos cuestiones:
a la juntura que la fobia hace con la perversión, en el punto en que la efectuación de la identificación del sujeto a la gallina, indica la remisión a una posición donde se es soporte del goce del Otro. Allí convirtiéndose en gallina se vuelve el cuerpo soporte de un acto perverso, haciéndose instrumento de ese goce.
A la fobia más que como entidad clínica, como encrucijada, como placa giratoria , punto de pasaje a las otras estructuras, la histeria o la neurosis obsesiva, en la medida en que el significante fóbico pone un límite al goce del Otro, nomina su límite, sus faltas, y sustrae al cuerpo del lugar del broche, de lo que da consistencia al goce del Otro.
Por otra parte, retomando la tesis propuesta ya en el seminario " La angustia", de que la angustia no es sin objeto, plantea que la verdadera función de la fobia es sustituir el objeto de la angustia por un significante que le produce temor .En esto habría entonces una pérdida de goce , al perforar la palabra lo real del goce, y en ese significante se puede perfilar la emergencia de un sujeto recortable del campo del Otro, restado de su goce oral, escópico, anal, invocante.
En la viñeta , la construcción de ese significante-invención de una mutación de ranger masculino a femenino- da lugar a la figuración del dragón en el escudo del caballero, figurabilidad plana del contorno del objeto dibujado sobre la hoja de papel. Hoja que en sus permutaciones topológicas podrá advenir gorro, objeto espacial, perceptible y donable. Contorno que podrá advenir letra en el tiempo en que pueda ser leída en un análisis, y donde advendrá seguramente comprobación de placa giratoria a la neurosis.
Marité Ferrari
Notas
* Artículo publicado en la Revista "Fluctuat: Pasiones y sus destinos" de invierno de 2006, en la sección ensayos, publicada por Editorial Letra Viva en julio de 2007
Referencias bibliográficas
"Las relaciones de objeto" J.Lacan- Editorial Paidós
"Las formaciones del inconciente" J. Lacan-Editorial Paidós
"La identificación"-J. Lacan- seminario inédito
"La angustia" J. Lacan-Editorial Paidós
"De un Otro al otro"-J. Lacan seminario inédito
"La organización genital infantil" S. Freud-Obras Completas- Editorial Biblioteca Nueva
"Analisis de una neurosis infantil"- S. Freud Obras Completas-Editorial Biblioteca Nueva
"Inhibición, síntoma y angustia"- S. Freud- Obras Completas-Editorial Biblioteca Nueva.
"Primera clase del seminario inconcluso "Los nombres del Padre "J. Lacan-Editorial Manatial
"El pas de barre fóbico " J.Allouch en Revista Litoral "Blasones de la fobia"
"Un caso de fobia a las gallinas" Helen Deutch- Revista Conjetural Nro 23 -Ediciones Sitio
"Fobias, la entrada a las neurosis" Mario Levin , en Revista Conjetural nro 23- Ediciones Sitio.