Unas palabras preliminaresEn la actualidad, es muy frecuente, que el niño ocupe el lugar de objeto de satisfacción pulsional de la civilización.
En el Seminario 16, -“De un Otro al otro”- Lacan, frente a las evidencias respecto de las mutaciones sociales, que perfila en tanto discursivas, articula el problema de la familia a dos maneras de desembarazarse de la falta en el Otro: “homme-elle” y “le famil”.
1.- El homme-elle: modalidad en la cual el niño es un objeto que sirve para completar el goce que falta en el Otro -es la vía del perverso que produce una certeza de goce-. Esto tiene como efecto producir un significante del Otro pleno, que no demanda por significantes –ni por amor- a nadie. Es un modo contemporáneo de hacer existir la relación sexual.
2.- Le Famil: Otro modo, que se opone al anterior, es la vía del sujeto que quiere, en cuanto a él, completarse con una familia a través del niño. En suma, es inscribirse como el Uno en el Otro.
Lacan, a modo de reverso del Nombre-del-Padre, presenta estas figuras en donde el padre no es más que un recurso para inscribirse en el Otro y para ello quiere ser “padre de familia”. Recurso que tiene su problemática pues solo encuentra un lugar de residuo que viene como nombre a recubrir el imposible de la complementariedad de los sexos, haciendo consistir la relación proporción sexual. Y, el niño, en tanto objeto es el garante de la existencia del padre.
Mariano y sus exhalaciones
Relizaré un relato clínico transcribiendo aquello que viene a decir algo de las palabras precedentes y de un posible maniobra, como analista, para que cada uno encuentre un lugar menos mortificante, en donde el “penar en demasía” pueda acotarse. También intercalaré algunas reflexiones que me orientaron y me permitieron “no retroceder”.
Mario, María y Mariano componen una familia, en donde Mariano (6años) es hijo de María (22 años), Mario (38 años), quien no tiene hijos, es pareja de María.
Primer entrevista
Mario.- Mariano tiene ADD, lo diagnosticó el Dr. XXX y está medicado, toma la medicación pero no le hace nada, patea todo, escupe, por eso con mi terapeuta decidimos que lo veo un psicólogo.
Analista.- Y qué pensás del diagnóstico?
Mario. Lo diagnosticó el Dr. X.
Analista.- Y, qué sentís respecto de lo que hace?
Mario.- Que tiene un ADD imposible de curar, es el hijo de mi mujer. Tiene ADD y no hay nada para hacer (en forma imperativa, con voz fuerte y enfática).
Reflexión:
Mario nos enseña un S1 que vuelve sobre sí mismo, que está atrapado en una posición en donde el S1 circula sobre sí mismo. Entonces, decido una táctica: cambiar de tema, para buscar la posibilidad de abrir el discurso hacia algún S2, que se formule la cadena S1-S2, y el sujeto se represente.
Analista.- Cómo te conociste con tu mujer?
Mario. – La conocí en un boliche, luego la invité, comenzamos a salir, me enamoré, es muy buena piba, un poco desordenada, pero ya va a ir adelante.
Se ha producido una apertura hacia el S2. Decido continuar preguntando con la misma intención:
Analista.- en qué tiene que ir “adelante”
Mario.- Tiene que ir adelante! (en forma imperativa, con voz fuerte y enfática).
Analista.- Quiero comprenderlos …(con voz muy baja y alternando la mirada /presencia-ausencia)… veo que vos estás muy preocupado, me vas a ayudar mucho si acompañás a tu mujer a que cuente lo que siente, y vos también podrías contar lo que sentís.Reflexión:
Se tratará de dar tiempo al sujeto para salir de la circularidad del S1. El texto de su respuesta y la pulsión invocante son los indicadores de sufrimiento, del goce implicado y de que es necesario el tiempo. Nuevamente se ha producido la circularidad del discurso. Nuevamente el sujeto desaparece? Se tratará de hacer caer la fascinación que produce la certeza (identidad de impresión) e intentar siderar al objeto invocante.
Lo que está presente es un S1, o varios significantes en posición S1, que se reiteran, en circularidad y que no se ponen en relación al S2. En estos casos el sujeto del inconsciente está suspendido en el discurso.
Si el analista otorga su presencia, lo cual implica escuchar, se abrirá la dirección “se dirige hacia nosotros”, “se dirige al Otro” y se posibilitará la posibilidad de emergencia subjetiva.
El analista decide nuevamente intentar abrir hacia un S2.
Analista.- Mario, a qué se dedica, coménteme un poco de su vida.
Mario.- Yo hago publicidad, trabajo desde casa principalmente, me lleva tiempo, pero también me deja tiempo, y por eso me dedico mucho a Mariano.
Analista.- Qué hace con Mariano?
Mario.- Jugamos a la play, tenemos muchos juegos, hacemos las compras, cocinamos, y lo ayudo mucho con las cosas del colegio. Pero, lo está arruinando todo con el ADD! (otra vez la voz imperativa-pulsión invocante).
Frente a la presentación de la pulsión invocante, se decide cambiar de tema.
Analista.- Le gusta hacer publicidad?
Responde dando una serie de explicaciones de los diversos medios de comunicación, etc. Habla bastante y lo hace con calma. Como fue una sesión extendida (80 min) directamente le digo:
Analista.- Combinamos otra entrevista? Puede ser x día a x hora?
Mario.- Perfecto.Segunda entrevista
Mario llega en horario y decidido a hablar, había preparado una puntuación de temas en unas notas y se maniobra (la transferencia) con ello.
Mario.- Me quedé pensando (pausa) hay muchas cosas que no me gusta hablar, es decir, a mí no me gusta hablar, en mi trabajo casi no se habla, se dice!!!
Analista.- Cómo es eso?..... de que “se dice”.
Mario.- Sí, una publicidad tiene que decir algo claro y que los demás obedezcan…. Y justo yo que en mi laburo logro eso, en mi casa “no”.
Analista.- En su casa “no” (pausa) Qué?
Mario. No logro hablar con claridad o no logro que me obedezcan. Mirá, traje anotado lo que me pasa, sirve?
Analista.- Contame lo que te pasa…. Quizás sin leer te acordás de más cosas (pausa)…. como quieras….
Mario.- Lo intento, pero si me angustio, dejame agarrar el papel.
Analista.- Si te angustiás me decís y vemos (pausa) te puedo ofrecer un vaso de agua o un cafecito (pausa).
Mario habla de diferentes temas, sin leer:
María:
“Conocí a María en un boliche, ella trabajaba en la barra”. “Le conseguí otro trabajo, en una empresa, pero no cumple, la tengo que despertar como a un chico”. “Ella se despabila a la noche, a esa hora es hiperquinética”. “Tiene 22 años y tuvo a Mariano de muy chica, a los 16”.
La casa:
“Hago las compras”, “dirijo a la empleada, ella sí obedece por suerte”. “En mi casa de soltero mi empleada era un desastre y mi madre no le decía nada, era yo quién tenía que ordenar que hiciera las cosas (pausa) a mi vieja no le importaba nada”.
Mariano:
“Al chico lo crío yo, no ve a su padre”, “me encargo de todo, de los deberes, de ir al colegio, de llevarlo a la piscina, al club”, “yo le hago de padre y creo que él me acepta pero cuando se le antoja hace lo que se le canta y no obedece lo más mínimo”.
Analista.- “sería conveniente que para la próxima entrevista vengas con María”
Mariano.- Con María? Ella no va a querer!
Analista.- Intentá hablar con ella, decile que yo la espero x día… y sino pasame su celu y la llamo. Mariano es su hijo, tengo que escucharla. Decile eso, que la quiero escuchar!
Mariano.- Si no la vas a mandar, como lo hizo el psiquiatra, capaz que acepta venir.Reflexión:
Aparecen varias cadenas significantes (temas) que representan al sujeto. Y, un goce escondido? Se escuchan varios textos interesantes: “a mí no me gusta hablar, en mi trabajo casi no se habla, se dice!”, “que los demás obedezcan…. Y justo yo que en mi laburo logro eso, en mi casa “no””, “no logro que me obedezcan”, “si me angustio dejame agarrar el papel”, “dirijo la empleada ella sí obedece”, “en mi casa de soltero…era yo quién tenía que ordenar…a mi vieja no le importaba nada”. “al chico lo crió yo”, “yo le hago de padre”, “si no la vas a mandar como hizo el psiquiatra”, “La tengo que despertar como a un chico”. “Ella se despabila a la noche, a esa hora es hiperquinética”, desordenada como mi mamá”, “si no la vas a mandar”, etc.
Estos textos, ¿son los S1 que se le imponen? Con los cuales él encara la vida y trata de imponerse a otros? En esa imposición a los otros de sus imperativos, ¿reduce a los otros a un objeto? (objeto que obedece).
Lo que es evidente es que Mario sufre! Y el analista decide no retroceder.
Tercer entrevista.
La pareja
Concurren Mario y María. Ella inicia la entrevista.
María.- Soy mala madre, soy la culpable. Qué querés que haga con el nene? Decime y veo si puedo, porque yo no puedo con el nene, pero vos decime algo, dame unos tips!
Analista.- Tengo que saber algunas cosas tuyas antes de poder decirte algo.
María.- Pero el psiquiatra me dio consignas respecto del ADD!
Analista. Yo trabajo diferente. Me gustaría comprenderte primero a vos, a Mario, y…… Contame un poco de tu vida, lo que quieras.
María.- No hay nada que comprender, Mario dice que soy un desastre y tiene razón, lo soy. … pero a él le gusto así, me conoció peor…… (pausa) De adolescente, en el secundario me comencé a drogar, marihuana y algunas pastillas y cuando salía chupaba mucho, dejé el colegio (pausa)……después de que nació Mariano terminé el secundario en un nocturno más que nada porque me quería rajar de casa y conseguí el trabajo en el boliche.
Habla sobre el boliche, la droga, los “tipos”, el sexo
“ahí sí que cogí a gusto”
Mario interrumpe:
Mario.- Bueno, si le contás todo eso a la doctora, no va a escucharte!
Analista.- ambos me tienen que contar todo lo que puedan, se trata de Uds. y de Mariano!!! Yo necesito comprenderlos a los tres!
Analista.- Seguimos conversando el …… aceptan rápidamente (les doy solo una alternativa).
Reflexión:
En ambos hay exceso de sufrimiento o mal de sobra como dice Lacan en el Seminario 11.
Aparecen los principales S1 que mortifican a María, “soy mala madre, soy la culpable” .
Pero también algo de su goce, que la patentiza como un sujeto tomado por lo pulsional: “de adolescente comencé a drogar” (inicio de objetos tapón?), “a él le gusto así”, “ahí sí cogí a gusto”. A quién va dirigido este texto? Se tratará de pensar que esos S1 homologan con “a”: S1/a? Se podrá pensar como una salida a la angustia?
Cómo escuchar: “me quería ir de casa”. Hay un hijo desechado? Quién? Ella? Su hijo? Ambos?
Es importante escuchar el momento de interrupción de Mario, sus juicios, su tono imperativo y la aparición de la pulsión invocante. Podrá tolerar lo que escucha? (algo lo lleva a la interrupción).
El analista ocupa su semblante de Gran Otro tachado que está ahí para escuchar, comprender (se trata de comprender la lógica de la posición subjetiva y la gramática pulsional en juego).
Se podrán pensar los semblantes de la función del analista en tanto que: presencia, secretario, destinatario de goce, garante?
Cuarta entrevista
Hablan alternativamente Mario y María, hablan diversos temas, no se contradicen, se esperan uno al otro para hablar.
María
Sobre el embarazo:
“a los 15 años, de un compañero del colegio, lo tuve a los 16”. “Mi mamá quiso que continuara el embarazo y me prometió que ella lo cuidaría pero cuando nació Mario ‘la mamá’ se fue con otro hombre y “me dejó sola viviendo con mi padre”.
Sobre su hijo;
“Según los médicos pediatras que era obligatorio ir, yo tenía rechazo al niño”, “me lo crió mi papá”.
Sobre ella:
“Comencé a trabajar y me emborrachaba mucho, y dormía durante el día, por eso mi papá lo cuidaba porque yo me daba con todo y me importaba poco y nada todo” ,“me acostaba con quien fuera, ahí sí que cogí”. “dejé de ser la boluda que en la primer cogida queda embarazada, además ahora sé que hay la pastilla del día después”, “yo siempre me llevé muy mal con mi padre”, “extraño a mi mamá pero la entiendo, mi padre es alguien para dejar”.
Mario.- “no hace falta que cuentes eso! Ve que no puede hablar del hijo” (interrumpe con su voz en alto)
Analista.- “Quiero comprenderlos, vos estás muy preocupado, me vas a ayudar mucho si la acompañás a que pueda contar lo que siente, y vos también podrías contar lo que sentís”.
Mario.- “Perdón, me pone muy mal que no hable de nuestro hijo y que no hable de que yo me ocupo del nene”.
María.- “No puedo, me entristece! Es una historia triste (pausa) , el papá del nene no le dio el apellido, se lo dio mi padre, pero me reprocha siempre que se lo dio para que no sea bastardo. (Llora)
Analista.- Esto les angustia mucho, voy a buscar unos vasos de agua.
Reflexión:
Siempre un texto muestra que habla un sujeto. Por lo que escucho, considero que están tomados, de diversos modos, por una lógica pulsional muy mortificante. María acepta las sentencias sobre ella, del padre, de Mario, del médico, acepta que el padre biológico no otorgue el apellido (compañero?), justifica los motivos de la madre para no colaborar con la crianza de Mariano. También acepta los dichos sobre Mariano: “para que no sea un bastardo”.
Hay muchas observaciones que se pueden realizar sobre el texto, entre ellas se destacan:
- Todos los excesos de María funcionarán como salida a la angustia? y le permiten encontrar otra posición para el ‘ser”? “dejé de ser boluda” aunque sea bajo el costo “me acostaba con quién fuera”.
- Cómo pensar la ubicación de Mariano? Qué lugar ocupa en la ecuación fálica de María? Es un niño ”bastardo” pero “me lo crió mi papá” (que le dio el apellido al igual que a ella). Mariano es un niño entregado al padre (dejamos abierta la interrogación respecto quién puede ocupar ese lugar), y él los convierte en “desechos”. Cuál será el goce de María? - Haberle hecho un hijo al padre? - Hacerle imposible la vida al padre? Venga a su madre? –Se cobra con el padre el abandono de la madre? O, se venga de su madre? No es el analista quién pueda saber. Habrá que lograr un lugar para que el sujeto hable y construya su lugar.
- Un modo de María de identificarse con su madre es salir a trabajar a un boliche y así también dejar a los hombres-padres y conocer otros hombres?
- Las interrupciones de Mario siguen siendo una mostración de juicios imperativos y pulsión invocante.
- El analista intenta establecer alguna diferencia en la gramática pulsional por ello utiliza, en algunos momentos, una voz muy baja, alternando la mirada al estilo presencia-ausencia.
- Frente al analista colocado como Gran Otro tachado, Mario y María tienen lugar para la angustia, y surge el sujeto dividido por su castración (cada uno con su estilo) En ese momento, podemos pensar que hubo giro de discurso, o sea, hay efecto (no es poco!) y quizás que el analista pudo ocupar el lugar de semblante de “a” como condensador de goce, a quién Mario le dirige sus gritos y María su llanto.
- Respecto de Mario: se tratará del deseo de ser padre o de resguardar su propia existencia?
- María rompe los ideales de Mario?
Se decide dejar todas estas interrogaciones y reflexiones en suspenso. Se tratará de acoger a personas que sufren, que están tomadas por un goce pulsional en exceso y la dirección de la cura, si es posible una en este caso, irá dirigida hacia los efectos de la demanda.
Quinta entrevista
Mariano viene acompañado con María y Mario. A ambos les dice papá y mamá. Se sienta cerca de Mario, pero inmediatamente se para, se tira pedos, eructa, escupe, se mete los dedos en la nariz, se rasca los genitales. Huele a sucio.
“vengo a jugar con vos, ya me explicaron (pausa) no se qué mierda te tengo que decir mientras juego, yo no quiero venir” (pedos, eructos y escupidas).
Mario: Mariano tenés que limpiar el suelo con la lengua
Analista.- lo está estampando, va a quedar estampado.
Mariano. Mirando una estantería con objetos, pregunta: de quién son?
Analista. Están estampadas (sonrío, aprovechando que el niño se refería a unos jarrones estampados)
Los vuelvo a citar a los tres.
Reflexión:
Es absolutamente obvio que Mariano se ocupa de realizar el máximo efecto de mostración, un “reality show” y a través de todas las exhalaciones del cuerpo, de sus objetos desprendidos del cuerpo, expresa su dicho, su texto. “Las pulsiones son el eco en el cuerpo del hecho de que hay un decir" (Lacan, Seminario 23). Y podríamos interrogarnos ¿a quién va dirigido? Entiendo los “quehaceres” de Mariano como su modo de solicitar un lugar de sujeto para Otro.
La intervención de Mario “tenés que limpiar el suelo con la lengua” , deberemos escucharla como un S1 imperativo de goce (pulsión invocante) sobre el niño?
La intervención del analista “lo está estampando, va a quedar estampado” tuvo como objetivo reducir el imperativo, equivocándolo, sin decir que no.
Sexta entrevista
La entrevista se inicia con la analista preguntando a Mariano.
Analista.- Cómo fue el fin de semana?
Mariano. “bien, fui al club (pausa) muy mierda, estos dos se pelean porque yo no hago los deberes”.
Analista.- “me parece muy importante lo que decís” (pausa) , “yo me voy a ocupar de escuchar a tus padres, y vos vas a ir a hablar de lo que quieras con una amiga mía”.
Mariano acepta. Luego, miro a Mario y María, y les otorgo los datos de la analista para Mariano y aceptan, expresando:
Mario.- tenemos mucho por hablar.
María. - sí, ambos tenemos mucho que hablar de nosotros y de cada uno.
Se los cita para una nueva entrevista,
Reflexión:
Nombrarlos en tanto que “padres” y proponerles trabajar juntos fue una maniobra que apuntó a cortar el plus de goce del María (dejando a su hijo sin saber ubicar un padre) y trabajar sobre los sufrimientos de ambos, con sus goces, con el objetivo de que puedan lograr una gramática pulsional más confortable frente a la vida y que no implique al niño como síntoma.
A posteriori
Volvemos a preguntarnos: ¿cómo concebir las nuevas formas de la parentalidad? Este deseo de ser padre, en la contemporaneidad, funciona como “père-version cautiva”’, deshaciendo todas las identificaciones posibles hombre/mujer, donde los nombres de “padre” y de “madre” pueden ser dados a todos en tanto nombre y no funciones. De allí su carácter subversivo.
El problema de la vida contemporánea es que no es fácil estabilizar el empuje de la satisfacción pulsional, y cada sujeto queda expuesto a la contingencia del encuentro del partenaire que lo define.
La omnipresencia del Otro en el discurso capitalista - en donde el padre afectado por la castración que hace a la ley que transmite es sustituido por el amo multinacional omnipotente - produce una variación en la constitución de la realidad psíquica, que el síntoma contemporáneo viene a revelar brutalmente: el sujeto quiere ser representado, quiere hacerse escuchar, aunque sea al precio de hacerse un lugar en lo real.
Ser padre es un acto que tiene consecuencias. La filiación contemporánea remite a una producción: el niño.
La apuesta psicoanalítica consiste en producir la maniobra posible respecto de los efectos de estas transformaciones y situar las redistribuciones de goce a las cuales asistimos. Se introduce así la dimensión de lo real y el costado por donde el inconsciente se encuentra ligado a él. Hay una referencia directa del inconsciente al cuerpo que convoca al analista a operar sobre la economía libidinal para dilucidar el misterio del cuerpo que habla.
He aquí el desafío de los próximos años.Buenos Aires, 29 de Octubre de 2017.-