Hace un tiempo hice referencia a las murallas de la experiencia – así habla Lacan en el Seminario XII - y destaqué que cuando Agamben decía que el hombre contemporáneo fue privado de la experiencia, nosotros tenemos la fortuna de dar cuenta de la experiencia, la que nos provee por estar en el discurso del psicoanálisis y por sostener la experiencia del pase. Considero la transmisión como la posibilidad de hacer diferencia con lo ya trabajado, y este recorrido que voy a hacer me hace diferencia con lo mucho que trabajé en torno de la infancia.
Les non dupes errent , los nombres del padre por homofonía, despliega entre muchas cosas las formas lógicas que toma el amor de transferencia.
De este título complejo, del cual tomo sólo dos cuestiones, la dupe, pájaro que se deja atrapar con facilidad, aturdido, atolondrado, ingenuo. La otra es errrent, que que hace equivoco entre el errar, vagar; y error. Me he preguntado cuán grande fue el extravío o el error del psicoanálisis en torno de la clínica de la infancia. ¿Como se pueden producir dupes del saber inconsciente, qué tiene que ver esto con el niño en análisis? ¿Cómo se piensa la relación saber – verdad – goce si en principio se trata de una demanda de terceros? ¿Qué peso tiene el relato de los padres en lo que se produce en el análisis de un niño?
Una niña que bordea situaciones de riesgo con su cuerpo pero con singular relación al inconsciente, se presenta con una inquietud en el cuerpo que se manifiesta en continuos movimientos y autoestimulaciones reiteradas. Sin embargo se viene escuchando a una dupe que le permite producir un sujeto. Me dice que ha soñado que se subía al borde del balcón y desde ahí volaba como un planeador. Escucho este sueño y no puedo dejar de pensar en la tragedia familiar donde hubo no hace mucho un suicidio de alguien que se tiro desde un balcón. En el relato de los padres para la niña este familiar se había enfermado y había muerto.
Planeador, le pregunto, sí esos que saben volar así, me hace gesto con los brazos: planeaba, planeaba, sí, volaba desde el balcón y no me caía. Destaco el verbo.
Le digo impactada por el sueño donde se confirma este inconsciente como trans individual, que retorna aquí en este Seminario pero que se gesta en Función y Campo.
Le digo que es distinto planear desde un balcón que planear cómo uno quiere volar: en planeador o en avión, helicóptero, etc. Entendí, me contesta, planeador/planear. Te entiendo perfectamente, me lo dice con una gran sonrisa. Y se repite planeador/planear nuevamente, se ríe. La risa. Tal como Freud nos enseña ¿nos muestra alguna suerte de cancelación de la energía de investidura al producirse la representación prohibida? ¿Da cuenta de la división del sujeto en ese juego con el verbo planeaba, planeaba? ¿Lo que se llamó ayer sanción significante? Sesiones siguientes su inquietud física disminuye y empieza a construir edificios con pileta, buenos balcones interconectados y me pide que los guarde sin romperlos de sesión a sesión.
La referencia de Lacan al texto de Freud Sueño y ocultismo (conferencia 30) aparece de la clase segunda del Seminario Les non dupes errent no está desconectada del ejemplo dado.
A diferencia de Freud, ya que este sitúa los fenómenos telepáticos que pueden aparecer en el sueño como efecto de restos diurnos, Lacan afirma que dichos fenómenos siempre conciernen a una persona a quien se aprecia, por quien se tiene interés. A quien se ama. No hay cosa mas concebible que tener con una persona a quien se ama relaciones inconscientes. ¿Sería ésta una nueva manera de pensar lo referido al SSS? Pareciera que la eficacia de la intervención en este caso produce un decir en cuanto acontecimiento que instituye un antes y un después en la posición de la paciente. Vale decir hay analizante, aun tratándose de un niño, y por ende hay analista, éste tiene un lugar por el amor de transferencia ocupando la mitad del síntoma. Sin embargo Freud no contradice del todo a Lacan, citando el trabajo de Dorothy Burlingham.
La madre sueña con una joya de oro y el niño de 10 años ese día le trae a su habitación una joya de oro pidiendo que se la quede. Pero Freud no puede darle a esto una vuelta. Madre y niño están en análisis.
Aquí la comunicación de inconsciente a inconsciente se escucha en el niño ubicado en el Deseo del Otro y recordamos como allí hay un malentendido que lo precede en el farfullar de los antepasados. Lacan trata este tema en el Seminario Disolución.
Si uno se pregunta cual es el estatuto del cuerpo, el cuerpo no hace su aparición en lo real si no es como malentendido. Esto me remitió a lo trabajado por Norberto Ferreyra en relación a lalangue, es aquello de la lengua con lo cual se hace el cuerpo. El cuerpo es el fruto de un linaje y buena parte de las gracias/desgracias de las que padecemos se deben a que ya se nadaba en este malentendido. Esto, ¿forma parte del legado de los antepasados de ese ruido que nos precede? Allí reside el campo de la langue, o sea el cuerpo necesario para poder hablar con el cuerpo. Allí se sostiene el concepto de inconsciente o sea del malentendido que echa raíces allí.
No hay otro trauma que nacer como nacer como deseado o no, que se proviene de dos que no hablan la misma lengua, que no se escuchan hablar, que no se entienden aunque se conjuren para la reproducción. Y entonces en este Seminario Les nos dupes errent ubica al niño como un doble incauto de la estructura que lo precede y se torna incauto en la transferencia si hay un analista que a su vez se pueda hacer incauto de la estructura, que lo posibilite, no obturando con su saber previo lo que produzca el analizante.
Sorprende también en estas clases la referencia a la Pedagogía de Kant. Allí, contundentemente, y en medio de todo el trabajo que va haciendo con la clínica nodal, refiere a Kant diciendo que el niño debe aprender algo para que el nudo se haga bien. Aprender o aprehender?, me pregunto. Me respondo rápidamente: con el incorporar, creo que de eso se trata para hacer legibles las marcas primeras a través de lo que el segundo significante S2 le provea con intervalo y que no quede holofraseada la relación entre S1 y S2.
Kant está muy inspirado y es muy diferente a la vez de todo el legado de Rousseau, especialmente leyendo cuidadosamente el Emilio, tema que trabajó exhaustivamente Anabel Salafia en su seminario de 2015. De Rousseau, sólo una breve cita del Emilio que da cuenta de su compleja relación con el Otro sin tachar constitutivo en la infancia:
Los pensamientos más brillantes pueden estar en el cerebro de los niños, o mejor, que los dichos más agudos salidos por la boca de un niño, al igual que los diamantes de más valor puestos en sus manos no son suyos a pesar de tenerlos, puesto que en esta edad no hay propiedad verdadera de ninguna especie.
El niño debe aprender algo para que el nudo se haga bien, para que no sea no incauto dice Lacan, es decir, sea incauto de lo posible. Sabemos que lo posible signa el universal en las fórmulas de la sexuación. Ser dos veces incautos, así dice Lacan, ¿esta también aludiendo a su relación con la función fálica y también a que ocupe el lugar de objeto como causa de deseo?
Kant tiene una actualidad notable, parece haber ya vislumbrado nuestro mundo tomado por el discurso capitalista. Dice: “los padres se preocupan que los niños prosperen en el mundo”, y segundo: “los príncipes no consideran a sus súbditos mas que como instrumentos de sus deseos”.
Pero Lacan destaca la importancia de Kant para los débiles, y dice que hay mas aprendizaje en él que lo mucho que ha dicho Maud Mannoni acerca del tema, sólo una frase de ese extenso apartado referido a la discapacidad: un hombre es tanto menos libre e independiente cuanto mas hábitos tiene. El adiestramiento de los discapacitados para convertirlos en robots está a la orden del día. Me parece que Facundo Manes y Kant no se hubieran llevado bien.
Estimamos entonces que la libertad que atañe un sujeto a advenir está destacada para facilitar este buen anudamiento en pos de un decir menos tonto en la ética del buen decir que es patrimonio de la infancia.
Para finalizar Lacan hace una referencia a la importancia de la nominación vía la voz de la madre. El Otro se , encarna la voz. La madre habla, bien sabemos que habla. El lugar de la madre – está traducido así por Osvaldo Arribas – amoneda con su voz la marca de hierro con que la palabra se transmite. Da valor a ese nombre nom por un non que dice el padre, lo que nos introduce en el fundamento de la negación. El Nombre del Padre es no a nivel del decir, pero se amoneda, toma valor en la voz de la madre en ese decir no a un numero de prohibiciones. Lacan aquí le da un valor singular a la madre, en este nombrar podría bastar por sí sola para designar el proyecto del niño para efectuar su trazado para indicar su camino.
Retornando a Kant nuevamente, el niño al cual Kant se dirige en su Pedagogía no esta librado a su suerte en su naturaleza como el Emilio, muy complicadamente ubicado en relación al sexo y a la muerte. Al niño al cual Kant se refiere, lo atraviesa la Ley que garantiza un Otro tachado y que da cuenta de su temprana inscripción como sujeto sexuado.