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Número 15 - Noviembre 2022
De la palabra freudiana al significante lacaniano
Lautaro Ranieri

Las palabras se apropian
De las cosas que ves
Pero no son las cosas
¿Me entendés?
Son aproximaciones
Son poesía quizás…”
( Las palabras” - Ella es tan cargosa)

“No hay duda de que estos efectos -
donde el psicoanalista coincide con el tipo de héroe moderno que ilustran hazañas irrisorias en una situación de extravío -
podrían ser corregidos por una justa vuelta al estudio en el que el psicoanalista debería ser maestro, el de las funciones de la palabra.”
(Lacan 1953, Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanalisis, Pag. 237)

La palabra freudiana

En el texto tratamiento psíquico (tratamiento del alma)” (1890) Freud interroga los progresos en la medicina de la época. Remarcando que han ahondado en el edificio del organismo (unidades microscópicas, células.), en  comprender en términos de física y de química cada uno de los desempeños vitales (funciones) y a distinguir aquellas alteraciones visible y aprehensibles en las partes del cuerpo que son consecuencia de los diversos procesos patológicos, así también han presentado grandes avances en el descubrimiento de microorganismos que provocaban enfermedades, y han reducido los peligros de las operaciones quirúrgicas. No obstante,  Freud señala allí que todos estos descubrimientos concernían principalmente a lo corporal, que los médicos de la época habían situado su interés en lo corporal y no se habían detenido en interrogar la vida anímica ni el nexo que esta tenía con lo corporal.  En este contexto, define un tratamiento psíquico no como un tratamiento del alma, sino como un tratamiento desde el alma” e interroga los recursos que de manera primaria influyen sobre lo anímico del hombre.

Un recurso de esta índole es sobre todo la palabra, y las palabras son, en efecto, el instrumento esencial del tratamiento anímico. El lego hallará difícil concebir que unas perturbaciones patológicas del cuerpo y del alma puedan eliminarse mediante meras” palabras del médico. Pensará que se lo está alentando a creer en ensalmos. Y no andará tan equivocado, las palabras de nuestro hablar cotidiano no son otra cosa que unos ensalmos desvaídos. Pero será preciso emprender un largo rodeo para hacer comprensible el modo en que la ciencia consigue devolver a la palabra una parte, siquiera, de su prístino poder ensalmador.” (Freud, 1890, Pag. 115)

Los ensalmos son conjuntos de oraciones que los curanderos o sacerdotes utilizaban para sanar a los enfermos. Freud nos recuerda de esta manera el poder sugestivo de la palabra, mostrando a su vez la vertiente transferencial que en este texto todavía no hacía mención, sino solamente mencionando la confianza y la credulidad que el paciente tiene en relación a la palabra del médico.
Posteriormente agrega:

Ahora empezamos a comprender el ensalmo” de las palabras. Las palabras son, sin duda, los principales mediadores del influjo que un hombre pretende ejercer sobre los otros, las palabras son buenos medios para provocar alteraciones anímicas en aquel a quien van dirigidas y por eso ya no suena enigmático aseverar que el ensalmo de la palabra puede eliminar fenómenos patológicos, tanto más aquellos que, a su vez, tienen su raíz en estados anímicos.” (Freud, 1890, Pag. 123, 124)

Haciendo, de esta manera, un llamado a los médicos, a volver a valorar la palabra como recurso del tratamiento anímico, y decimos volver ya que con anterioridad en la medicina se utilizaba el influjo sugestivo de la palabra.

Años después, en las conferencias de introducción al psicoanálisis (1915 - 1916), vuelve a cuestionar la formación médica y su pasión por lo que se conoce como la clínica de la mirada. Formación que, a su vez, servirá de obstáculo a la formaciónn psicoanalítica. Recuerda que están habituados a ver”, ya sea preparados anatómicos, precipitado en la reacción química o la contracción del músculo como resultado de la estimulación de sus nervios. Ejemplifica la presentación de enfermos, practica heredada de la psiquiatría, donde da a ver con sus muecas, sus modos de decir, las conductas alteradas de los enfermos”. Ubicando al profesor de medicina como un guía en el museo de las patologías, teniendo un contacto inmediato con los objetos.

No tarda en situar que por desdicha en el psicoanálisis todo es diverso. En el tratamiento analítico no ocurre otra cosa que un intercambio de palabras entre el analizado y el médico. El paciente habla, cuenta sus vivencias pasadas y sus impresiones presentes, se queja, confiesa sus deseos y sus mociones afectivas (…).” (Freud, 1916, Pag. 14, 15)

Acentuando una vez mas, que la palabra del paciente es una palabra dirigida, en transferencia, involucrando en este intercambio de palabras al medico/analista con su escucha y su interpretación.

Las palabras fueron originariamente ensalmos, y la palabra conserva todavía hoy mucho de su antiguo poder ensalmador. Mediante palabras puede un hombre hacer dichoso a otro o empujarlo a la desesperacion; mediante palabras el orador arrebata a la asamblea y determina sus juicios y sus resoluciones. Palabras despiertan sentimientos y son el medio universal con que los hombres se influyen unos a otros. Por eso, no despreciemos el empleo de las palabras en la psicoterapia y démonos por satisfechos si podemos ser oyentes de las palabras que se intercambian entre el analista y su paciente.” (Freud, 1916, Pag. 15)

De esta manera, intenta reorientar a los médicos interesados por el psicoanálisis a abandonar su formación previa determinada por la enseñanza de buscar el fundamento anatómico para las funciones del organismo y sus perturbaciones, y dirigir su interés en la vida psíquica. Volviéndose familiar al pensamiento psicológico y no abandonarlo a los legos, a los poetas, a los filósofos de la naturaleza y a los místicos. Referencia interesante de situar por el interés en dichas disciplinas que muestra en sus distintos seminarios Jacques Lacan.

En las conferencias sobre los actos fallidos, Freud insiste con detenerse allí en la escoria del mundo de los fenómenos”, es decir, en esos sucesos inaparentes que las otras ciencias arrojan al costado por ser demasiado ínfimos o pequeños. Georg C. Lichtenberg en sus aforismos decía se debería investigar con mas frecuencia aquello que generalmente es olvidado por los hombres, aquello que no miran y suponen ya tan conocido que no lo consideran digno de investigación alguna.” (Lichtenberg, 1902, Pag 38) Freud ha hecho de esto el fundamento de su practica y de su investigación.
En estas conferencias se interesa por el trastabarse, el desliz en el habla, interroga sobre el sentido, el propósito que estas operaciones fallidas tienen para un sujeto, siguiendo las influencias acústicas, la semejanzas y las asociaciones usuales de las palabras. Por tal motivo nos aclara una vez mas que (…) no nos asombraría que el poeta nos enseñara sobre el trastabarse mas que el filólogo y el psiquiatra” (Freud, 1916, Pag. 33)

En el chiste y su relación con el inconsciente” insiste que lo infantil es la fuente de lo inconsciente y que el pensamiento que a los fines de la formación del chiste se zambulle en lo inconsciente solo busca allí el viejo almácigo que antaño fue el solar del juego con palabras.” (Freud, 1905, Pag 163) el afán del chiste por ganar el antiguo placer obtenido en el disparate o en la palabra se vuelve a recobrar en la formación del chiste, por tal motivo nos aclara que siempre nos reiremos por la tontería infantil” y que cada descubrimiento de algo así inconsciente produce sobre nosotros un efecto cómico. Por otro lado remarca la polisemia de las palabras y la diversidad de las relaciones entre lo pensado” en relación al chiste y la comicidad.

Ya antes hemos concebido como ahorro localizado uno de los resultados de la condensación, a saber, la acepción múltiple del mismo material, el juego de palabras, la homofonía, y derivamos de un ahorro así el placer que procura el chiste (…).” (Freud, 1905, Pag 162)

A su vez ubica al chiste como la mas social de todas las operaciones anímicas, mostrando la importancia del receptor del mensaje en la conformación del mensaje mismo, es decir en la conformación del chiste. Para que un chiste sea tomado como tal, debe haber un Otro que lo sancione.

El texto sobre el sentido antitético de las palabras primitivas” (1910) originariamente el titulo iba acompañado de un subtitulo que decía: Reseña de un folleto de Karl Abel”. Vemos aquí el interés de Freud por el trabajo del lingüista, Karl Abel, publicación de 1884 como folleto separado y en el año siguiente incluido en lo que el autor titulo ensayo de lingüística”. Este autor fue un filólogo comparativo aleman (Berlín) interesado en las lenguas egipcias. Pero, ¿como conciliamos con ello el hecho de que los egipcios se permitieran un lenguaje tan raro y contradictorio (…), que proporcionaran a los mas dispares pensamientos un mismo vehículo sonoro y solieran conectar en una suerte de unión indisoluble lo que recíprocamente se opone con la misma intensidad.” Vemos que aquí el autor acentúa también la homofonías y la asociación de palabras en relación a la significación producida. Continuando este recorrido Freud concluye el texto diciendo (…) Y a nosotros, los psiquiatras, se nos impone como una conjetura insoslayable que comprendiéramos mejor el lenguaje del sueño, y lo traduciríamos con mayor facilidad, si supiéramos mas acerca del desarrollo del lenguaje” (Freud, 1910, Pag. 153)
Ubicamos aquí un señalamiento esencial a la hora de poder situar una lectura del inconsciente y una anticipación de lo que Lacan posteriormente denomino como el inconsciente estructurado como un lenguaje”. Es decir poder estudiar los mecanismos del lenguaje y su injerencia en los procesos inconscientes.

En su trabajo sobre la psicopatología de la vida cotidiana”, Freud nos expone, en primera persona, como una palabra se puede olvidar, El olvido de nombres propios”. No solo puede olvidarse sino que en lugar de presentarse esa palabra, aparecen en su lugar palabras sustitutas. Formalizando de esta manera que junto al olvido simple de nombres propios, se presenta también un olvido que esta motivado por represión”.
Ilustrado por Fito Páez en su canción Las palabras” dice Las palabras son traiciones de alto vuelo. (…)Las  palabras hacen trampa. Nunca creo en lo que nombran las palabras”
En dicho texto sigue el recorrido del desplazamiento de las palabras (Signorelli, Botticelli, Boltraffio, etc), llegando a la conclusión que este desplazamiento no es dejado al libre albedrío psíquico, sino que obedece a unas vías calculables”  y que está  “ajustadas a ley” (Pag 9, 10), a un determinismo psíquico. Es decir, conjeturaba que las palabras sustitutas mantenían cierta relación, cierto nexo, con la palabra olvidada, lo que el denomina conexión asociativa” (Pag. 12).
Vale decir que en este proceso los nombres han recibido parecido trato que los pictogramas de una frase destinada a trasmudarse en un acertijo grafico (Rebus).”
Situando en la lectura de los sueños, es decir en la lectura del inconsciente, una lectura en los jeroglíficos, referencia ya aportada por Freud en su teoría sobre la interpretación de los sueños.
La utilización de una imagen para representar diferentes cosas y no solo el objeto de la imagen. Atravesado los modos esenciales de funcionamiento de los procesos inconsciente, como la condensación y el desplazamiento.
Una vez mas, podemos situar como es la lógica significante, formalizada mas tarde por Jacques Lacan, la que permite entender como los procesos inconscientes  obedecen a ciertas vías calculables y ajustadas a la ley, como mencionábamos anteriormente en la cita de Freud.

Tras este recorrido por los derroteros Freudianos, podemos decir que su interés medico ha sido desplazado por las Logociencias, las ciencias del lenguaje. Las formaciones del inconsciente, los sueños, los actos fallidos, el chiste, el síntoma, son formaciones que están atravesadas por el lenguaje. Siguiendo los pasos dados por Freud, nos insertaremos en los aportes y las formalizaciones que ha hecho Jacques Lacan sobre el asunto.

El significante lacaniano

“La de un estudio positivo cuyo método y cuyas formas están dadas en esa esfera de las ciencias llamadas humanas que conciernen el orden del lenguaje, la lingüística. El psicoanálisis debería ser la ciencia del lenguaje habitado por el sujeto. En la perspectiva freudiana, el hombre, es el sujeto capturado y torturado por el lenguaje.” (J.Lacan, 1956, Seminario 3, Pag.350)

     Jacques Lacan en sus primeros seminarios nos plantea una relectura de la obra de Freud, diferenciándose de los caminos que han tomado algunos autores posfreudianos. Desde el comienzo del seminario 1 sobre los escritos técnicos, nos recuerda que el pensamiento de Freud está abierto a revisión y que no se puede reducir a “palabras gastadas”. Vivificando la obra freudiana donde “cada noción posee en él vida propia”, insertando al lector en una dialéctica con los textos.
 A través del análisis de los sueños, de los actos fallidos, del chiste, del síntoma, a través de lo que Lacan definió como las formaciones del inconsciente,  Freud se esfuerza por mostrar los mecanismos propios del inconsciente. En estos primeros seminarios Lacan al hablar del inconsciente y su funcionamiento utiliza frecuentemente la palabra mecanismo.
“¿Por qué nos vemos llevados a pensar la vida en términos de mecanismos? ¿En que somos efectivamente, en tanto hombres, pariente de la maquina?” (Lacan, 1954, Seminario 2 Pag. 53)
Jacques Alain Miller en su seminario “todo el mundo es loco” distingue que tanto Ana Freud como Lacan utilizan la palabra mecanismo, diferenciando que Ana Freud la utilizaba para distinguir los mecanismos de defensa, en cambio Lacan hacia referencia, no a los mecanismos de defensa, sino a los mecanismos significantes.

La noción de mecanismo del significante es central en la interpretación lacaniana del psicoanálisis. La idea de mecanismo comporta la noción de automatismo, e incluso incluye o es incluida en la noción de algoritmo, de regla, de procedimiento, de matriz, que llevan de manera invariable a una conclusión y, por lo menos, a un efecto.” (Miller, 2015, “Todo el mundo es loco” Pag. 235)

En su escrito de 1956 titulado “la instancia de la letra en el inconsciente, o la razón desde Freud” Lacan sostiene que es toda “la estructura del lenguaje lo que la experiencia psicoanalítica descubre en el inconsciente”, lenguaje que a su vez preexiste la entrada que hace en él cada sujeto.
En este texto recuerda que el lenguaje se ha transformado en un “objeto científico” principalmente para la Lingüística, en relación al “estudio de las lenguas existentes en su estructura y en las leyes que en ellas se revelan”.
Esta emergencia de la disciplina lingüística intereso a Jacques Lacan de sobremanera, tomando fundamentalmente a dos lingüistas, Ferdinand de Saussure y Roman Jakobson.
Ferdinand de Saussure lingüista suizo, con su curso de lingüística general, padre de la lingüística estructural. De este autor Lacan extrae en primer lugar el signo lingüístico del cual invierte y modifica, decantando en el algoritmo lacaniano de significante sobre significado.


Signo lingüístico Saussure:
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Algoritmo de Lacan:
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“Y nadie dejará de fracasar si sostiene su pregunta, mientras no nos hayamos desprendidos de la ilusión de que el significante responde a la función de representar al significado, o digamos mejor: que el significante deba responder de su existencia a título de una significación cualquiera.” (Lacan, 1957, “La instancia de la letra…” Pag. 466).

De esta manera Lacan rompe con la correspondencia biunívoca entre el significante y el significado, es decir  un significante por si solo no significa nada. La importancia aquí reside en la articulación de los significantes en la cadena y la acción nachtränglich (efecto retardado) del significante, es decir que el sentido es dado por el efecto retroactivo del significante. De esta manera muestra como un discurso no es sólo una “materia” o una “textura” sino que como nos aclara Lacan requiere una dimensión de tiempo.

“No podemos conformarnos en absoluto con un presente instantáneo, toda nuestra experiencia va en contra, y todo lo que hemos dicho. Podemos presentificarlo enseguida mediante la experiencia de la palabra. Por ejemplo, si empiezo una frase, no comprenderán ustedes su sentido hasta que haya  dicho la ultima palabra para que comprendan donde está la primera.”(Lacan, 1957,“La instancia de la letra…”Pag. 17)

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En el grafico se ilustra como se da funcionamiento del efecto de sentido.  Recién frente a la aparición de un significante segundo (S2), por efecto retroactivo da un significado a un significante primero (S1). Muestra que “un significante representa a un sujeto para otro significante”. Es decir que este “efecto de significado” no es ni más ni menos que el sujeto, significantes que representan al sujeto del inconsciente.
Siguiendo el consejo Freudiano, mencionado anteriormente, Lacan no solo escucho a los lingüistas, sino también a los poetas.

Pero basta con escuchar la poesía, como era sin duda el caso de F. De Saussure para que se haga escuchar en ella una polifonía y para que todo discurso muestre alienarse sobre los varios pentagramas de una partitura.” (Lacan, 1957, “La instancia de la letra…” Pag. 470)

Y es aquí donde podemos ubicar a Roman Jakobson, lingüista ruso, autor de “dos aspectos del lenguaje, y dos tipos de trastornos afásicos”, influencia significativa para Lacan reflejada en su escrito “la instancia de la letra en el inconsciente, o la razón desde Freud”.
Texto donde sitúa los mecanismos propios del inconsciente formalizados por Freud, la condensación y el desplazamiento, y los articula con lo que define como las dimensiones fundamentales del significante, la metáfora y la metonimia.

Ahora he de insistir para que todos ustedes tomen conocimiento de los ejemplos que di, en la instancia de la letra”, de lo que llamo las funciones esenciales del significante, en tanto que a su través el arado del significante excava en lo real el significado, literalmente lo evoca, lo hace surgir, lo maneja, lo engendra. Se trata de las funciones de la metáfora y de la metonimia.”  (Lacan, 1957, Seminario 5, Pag. 32)

Aquí es donde vemos como se sustituye “las leyes de la palabra” por lo que podemos definir como “las leyes del lenguaje”. Poniendo el acento en la existencia de la cadena significante y su articulación, en relación a las dos dimensiones en juego sea por “combinación, continuidad, concatenación de la cadena”, o por “sustitución” de los elementos de la cadena.
Debido a estas leyes del lenguaje y sus respectivos mecanismos nos enseña a escuchar en el discurso esa palabra que se “manifiesta a través, o incluso a pesar del sujeto”.

La palabra que emite el sujeto llega, sin que él lo sepa, más allá de sus límites en tanto sujeto discursante, y a la vez permanece, sin duda alguna, en el interior de sus límites en tanto sujeto hablante.” (Lacan, 1954, Seminario 1 Pag. 387)

Siendo consecuente a la lógica en juego en el dispositivo analítico, el analista invita al analizante   a hablar libremente, a asociar libremente, sabiendo que las determinaciones inconscientes no tardan en aparecer, es decir confiando en la irrupción del inconsciente. De esta manera se comprueba en los tropiezos, en los yerros, que la palabra hace trampas al control yoico, que siempre dice más de lo que quiere decir, que incluso siempre dice más que lo que sabe que dice. Siempre está la irrisión del significante, su burla, su equivoco que tan bien ilustro Freud al hablar de la agudeza y del chiste. Tal como Joaquin Sabina al decir que “la muerte es solo la suerte… con una letra cambiada.” Muestra como solo la sustitución de un fonema en este caso (m) por (s) provoca un cambio en el efecto de sentido de una frase.
Y del lado del analista queda estar advertido a las leyes que el discurso está sometido y “(…) hacer la buena interpretación en el momento debido, es ser buen psicoanalista.” (Lacan, 1954, Seminario 2 Pag. 38)
Como lo recuerda Javier Aramburu en su libro “El deseo del analista” (2004), “No hay análisis sin equivocación”.

 

Bibliografía

Aramburu, J. (2000). El deseo del analista. Editorial.
Freud, S. (2013 [1890]). Tratamiento psíquico (tratamiento del alma). En Obras Completas, Tomo I, pp. XX-XX. Amorrortu Editores.
Freud, S. (2013 [1901]). Psicopatología de la vida cotidiana. En Obras Completas, Tomo VI. Amorrortu Editores.
Freud, S. (2013 [1915-1916]). Conferencias introductorias al psicoanálisis. En Obras Completas, Tomos XV y XVII. Amorrortu Editores.
Freud, S. (2013 [1905]). El chiste y su relación con el inconsciente. En Obras Completas Tomo VIII
Lacan, J. (2021 [1954-1955]). El Seminario. Libro 1. Los escritos técnicos de Freud. Editorial Paidós.
Lacan, J. (2014 [1954-1955]). El Seminario. Libro 2. El yo en la teoría de Freud y en la técnica psicoanalítica. Editorial Paidós.
Lacan, J. (2016 [1957-1958]). El Seminario. Libro 5. Las formaciones del inconsciente. Editorial Paidós.
Lacan, J. (2008 [1957]). La instancia del inconsciente o la razón en Freud. En: Escritos 1, pp. 389-390. Siglo veintiuno editores.
Lacan, J (2008 [1953]. Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis. En: Escritos 1, pp. 237. Siglo veintiuno editores.
Miller, J. A. (2015). Todo el mundo es loco. Pp. 235. Editorial Paidos

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