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Número 16 - Noviembre 2024
¿Estrés? Pensando "lo psicosomático" en niños
Paola Cerana

 

A partir de una presentación de Leonardo Leibson dictada en el curso de “El cuerpo en la clínica psicoanalítica” del Htal Penna, me interesó leer a algunos de los pioneros por él mencionado de “lo psicosomático “ y a partir de su relectura desde un marco teórico freudolacaniano  poder  pensar  la frecuencia con que se presenta en la clínica con niños  diversas afecciones somáticas a partir de un material clínico .

Groddeck, considerado padre de la psicosomática, parte de su clínica médica de enfermedades orgánicas, planteando que no solo la histeria posee el don de enfermar. En “Determinación psíquica y tratamiento psicoanalítico de las enfermedades psicosomáticas”, hace intervenir en toda enfermedad (así como en toda expresión, gesto, función física) una concepción propia del Ello .Sin mucha teorización al respecto, apelando a la “eficacia práctica” más que a “teorías correctas”- interviene con el uso de la sugestión, persuasión, órdenes o el procedimiento psicoanalítico. Así como Lacan nos plantea el “no retroceder ante la psicosis” Groddeck refiere en 1917 que “el psicoanálisis no debe detenerse ante  las afecciones orgánicas”, pero siendo la histeria su arquetipo, busca en los síntomas orgánicos la significación simbólica. Leer el texto mencionado es naufragar en originales aunque forzados sentidos a las distintas expresiones corporales, y da alguna explicación sobre determinadas enfermedades en los niños( “las amígdalas en la niñez y pubertad  como vigilantes guardianes del alma”).

Por otro lado la escuela de Chicago (1915-1940 aprox), cuyo referente ha sido Franz Alexander,  diferencia síntomas conversivos de las “neurosis vegetativas”. Las emociones tienen un correlato fisiológico normal pero si hay estímulos continuos por conflictos sin resolver, las respuestas vegetativas se vuelven crónicas, llegando a fenómenos tisulares irreversibles que originan síndromes orgánicos definidos. Conflictos específicos concluyen en enfermedades tb específicas delimitando siete (úlceras gastroduodenales, asma, hipertensión, artritis, enfermedades de la piel son algunas de ellas). Por otro lado, Dunbar desde la misma escuela, planteó determinados perfiles de personalidad para enfermedades específicas.

Se encuentra entre ambos autores  una diferencia fundamental en la concepción de diferenciar o no síntomas neuróticos  de “lo psicosomático”. Lacan dice ya en el Seminario 2: “Si algo sugieren las reacciones psicosomáticas como tales es que están fuera del registro de las construcciones neuróticas”(1). Vemos que se reconoce en ciertas enfermedades una causa “psi”, pero ¿cuál sería  la relación soma-psique en juego, y más desde una perspectiva psicoanalítica?
También en la historia de estudios sobre psicosomática ,conceptos como sobreadaptación, alexitimia( a=ausencia, lexi=palabra, timia =thymos=afecto), pensamiento operatorio, pobreza de lo imaginario, el acto como sustituto de la palabra son referidos por varios de los autores que se han adentrado en esta clínica . Observaciones válidas que podrían hoy leerse en relación a una falla en lo simbólico, falla que habría que poder precisar.

Tomo el siguiente caso de un niño donde en dos oportunidades sus padres lo terminan llevando a la guardia por intensas migrañas. No ha sido el motivo original de consulta, pero sí será planteado por los padres en el transcurso del tratamiento.
D. tiene 10 años  y el padre consulta derivado por la pediatra del niño ya que la madre, “a quien D. es muy pegado”, había sido internada psiquiátricamente luego de presentarse en la casa de su exmarido (es decir el padre de niño) estando allí D. y hacer “un escándalo en la puerta”, debiendo intervenir la policía.
D. había estado yendo a tratamiento psicológico el año anterior pero lo suspenden luego de que la psicóloga le dice al niño que “si sigue durmiendo con su madre va a tener que llamar al juez”. La madre se enoja mucho con esa intervención y hasta amenaza con hacer una denuncia legal al respecto, pero el padre  la convenció para que desistiera (aunque sin dudar de la palaba de la madre). Durante el tiempo de dicha internación (aprox. un mes) realizo entrevistas con el padre. Decido esperar el consentimiento de la madre para ver al niño.
D. fue adoptado de bebé. La sentencia de adopción salió recién a los 7 años .Relata una larga historia de burocracias institucionales. “Queríamos que fuera todo legal” y refiere todos sus temores cuando el niño estaba solo en guarda, y los efectos que esto fue teniendo sobre la pareja. Dentro de este contexto hipotetizo la causa de la interrupción del anterior tratamiento: los fantasmas de esos tiempos aunque también el lugar de D. y su cuerpo para esta madre.(He tenido que ser muy cautelosa respeto del dormir con su hijo ).
“D. es muy correcto, no dice malas palabras, es culposo y atento al otro”. “Conmigo no habla mucho, a la madre le cuenta todo, ella logra sacarle”, dice el padre.
Luego de la externación de la madre, realizo una entrevista con la misma. Se encuentra muy medicada y acuerda a que vea al niño. El padre le dice a D.: “Cuidá y abrazá mucho a tu mamá”. La madre le envía reiterados mensajes cuando D. está con el padre: “Traémelo que lo extraño mucho”. El padre lo hace y está poco tiempo con él ahora. Recuerda cuando la anterior analista le dijo: “una semana con cada uno” durante la cuarentena en la pandemia de covid y él notó los cambios en D., “más suelto”.
En el  primer encuentro D. intenta dibujar un personaje pero no puede avanzar más allá de la cabeza…escribe y borra, pide varias hojas y desiste.
En otro encuentro jugaremos al “Quién es quién”, juego donde cada uno de los participantes tiene que averiguar a base de preguntas qué personaje le ha tocado al otro. Dice “no voy a preguntar si es mujer. Es un reto” . Varias veces apoya una figura sobre otra, así como también cuando retoma el dibujar, realiza siempre 2 personajes: un detective, un acompañante.(pienso en el “son muy pegados” del padre y en los interrogatorios de esta madre que “logra sacarle”).
Viene un día y dice estar preocupado porque una amiga le escribió un mensaje diciéndole que  él le gustaba y él no sabe qué contestarle. Dice que a él no le gusta, pero no puede responderle eso para no hacerla sentir mal. Además da por sentado que tiene que responder. Intervengo: ¿Y si le preguntás a tu papá?” Responde: “ No sabe qué decir…”(Impotencia del padre, impotencia del niño)
También viene otro día enojado porque él siempre consuela a su abuela paterna (viuda) pero ella quiere más a sus otros nietos. “Que los otros no lo quieran o que lo odien”, es algo que se repite. También es él el que intenta consolar a la madre(no llamando al padre ni a familiares maternos en esos momentos).
Otro de los temas que trae D. a sesión, es la expresión de su bronca…ha llegado a rasguñarse en momentos de enojos. Me muestra también cómo se le tensionan brazos y piernas en esas situaciones y dibuja cómo en su cabeza se le representan un hombrecito malo y uno bueno.
Hasta acá la viñeta .

Retomo las migrañas de este niño pensando lo psicosomático como transestructural y como fenómenos que pueden aparecer transitoriamente en un tratamiento y la particularidad de la frecuencia de aparición de afecciones somáticas en la infancia.
En este caso los dolores de cabeza aparecen en el discurso de los padres y de ellos es el interrogante. “Es estrés” – dicen. D. no ha hablado de los mismos y el padre me lo menciona cuando ya había pasado algún tiempo de esos episodios.
Si bien “estrés” es un significante que aparece en el discurso de los padres, sabemos que cuando Lacan trabaja el fenómeno psicosomático a partir del experimento del perro de Pavlov, menciona  el estrés ( también dirá perplejidad) como consecuencia de  una demanda que agota una función.  Refiere que ante la imposibilidad del perro de hablar, no puede preguntarse por el deseo del Otro(en este caso del experimentador) y la campanita del experimento funciona como signo (y no como significante) ante la cual el animal responde automáticamente salivando.

¿No es en la imposibilidad de cuestionar los significantes del Otro, en la medida que S1 y S2 quedan holofraseados que podría pensarse la falla simbólica en los fenómenos psicosomáticos por la que nos preguntábamos anteriormente?
Es de mencionar, que este experimento lo toma en el Seminario 10 como en el 11, dos seminarios donde trabaja la constitución subjetiva, ya sea través de la operación de división en la causación del sujeto por el objeto como con las operaciones de alienación y separación, lo cual lleva a preguntarnos sobre la relación entre el proceso de subjetivación y las enfermedades en los niños(más allá de este caso).

El infans nace en dependencia del Otro y en sus orígenes de sujeto no tiene más que su cuerpo para responder, en el entramado de amor, goce y deseo de este Otro. Entiendo que las migrañas de este niño son una forma de responder (no la única, también aparecen los enojos), cuerpo que en vez de desdibujarse (y dibujarse en la hoja) se hace presente. Infiero que cuando el niño “no pregunta si el personaje del juego es mujer” o no sabe qué responder ante la nena que acerca su deseo en el mensaje, se observa perplejidad aunque también escamoteo ante el deseo/castración del Otro .El padre, en su función, “no sabe qué responder” y muchas veces reenvía al niño a goce incestuoso con su madre (“Cuidá y abrazá mucho a tu mamá). La afirmación de que los otros no lo quieren o que lo odian” y tener que hacer algo al respecto que resulta insuficiente, -y su impotencia al respecto- lo deja entrampado en esa demanda ¿Que agota su cabeza?.
Se infiere en su decir la dificultad de D. para la interrogación que permita ubicar una falta en el Otro, el Otro en tanto deseante para el devenir también de su deseo. En “Dos notas sobre el niño”, Lacan refiere que el síntoma somático ofrece a la madre un recurso inagotable, alienando en él, dándole cuerpo, máxima garantía, al desconocimiento de la madre de su propia verdad.

Es así que es en los términos de discurso que en tanto analistas podemos pensar ciertos fenómenos somáticos. Y es en relación a  nuestra función/deseo de analistas, que para finalizar , transcribo de “La máquina imperfecta II” de L. Leibson:
 “No necesitamos ninguna hipótesis causal de antemano para poner en juego el campo del lenguaje y la función de la palabra a propósito de las vicisitudes del cuerpo erógeno”.(2)

Notas:

(1) Lacan- Seminario 2. Cap VIII, Introducción al Entwurf. Pag 150

(2) L. Leibson.Los cuerpos freudianos y su estados gozantes. La máquina imperfecta II. Pag 121

Bibliografía

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