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Número 16 - Noviembre 2024
No hay transmisión sin erótica
María Gabriela Pedrotti

 

“Ya no creo sino en la evidencia de lo que agita mis médulas ,no de lo que se dirige a mi razón.
He encontrado estratos en el campo del nervio.

Ahora me siento capaz de discernir la evidencia.
Para mí existe una evidencia en el terreno de la carne pura, y que nada tiene que ver con la evidencia de la razón.
El eterno conflicto entre la razón y el corazón se resuelve en mi propia carne, pero en mi carne irrigada de nervios.
En el campo de lo imponderable afectivo, la imagen que traen mis nervios adopta la forma de la más alta intelectualidad,
a la que me niego a arrancar su carácter de intelectualidad.

Así es como asistir a la formación de un concepto que lleva en sí la fulguración misma de las cosas,
que llega sobre mí con un ruido de creación.”

                                                                                Antonin Artaud,
“El arte y la muerte -otros
escritos”

 

Dice Nietzche en boca de Zaratustra,
“Ahora os ordeno que me perdáis a mí, y que os encontréis a vosotros “

¿Qué hace que un decir genere transmisión?

Solemos escuchar decir, esto me toca, esto me llega… con un alcance distinto a esto entiendo, o comprendo.
¿Cómo hacer pasar lo que nos da vuelta, lo que no resbala o patina sino propone una reversión que anida la habilitación de un nuevo saber?
Si el saber no es el conocimiento, si el saber es inconsciente, lo que se dice irá a parar a otro lugar que a la comprensión.
Se recibe la lengua que ocasionó en quien transmite un desorden, un trastocamiento
donde lo que las palabras callan cuando se repiten no ofrecen el silencio que encuentran cuando la voz es propia, esto es cuando a lo impropio, se le hizo lugar

Que toca lo que toca, Donde lo hace, en el cuerpo, pero ¿qué cuerpo?
Sin duda ha sido la erótica, la del cuerpo de la histérica, que dio origen a fines del siglo 19, a una nueva clínica fundada por Freud. Clínica donde la erótica constituye, bajo la forma del amor de transferencia el motor de la cura que se despliega en el consultorio de un psicoanalista; una nueva ética encaraba el dolor y sufrimiento humano
Erótica implica confrontación del sujeto con aquello que está más allá de su decir pero que solo con su decir, puede bordear y cercar, el goce.
El goce es la sustancia de todo lo que hablamos en psicoanálisis
El goce cambia las cosas, nubla la razón, para arribar a la reducción de los matemas y a la poética de un decir.
Sin duda entonces el cuerpo a ser tocado es RSI.
Annie Ernaux flamante ganadora del nobel de literatura lo expresa muy bien en su libro “El acontecimiento “.
Lo que dolió en el cuerpo pasa ahora a doler en la letra que hace escritura y pasaje de un acontecimiento traumático, en este caso, un aborto. Invita a estarlo, a acompañarla en un derrotero que destila incomprensión mientras busca su salida, que lo imposible de pasar quede consignado en la escritura como sin salida, intentando dilucidar la realidad, por acceder a la comprensión y expresión de una verdad sobre la existencia de otro modo inaccesible”.
y dice” busco siempre que mi escritura sea incisiva, que vaya al corazón de las cosas.”
No es entonces una mejor significación, sino un otro sentido.
 

Cuando se enseña, se informa, no habría necesariamente allí transmisión, la transmisión soporta lo deforme, lo que deja la forma consagrada para renovarse en decir singular, o más bien, halla la forma de decir lo que no lo tiene, lo indecible.

Transmitir es recibir, no dar.
es el acto por el cual al alojar puede surgir un desprendimiento, un desamarre que ocasiona un vibrar, un resonar, un consonar otro

Se transmite lo que desalojó de alguna zona de confort, lo que incomodó, lo que movió
 
Cuando se intenta dejar limpio el terreno de goce sucede lo que lacan dice en el seminario 16, el Otro no es más que el terraplén limpio de él, o sea se erige como amo y señor, puro simbólico exterminador, fascismo religioso (pág 210 sem 16)

Pero ¿qué hace que un decir diga, haga transmisión?
Las palabras pueden hacer ruido, la enseñanza preocupada en los contenidos o la copia fiel a los maestros no acentúa más que el yo, empasta y acrecienta las jerarquías, el que sabe más y el que menos, la voz singular que requiere tiempo para desplegarse se vuelve hilo acobardado frente al saber devenido conocimiento
Conocer vale, estudiar, alienarse en los textos… pero sin transmisión no hay diferencia con otros oficios.
¿Cómo hacer pasaje al silencio que zurce un verdadero decir?
¿el silencio que se deja leer cuando la erótica está en juego por no entrar en lo dicho?
Que la erótica se ponga en juego concierne a una dimensión política

La centralidad de la cual habla Freud en su distribución, Lacan lo llama campo de goce.
goce que se define como todo lo que proviene de la distribución del placer en el cuerpo
Esta distribución, su límite íntimo lo nombra vacuola, sería lo más cercano sin dejar de sernos exterior. Habría que inventar la palabra extimo
De haber transmisión, una misión se dice a través, un pasaje de lo simbólico real a lo real simbólico

No es lo mismo que algo se diga a que se “nos” diga, o sea, porte una direccionalidad.

Solemos escuchar en nuestro ámbito la frase, ‘es muy interesante, pero la pregunta es ¿pasa allí algo?
La cuestión es cuando tenemos una intención, como si pudiéramos ubicarnos por fuera de la lengua y decir lo que queremos decir.
La intención es yoica, apunta a una mira, un blanco. Muy distinto a quien soporta un decir sin saber lo que de ello hará causa ya que quien transmite está causado por ese decir, y es soporte del enigma que lo ha llevado a pronunciarse, esto es lo que en él ha mordido el anzuelo de su causa, de su enigma.
 
En la sección clínica se le pregunta a Lacan ¿cómo puede ser la clínica objeto de una transmisión? Esta contesta, hay un campo que designé con el nombre goce del Otro, goce que debe representarse por lo que es, o sea, como inexistente.
“Lo que haría falta es dar cuerpo, hay que decirlo a ese goce del otro ausente, y hacer un pequeño esquema donde lo imaginario se hallaría en continuidad con lo real”.
Entonces entiendo hay que encontrar un imaginario que vista de posibilidad esa ausencia de sentido en lo real.
Decir del origen entiendo, ¿cuál?, el que ocasionó la sorpresa del encuentro mientras leía, mientras escuchaba, miraba, algo que de golpe crea cuerpo y es necesario escriturarlo para que esa hiancia que surcó un camino de sentido quede consignada en una representación palabra, que se diga……

En el seminario de la Ética, Lacan dice que, si bien la búsqueda de la ética pareciera recaer en el dominio de lo ideal, de lo irreal, nosotros iremos en el camino a la inversa, profundizaremos lo real. La cuestión ética, en la medida que la posición de Freud nos permite progresar en ella, se articula a partir de una orientación de la ubicación del hombre en relación a lo real.
Ahora bien, el término real se opone a ficticious.
ficticious no quiere decir ni ilusorio, ni engañoso, Etienne Dumont es quien lo vulgarizó en la doctrina.
Fictitious quiere decir ficticio, pero en el sentido en que toda verdad tiene estructura de ficción
En el interior de esta oposición entre ficción y realidad viene a ubicarse el movimiento de vuelco de la experiencia freudiana. En Freud, la característica del placer, como dimensión de lo que encadena al hombre se encuentra totalmente del lado de lo ficticio.
Lo ficticio no es lo engañoso sino lo que llamamos lo simbólico.
Freud no duda que el hombre busca la felicidad, y la felicidad (bonheur) en casi todas las lenguas se presenta en términos del encuentro,Tyche. en griego (lo que toca, en suerte) en inglés happen, encuentro.
Introduce aquí Lacan una frase “el rey está desnudo”, algo del estilo de Alphonse Allais (1): Oh, escándalo, miren a esta mujer, debajo de su vestido está desnuda, entonces dice Lacan, si en efecto el rey está desnudo, sólo lo está bajo una cierta cantidad de vestimenta , ficticias sin duda, pero esenciales a su desnudez
El deseo es siempre deseo de deseo, el valor de algo es su deseabilidad.
La ética desemboca en una política o sea una distribución, diríamos una distribución de goce en nuestro campo
Descubrimos con Freud que el funcionamiento de la mente no se dirige a la adecuación y el equilibrio, sino al señuelo y el error. (l Ética)
Podríamos decir entonces que la enseñanza históricamente sostiene su práctica en una adecuación del maestro al alumno (sin luz) que recibe del otro adecuadamente lo por aprender, sujeto pasivo de este acto.
En la transmisión psicoanalítica, lo que pasa pasa entre dos, dos sujetos, creo entender por esto que Lacan habla del enseñante en posición de analizante
Analizado y analizante sería el movimiento que va de uno a otro,
En la transmisión,”Un suceder entre” que pone en juego más la economía de goce que el placer, una distribución libidinal, una política.
Una erótica que hace paso porque el “entre” dio lugar
El poder está puesto en la captura que de lo inexplicable se hace pasar
no es tanto la predicación que suma, como lo impredicativo que resta al asir el deseo en juego
Ahora bien, lo impredicativo tiene que ver con lo que de encarnado se escucha en un decir, decir el corte.
Se puede decir sin estar en lo que se dice, entonces se reproduce
Se puede decir sin implicación, se puede decir con la ilusión limpia de lo académico, de la cita, la traducción y no decir nada, que no es lo mismo que buscar una manera de decir la nada
Transmitir tiene que ser palanca al verbo, a una acción, escuchar con la inquietud de lo que en uno tracciona a nivel de la carne, tocada por el decir, para que balbucee el suyo.
Un decir toca cuando acciona en otro una encarnadura, muerde, pellizca, incomoda, preocupa

Una transmisión ética es erótica porque pone en juego lo sexual

Cuando la carne y el verbo son desenlazados sobreviene algún modo de deshumanización, bestial o transhumano e irrumpe lo peor, sometimiento y tristeza, por ejemplo.
.
Es solo soportando y reconociendo la carne, como grado cero de la metáfora y límite de lo simbólico, desde donde parte todo tratamiento que se sustenta en una ética en la que la palabra es dicha por alguien que se responsabiliza de los efectos de su acto, en contraposición a otro tratamiento que elude llamar las cosas por su nombre a la vez que forcluye una de las condiciones de posibilidad de la tridimensionalidad del cuerpo, como un modo epocal,del rechazo del sujeto, y así, produce un estado de la palabra viral.

El psicoanálisis surge porque alguien albergó lo inexplicable, se hizo carne de eso, y soportó luego ser carne de cañón por quienes se vieron sacudidos al albergue de las nuevas brujitas, histéricas que engañaban, que fingían

Freud les cree y crea entonces la plataforma albergante donde el juicio siempre moral le ceda lugar a la ética desesperada de un di ciente en busca de su escuchante

Escuchar ese sentir, suponerle al afecto un efecto significante, requiere de una escucha Una escucha que pueda representarse con algún sintagma que cobije, vista, haga visible con vestimenta simbólica lo que el cuerpo muestra.
En la transmisión hacemos lo mismo al revés, intentamos desvestir el saber donado por la singularización de la herencia, en su propio análisis

Singularizar, encarnar un verbo que se aleje de la primera persona del singular, Yo, lugar que adormece y aquieta mentalidades inquietas en pos de un colonialismo moderno.
Se interroga…o peor.
La travesía del entre dos es entonces la del origen dice Sibony, experiencias que hacen el origen múltiple, la identidad fragmentada pero consistente, con agujeros y remiendos, con vueltas y retornos.
De cortes y empalmes también va la transmisión.
Para ello no puede haber transmisión sin cuerpo que finitice el discurrir diciente.
El cuerpo afectado por el decir hará creíble un dicho.

Un enunciado que viste bien la enunciación, porque encontró su talle, sienta bien.
Di-vertir la ausencia, escuchar que el hábito hace al monje.
Que el vacío puede ser fatal o vital
Construir la estética de un decir que no atropelle una verdad que pretende ser, sino una verdad que se consagra momentáneamente o contingentemente en una ficción
Que se diga performativamente implica producir en el decir

Harold Bloom decía que las personas capaces de imaginar se apropian de lo que encuentran(la angustia de las influencias ), apropiarse que no es consumir, tan de moda en estos tiempos por los psicoanalistas influencers. Me interesa hacer esta diferencia entre consumir saber y apropiarse de éste.
El material de un influencer nunca es un don, es algo pasible de ser consumido con voracidad, pide velocidad y cantidad, sin casi deglución, un continuo que se ahorra el corte.
La transmisión es del deseo, requiere tiempo, espacio, deglución y como decía nuestro querido Rodriguez Ponte , una frase que detiene el discurrir del lector puede enseñar mucho más que mil páginas.
Creemos que más es mejor, y cargamos nuestro equipaje hasta saturarnos.
Dice Nietzsche en  “El espíritu de la pesadez”, apartado del Zaratustra, Pero solo el hombre es para sí mismo una carga pesada! Y esto porque lleva cargadas sobre sus hombros demasiadas cosas ajenas... entonces la vida le parece un desierto.

 Allí mismo plantea, no hay el camino, hay “mi” camino, después de haber andado y caminado por tantos va apareciendo el mí, porque la transmisión no es más que una manera de andar, de preguntar, de demorarse, de incomprender, un modo sensible de descubrir que solo se dona el deseo. El resto es una carga que apabulla y aleja del propio encuentro, ese que hace marca y camino.
Camus pag 33

Sabemos que, en Occidente, el pensamiento está siempre dominado por la figura del ser y la esencia, en el lejano Oriente es la ausencia la que prima.
Lacan se acerca al pensamiento oriental en el último tiempo
La transmisión, de suceder, no solo genera asombro, sino efecto de belleza (no como lindo sino como antesala de la muerte simbólica o castración)
Para la sensibilidad oriental, ni la constancia del ser, ni la perduración de la esencia hacen a lo bello. No son ni elegantes ni bellas las cosas que persisten, o subsisten.
Bello no es lo que sobresale o se destaca, sino lo que se retrae o cede, bello no es lo fijo sino lo flotante. Bellas son cosas que llevan las huellas de la nada, que contienen en sí los rastros de su fin, las cosas que no son iguales a sí mismas.
Bella no es la duración de un estado, sino la fugacidad de una transición. Bella no es la presencia total, sino un aquí que está recubierto de una ausencia.

“Transmisión” como hacer con el no saber, un pasaje del decir al dicho, un ir sabiendo hacer con lo que no, un soportar la fugacidad de la emergencia que causa frente a la magnitud estable que adormece. Una transmisión sostenida en el amor fati

Dice M Safouan, el ejercicio del psicoanálisis es un arte que, a fin de cuentas, depende del sentido que el profesional tenga de los efectos constituyentes de la palabra.
eso no se aprende…el psicoanálisis es incluso la única profesión que se ejerce sin estar calificado, por una formación reglamentada. Tengo por prueba de ello al propio Lacan, en la medida en que no hizo sino sostener mis esfuerzos para “inventar a mi vez el psicoanálisis”... puedo decir que le debo mi formación.

Inventar mi psicoanálisis

Si para Lacan su invención fue el objeto a, nos toca a cada uno inventar la causa, como corte al saber y soporte de la paradoja
 Eros emerge siempre del horror que transita el vacío del corte
Un niño es traído a consulta por un estado repentino de distracción que lo lleva a atrasarse en sus tareas escolares. Está en primer grado, y ha sido muy eficiente hasta ahora.
A poco de andar dibuja la serie de los números desde la mitad de la hoja, la otra queda en blanco.
Me sorprende desde donde arranca la serie y le pregunto, responde que allí no hay nada.
Entonces podíamos empezar desde acá, digo _…¡no!, responde
AHHH…que habrá allí? pregunto
no sé, dice
entonces podemos inventarlo propongo… Hay algo que no está…pero está…ocupa este lugar
No lo vemos, pero…
como mi abuela…ahhh…ella se fue lejos, se murió.
Entonces podemos dibujarla.
La escritura en dibujo de la abuela ausente, presente ahora con una representación, permitió el inicio de un duelo.
sin duda la pérdida necesita anotarse, agenciar el corte que nos traga para restaurar la voz, una voz que habiendo vivenciado el vacío de sentido, haga experiencia.
Sin vivencia no hay psicoanálisis, pero esa vivencia debe devenir experiencia sensible y lógica para hacerla pasar sino la actualidad de la vivencia no hará más que repicar en una reproducción infinita.
Del evento vivido a la experiencia narrable sucede el Tránsito o pasaje en el que se construye una experiencia, dice G Agamben
Lo que ad vendrá, como futuro anterior, tendrá la chance de devenir aventura
Suscribo a esta noción tanto en el campo de la intensión como en la extensión

Un psicoanálisis sediento de perpetua construcción.

Bibliografía

  1. Lacan, J. (1959) El seminario, libro 7, La ética del psicoanálisis. Paidós, Buenos Aires.
  2. Lacan, J. (1968-69) El seminario, libro 16: De un Otro al otro. Paidós, Buenos Aires, 2008
  3. Fernández, H. (2022). La carne humana, Ediciones Archivida
  4. Nietzsche, F. (1883). Así habló Zaratustra, alianza editorial
  5. Artaud, A.(1929) El arte y la muerte, en Otros Escritos. La caja editora.
  6. Agamben, G. (2018) La aventura. Adriana hidalgo editora
  7. Sibony, D (xxxx). Entre-dos, compartir el origen. Ediciones Archivida

Notas

(1) Alphonse Allais, humorista y escritor francés que cultivó principalmente el poema homonimio.la burocracia es como los microbios no parlamentamos con los microbios, los matamos

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