La pregunta acerca de dónde está el sujeto en un análisis remite a una búsqueda de lo esquivo.
La aparición siempre fugaz del sujeto en un decir entre líneas, a media voz, se hace nítido a veces a la escucha analítica, que se propone en una doble función: la de soporte y, con viento a favor, la de re-corte. Esta cuestión nos conduce a pensar necesariamente acerca del deseo del analista y del ejercicio de una práctica, como mínimo, peculiar.Invitados a sostener la transferencia, es decir, a ser parte de la escena del otro, lo cuál implica navegar en las turbulentas aguas de un goce en juego que no es tan simple, en un principio, de ser situado, nos orientamos generalmente hacia el norte que la brújula de la insistencia nos señala. Captar algo de aquello en torno a lo cual gira un decir, en sus literalidades, en sus alusiones y hasta en sus silencios, hilados en el eco de la repetición, posibilita movimientos por la vía del sentido.
Así como para el analizante el devenir de un análisis va implicando una pérdida de goce, en tanto caída de un discurso amo frente al cuál se ubicaba, el encuentro con la falta y el duelo que dicho proceso conlleva, me interesa indagar cómo la pérdida opera del lado del analista. ¿Qué de la posición del analista habilita el acto analítico?. Creo que el gran asunto que nos concierne en este punto remite a las resistencias.El analizante despliega su modalidad de goce en el vínculo con el analista y es ahí donde nos encontramos con una bifurcación respecto de dónde ubicarnos. ¿Qué nos moviliza contratransferencialmente ese goce en juego? ¿Hasta qué punto podemos despejar nuestra escucha frente a las singularidades de nuestros pacientes en la trama transferencial que se presentifica? ¿Cómo discernir si no estamos respondiendo desde nuestra propia fantasmática? ¿Qué asunto concierne al cuerpo del analista y su función?
Algo del propio goce del analista, de cierta quimera imaginaria, debe poder caer en la misma operatoria del acto analítico. Soportar el lugar del semblante del objeto también implica declinar la invitación a sostenerse como partenaire de ese goce en juego, para posibilitar una operación simbólica, un corte. Que algo de ese Real pueda ingresar y deslizarse en los carriles del sentido, en una suerte de inauguración.El cuerpo del analista como presencia, como territorio que inicialmente ofrece y soporta el ser testigo de lo mudo, de la puesta en acto de la escena transferencial y cuyo destino será la sustracción en la operatoria analítica, propiciará el pasaje a una cartografía como representación, como escritura. Un tránsito en el movimiento del análisis desde lo no dicho, vía la operación de resta del cuerpo, a la emergencia del mapa erótico que sostiene la repetición de un goce pasible de ser interrogado.
Se tratará entonces de producir la hiancia, un cuerpo no-todo, un cuerpo no solo Uno, como efecto de la dislocación. Es decir, de la operatoria de la sustracción orientada por el deseo del analista que sitúa su posición de abstinencia.
Hay algo de la duplicidad en la caída, la barradura, en ese hacer jugar la pérdida como función del analista en su acto, que no se enmarca en la especularidad sino en una lógica simbólica del corte, que localiza y conmociona la fijeza del goce y des-completa al cuerpo.Dirá Juan José Saer que “escribir es así una especie de traslado en el que lo vivido pasa, a través del tiempo, de un cuerpo al otro”. Pasaje que no será posible sin el lazo que “hace falta” y que aloja ese dar a ver como llamado.
La abstinencia quizás entonces no sea otra cosa que ese intento, a veces más afortunado que otros, del analista frente a sí mismo advertido de no enredarse en su propio fantasma. Es decir, sujetándo-se en la turbulencia para propiciar algún arribo a las playas des-cubiertas de la subjetivación.Cuerpo aullido
Cuerpo aullido
desata manos líquidas
irrumpe en los desiertos
expande vacíos
en cascada
sobre el mundoCuerpo aullido
refleja muros invisibles
desesperados ritos
enlazan humanidad
el grito en el ritmo
las piedras
los mares
susurran secretos
al cuerpo arrojado
a su vasta prisión
Sigilosa bravura
aúlla.María Cecilia Piscitelli.
Bibliografía
“Psicopatología de la vida cotidiana”. (1901). S. Freud. Obras completas. Tomo 6.
“Observaciones sobre el amor de transferencia”. (1915). S. Freud. Obras completas. Tomo 12.
“Duelo y Melancolía”. (1917). S. Freud. Obras completas. Tomo 14.
“Más allá del principio del placer”. (1920). S. Freud. Obras completas. Tomo 18.
“Inhibición, síntoma y angustia”. (1926). S. Freud. Obras completas. Tomo 20.
“La dirección de la cura y los principios de su poder”. (1958). J. Lacan. Escritos 1. Tomo 2.
“La ética del psicoanálisis”. (1959). J. Lacan. Seminario 7.
“Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis”. (1964). J. Lacan. Seminario 11.
“La lógica del fantasma”. (1966). J. Lacan. Seminario 14.
“Dos dimensiones clínicas: síntoma y fantasma”. (1983). J. A. Miller.
“De brújulas y turbulencias”. (2022). M. C. Piscitelli. Artículo presentado en la Escuela Freudiana de Buenos Aires, para el Seminario: ¿Dónde está?.
Poesía “Cuerpo-aullido”. (2021). M. C. Piscitelli. Publicado en Caligrafías en Danza.
“La teoría del yo en la obra de J. Lacan”. (1983). D. S. Rabinovich.
Saer, Juan José, Entrevista concedida a Gerade de Cortanze en El concepto de Ficción.
Biografía
María Cecilia Piscitelli. Lic. en Psicología (U.B.A). Psicoanalista. Poeta. Letrista.
Realizó la Escuela de Posgrado en el Centro de Salud Mental "Dr. Ameghino". Se desempeñó en las áreas de Hospital, Docencia universitaria (U.B.A), Orientación familiar y Clínica en consultorio (actualmente).
Co-coordinadora de "reverArte. Correcciones + Creativas".
Coordinadora de Talleres de Creatividad y de Expresión Artística en Centros culturales, Escuelas y Universidades.
Compositora de Letras de canciones.
Difunde su obra poética en Ciclos, Revistas literarias y de Psicoanálisis (ElSigma, Revista Qu, Gealittera, Metapoesía, Significantes, Nudos, Fort-Da, Ginkgo, Letras salvajes) y Antologías (Poesía de Emergencia, Mujeres. Vol. 2, Le Croupier. Obras colectivas. Vol. 6, Incógnito y Mujeres en Voz). Ha presentado varios trabajos en la Escuela Freudiana de Buenos Aires.
Participó del proyecto de articulación entre arte y psicoanálisis "Éxtimo" con su obra poético- visual en la Galería de arte "Objeto a".
Participó como artista invitada en la Performance poética de la obra "Calma, es tu día" en el C C Matienzo, fusionando danza y poesía.
Publicó su libro "Des-Velo", presentado en la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), en el año 2019.
Colaboradora en la Antología "Enhebradas". De una poiesis psicoanalítica en tiempos de pandemia. (2021). Y en el Anexo referido a la post pandemia. (2023).
Co-autora de "Caligrafías en Danza". (2021).
Premio a la "Revelación Poética Jorge García Sabal", otorgado por el Ciclo "Misterio y Palabra" en la Sociedad Argentina de Escritores (SADE). (2023).Publicará próximamente su segundo Poemario.