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Número 16 - Noviembre 2024
Etica, responsabilidad e invención
Stella Maris Rivadero


El deseo no es para el psicoanalista una categoría, sí una consecuencia estricta a la que lo expone el ejercicio de su práctica.
 Si el hombre dividido por el lenguaje, habla sin saber lo que dice, su deseo lo vuelve responsable de lo que dice, mientras las formas de traicionarlo, que parecen converger en ese no saber, envuelven al sujeto en las brumas flotantes de una culpabilidad morosa.
Responsable es aquel de quien es esperable una respuesta.

“Repetidas veces he tenido que escuchar de mis enfermos, tras prometerles yo curación o alivio, esta objeción: ´usted mismo lo dice, es probable que mi sufrimiento se entrame con las condiciones y peripecias de mi vida; usted nada puede cambiar en ellas, y entonces ¿de qué modo pretende socorrerme?.
A ello he podido responder: no dudo de que al destino le resultaría por fuerza más fácil que a mí librarlo de su padecer. Pero usted se convencerá de que es grande la ganancia si conseguimos mudar su miseria histérica en infortunio ordinario´”  (Freud S., 1968, p.129).

No se trata de liberar determinaciones, sino de habilitar a lo nuevo, comprometerse a algo en el actuar y es acorde a valores, principios o formas éticas.
Tiene su origen en la palabra responsable que significa responder en el sentido de obligarse, de que alguien asume, se nos plantea en términos de decir que sí o no y que me hago cargo. Los dichos ubican a alguien en la responsabilidad. Se trata del asentimiento o rechazo del significante.  La responsabilidad por la posición subjetiva

Responsabilidad proviene del latín responsum, que es una forma de ser considerado, sujeto de una deuda u obligación. La responsabilidad exige coherencia, responsabilidad por la posición respecto del significante es fundamental e ineliminable.
Podríamos decir que el analizante es el soporte del Sujeto supuesto Responsabilidad. Responsabilidad implica el asentimiento o el rechazo a esos… La libertad no es sin el Otro.
El psicoanalista no está excluido, exiliado, de los asuntos de la polis. Esto no significa que puede desprenderse de sus vestiduras profesionales y perderse en la calle entre la gente, significa que esos asuntos son los suyos, porque él está tomado por estos en su práctica.

Las coordenadas que el analista ha de alcanzar para ocupar el lugar que le es propio y que es esencia y fundamento de su acción, es ofrecer vacío entre vacío, el lugar del propio deseo, lo cual significa que no ha de estar ocupado por ese objeto que es el deseo de su Otro

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