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Hace ya un tiempo que vengo investigando el arte de la danza y del teatro desde una perspectiva psicoanalítica buscando lo que el artista nos pueda aportar, aquello dicho por Lacan de que el artista le desbroza el camino al psicoanalista.
El viaje de Lacan a Japón ha sido fundamental para producir un viraje en su enseñanza deconstruyéndose a sí mismo: salir de la hegemonía significante para pasar al síntoma como acontecimiento de cuerpo, salir del binarismo en el que la teoría se desplegaba entre los significantes y su articulación y lo pulsional o goce por el otro para concluir en el seminario 23 en el modelo de los 3 registros como anillos enlazados, anudados lo que ofrece una perspectiva diferente. Los efectos de la pandemia, los síntomas actuales, las cuestiones de género y diversos fenómenos relacionados con el cuerpo nos obligan a los psicoanalistas a reveer, repensar una vez más nuestra práctica. Práctica que se reduce aún hoy al misterio del cuerpo y la palabra. Lo real, afirma Miller el misterio, el punto de real , es la unión de la palabra y el cuerpo”
“La histeria fue la puerta de entrada al Psicoanálisis” expresión habitual que señala el acontecimiento inaugural que posibilitó un hallazgo de carácter revolucionario: las palabras afectando el cuerpo y su reverso, las palabras teniendo efectos en los síntomas histéricos. Aún hoy el psicoanálisis sigue siendo esa “rara avis” que sobrevive ante el avance de la ciencia.
A partir de la invención del dispositivo analítico freudiano, todo síntoma será analítico si habla. El paso lacaniano, implica que el síntoma se limita a una pura escritura en el cuerpo. Se abre en el análisis una experiencia que no pasa por la palabra, pero no puede prescindir de la palabra. Se sirve de ella. En esta línea también tenemos que ubicar la diferencia entre síntoma y sinthome. El síntoma como formación del inconsciente estructurado como un lenguaje es una metáfora, un efecto de sentido , inducido por la sustitución de un significante por otro. Por el contrario el sinthome de un ser hablante es un acontecimiento de cuerpo, una emergencia de goce. El franqueamiento llevado a cabo por Lacan entre 1957 y 1974 consiste en situar el síntoma en la relación entre goce y sentido. El síntoma no le dice nada a nadie , es cifrado y es goce puro de una escritura.
El síntoma como acontecimiento de cuerpo es todo lo que ocurre , dimensión de sorpresa y de contingencia, antes de que se pueda establecer el sentido del encuentro. Presentar así el síntoma es acentuar su dimensión fuera de sentido.
En el ultimísimo Lacan , Miller afirma: “estamos en una problemática del uso y del forzamiento del uso”. Se trata de lo metodológico. Se trata de “cómo hacer con las palabras, con el sentido, con lo real ”. El campo de la invención,
En Lituratierra de 1975 Lacan introduce una referencia que toma de Barthes quien en” El imperio de los signos” dedica un capítulo al Bunraku.Bunraku: Teatro japonés que consiste en que el cuerpo y el texto están separados. A la izquierda del escenario una marioneta es manejada por 3 artistas que se ocupan de darle movimiento al personaje (títere) a la derecha del escenario está el texto escrito que es leído por una persona junto a la cual hay alguien que toca un instrumento. En la experiencia de lo real en la cura psicoanalítica Miller compara el teatro occidental con el teatro oriental Bunraku. El Bunraku es un dispositivo en el cual la letra y el cuerpo, las palabras y el cuerpo se enlazan de un modo exactamente opuesto al teatro occidental. En el teatro occidental el cuerpo del actor se desploma por recitar el texto o para subjetivarlo. Por el contrario, en el teatro oriental Bunraku tenemos por un lado el cuerpo que es movido, que se agita, por otro lado el texto y la voz de quien habla. Una sola persona le pone voz al texto de cada personaje. Está en el lugar del mediador. Todo sostenido a través del dispositivo mismo . En cambio, el teatro occidental consiste en hacer como si fuera posible reproducir la sagrada unión del texto y del cuerpo.
En el teatro oriental están la letra, la palabra, el cuerpo y en medio el recitador que se presenta como mediador que articula el texto que está leyendo y el cuerpo que es movido. El modelo del Bunraku consiste en presentar el misterio del cuerpo hablante pero no a partir del significante; el modelo fundamental ya no es más la conversión histérica. Antes del uso de la letra en psicoanálisis, el modo fundamental para comprender cómo el significante toca el cuerpo era la conversión histérica, tal como dice Lacan en Televisión , el pensamiento recortando el cuerpo .
Luego el cuerpo mismo está recortado por la conversión.En nuestro espacio de investigación que dí en llamar “Entre cuerpo y palabra. Entre psicoanálisis y arte “ nos servimos del teatro danza para explorar buscando articular la teoría, la experiencia en el cuerpo y la escritura .
A modo de conclusión:
El Psicoanálisis surge y mantiene mucho tiempo el modelo de la histeria , modelo binario que supone que la palabra puede deshacer el síntoma . De lo que se trata en la clínica de lo real, es del vacío medio de ese espacio litoral entre cuerpo y palabra y la invención de una nueva escritura, que produzca un nuevo anudamiento. Es necesario agujerear la lógica centrada en el significante, en el sentido y consideramos que la experiencia de poner a trabajar el cuerpo y la palabra desde ejercicios del teatro y la danza es una posibilidad que acerca al psicoanalista a una práctica con la palabra como acontecimiento de cuerpo.
Referencias bibliográficas:
Lacan, J. A : “Lituratierra” Otros escritos, Paidós, Buenos Aires, 2012 Lacan, J. A :” El Seminario 23 El Sinthome Bs.As. Editorial Paidós.2006
Eric Laurent: “El reverso de la biopolítica”, Grama Ediciones Buenos Aires , 2016 Miller, Jaques-Alain (2013) El ultimísimo Lacan Buenos Aires .Paidós SAICF,2013 Miller, Jaques A. “Ei Inconsciente y el cuerpo hablante” Lacaniana 17 , Revista de la Escuela de O. Lacaniana. Grama Ediciones , Bs. As. 2014 .
Miller Jaques A. : “ La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica” Los cursos psicoanalíticos de Jacques-Alan Miller. Buenos Aires .Paidos SAICF, 2004