Nuestro propósito es pues definir el Ics y la sexualidad en el sentido de Freud. Empecemos por una observación que indica la dirección en la cual se encuentra la respuesta que pretendemos dar a estas cuestiones. Partiremos de un fragmento de análisis del pequeño Hans 1 que tiene el mérito de designar el lugar de su pertinencia, de reflejarlo formulando su problema mismo.
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HANS
Cuando el pequeño asiste al baño de su hermanita Anna de una semana de edad, declara: "Pero... su hace-pipí es todavía pequeño", tras lo cual añade: "cuando crezca se le hará más grande". Y, entonces, como comentario a esta reflexión del niño, Freud redacta una nota importante.
A1) Freud comienza por confirmar que dispone de otros ejemplos de jóvenes investigadores que hacen semejantes observaciones.
Después constata la actitud que consistiría en hablar, refiriéndose a estos chicos de una alteración del intelecto. Precisa, a continuación, formulando que eso seria responder a la pregunta que pide porque esos jóvenes investigadores no comprueban lo que realmente ven, a saber, que no hay ningún hace-pipí.
Freud lo explica de otra manera, en el caso del pequeño Hans, por el hecho de que éste ha llegado a la proposición general según la cual "todo ser animado, por oposición a los seres inanimados, poseen un hace-pipí". Esta constatación reclama, si queremos ser rigurosos, que prosigamos un poco más adelante nuestra propia interrogación, puesto que, si pensamos en ello, no ha hecho sino desplazar la cuestión.
Estamos en presencia de un niño que, cuando considera a su hermanita como un ser animado, hace equivaler este juicio a que su hermanita tenga un pene.
Hay que guardarse de escribir demasiado rápidamente que la proposición que preside la actitud del pequeño Hans se formaliza en un enunciado universal:
Todos los seres animados tienen un hace-pipi,
que presenta la estructura sintáctica: donde la función (x) describe la propiedad: tiene un hace-pipí). Esta fórmula nos hace salirnos del hilo de la verdad como queremos mostrarlo.
Con el fin de despejar la razón enmascarada en este uso del todo, damos otra formulación de esta asimilación (gleichstellung) no expresada y puesta de entrada:
Anna tiene un hace- pipí si y solamente si
mi hermanita es un ser animado.
Utilizando la función , podemos inmediatamente formalizar este enunciado por:
El carácter se lee: si y solamente si.
La letra s sustituye al enunciado: mi hermanita es un ser animado.
La letra a es la inicial del nombre de la hermanita Anna, es el nombre que haremos corresponder al enunciado s¡.
Observamos desde ahora que los seres animados tienen nombres2. Tratamos pues de la relación que existe entre la función fálica (x), relativa a la presencia o a la ausencia del pene en el cuerpo de otro individuo, y el hecho de atribuir o no atribuir un nombre a un personaje. Según Hans parece que haya una equivalencia que se explica por la misma razón que proponemos aquí¡¡.
Marquemos un tiempo de detención en nuestro comentario de esta fórmula. Ella constituye el principio de lo que intentamos construir como estructura.
A2) Para salvar el honor del pequeño Hans, Freud prosigue su nota aproximando su actitud a la de los filósofos de la escuela de Wundt¡¡¡. Esta actitud que consiste en negar la existencia del inconsciente, se resume de manera comparable.
"los pensamientos" son conscientes, si y solamente si,
son pensamientos.
o aun:
"El psiquismo" es consciente si y solamente si
es el psiquismo.
Estas dos expresiones tienen también la estructura sintáctica:
Aquí escribe la relación (x es consciente)iv.
Las comillas establecen que se trata en el primer miembro de estas frases del nombre del enunciado que aparece en el segundo miembro3. Freud habla a propósito de estos filósofos de una "puesta en ecuación planteada de entrada y nunca explicada entre lo consciente y el psiquismo"4. ¿Esta ecuación deja suponer una alteración del intelecto semejante en estos eminentes pensadores?
A3) Después Freud hace mas, con el fin de salvar el honor del pequeño Hans, evocando la existencia del clítoris5. Esta denotación (Bedeutung) por un órgano nos aparta de la dimensión lógica del problema que intentamos desplegar.
Estas versiones genitales, esas historias de pene, de clítoris y de vagina no son sino gilipolleces6. Tratamos de desprender [despejar] ( dégager) el psicoanálisis de ese rebajamiento usual de la sexualidad en el hombre hasta la tontería (bêtise), mostrando que se trata de cuestiones mucho más fundamentales mediante (pour) la estructura del lenguaje. Por supuesto no desconocemos las consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica de los sexos. Haremos incluso más con Lacan, el cual indica hasta qué punto estas partes genitales son del orden del elemento que sobresale [que despunta] (dépasse), en punta, el demasiado, el exceso, o del orden del elemento que hace falta, en carencia, en hueco, lo insuficiente, el defecto , el agujero. Muy por el contrario, subrayamos la necesaria articulación entre la topología de la diferencia y el cuerpo, especialmente con la imagen del semejante, particularmente especificada por los elementos en punta [los elementos que despuntan, convexos, que se destacan, "en excesos"] y los agujeros [los elementos que hacen hueco, cóncavos, que se ocultan, "en defecto"]. Pues con/en esos elementos se encuentra la condición para que esta imagen cumpla su función como imagen narcisista, ahora bien esta imagen narcisista es el pasaje necesario del autoerotismo a la investidura de objetov.
Para decirlo de otra manera, es en tanto que la estructura del significante, su pasión, se desliza bajo lo que se inscribe sobre/en el cuerpo, que ese cuerpo deviene Otro.
Pero para introducir ese término del Otro, necesitamos insistir primeramente en la distinción que hay entre lo que se inscribe de esta pasión del lenguaje, y la imagen del cuerpo. Esto con el fin de tratar de lo que es esta pasión, la estructura del significante. Es lo que hacemos aquí7.
Notas
1 S. Freud: "Análisis de la fobia de un niño de cinco años (el pequeño Hans). En Amorrortu, Eds., OCSF, vol.X, p. 12.
2 CI. LÈVI-STRAUSS, La pensèe sauvage, capítulos VI y VII, Plon, París, 1962. [(N del T) Existe trad cast en fondo d cultura Económica]..
3 Vamos a volver inmediatamente sobre la distinción entre uso y mención [entre nom et citaction, en el original. Decimos traducirlo así pues corresponde al uso castellano habitual en lógica], pero queremos señalar al lector que esta cuestión corre el riesgo de enmascararle aquello de lo que se trata aquí y que tiene otras consecuencias de las cuales, entre otras, la de llenar una función que queda por precisar en el hecho de determinar los nombres. [ Los párrafos entre corchetes son del traductor]
4 S. FREUD, "lo inconsciente" en OCSF, vol. XIV, E.D. Amorrortu, p. 164. [ La traducción en castellano en esta obra es como sigue: "igualación no explicita, pero establecida de antemano, entre lo consciente y lo anímico". Más allá de esta cita concreta, nos parece fundamental este artículo de Freud por lo que se refiere al estatuto epistémico, de la noción de inconsciente y, por ende, del psicoanálisis. Son Ciertamente ilustrativas al respecto esas primeras luminosas del cap. I, "justificación del concepto de lo inconsciente".]
5 Freud hace uso ampliamente de esta referencia al clítoris para ilustrar la parte de verdad que contiene cualquier teoría sexual infantil. La mayor parte de los lectores y de los comentaristas han abusado después de ese pretexto para evitar plantearse la cuestión de aquello de lo que se trata. Si como él, reconocemos una verdad, incluso en el delirio verdad histórica ("Construcciones en el análisis", 1937) queremos mortrar con Lacan que ella es de otro registro.
6 J. LACAN, Encore, Séminaire livre XX, Seuil, Paris, 1972 [ Existe trad. Española en Ed. Piados con el título Aun.]
7 Despejaremos así la razón que hace que el antisemitismo no pueda ser confundido y rebajado con/ a (confondu et rabiassé en) una forma de racismo cualquiera. De la misma manera que el racismo no puede ser confundido (rabattu) con la simple xenofobia. Los celos delirantes mismos encuentran así su registro de casualidad, que explica su fijeza. S. FREUD, "sobre algunos mismos encuentran así su registro de casualidad, que explica su fijeza. S. FREUD, "sobre algunos mecanismos neuróticos en los celos, la paranoia y la homosexualidad" (1922) en OCSF, vol. XVIII, Ed. Amorrortu, pp. 214-226. El Yo y el Ello, cap. 4, en OCSF, vol. XIX, Ed. Amorrortu, pp. 41-48.
NOTAS ACLARATORIAS DEL TRADUCTOR
La propiedad "ser animado"introduce una participación en el conjunto de los seres, que los divide en seres animados e inanimados, Todo ser animado además de esta propiedad es supuesto tener un hace- pipí. Luego Anna al pertenecer al conjunto de los seres animados es supuesta tener un hace- pipí.
ii Tenemos todo ser animado no solo tiene un hace- pipí, sino que tiene un nombre. Y así pues puede hacerse una nueva equivalencia entre tener un nombre y tener un hace- pipí. Lo que podemos simbolizar como sigue:
iii "Para éste, la consciencia es un carácter infalible de lo anímico, como para Hans el hace- pipí es el signo distintivo indispensable de todo lo vivo" dice Freud (Op cit., p. 12n. 9). Se trata de lo que los lógicos llaman una petición de principio.
un acto o un producto psíquico determinado es consciente por el solo hecho de ser un pensamiento o un acto psíquico o un producto psíquico, lo cual es una petición, es decir un axioma, ni evidente ni justificado racionalmente.v Observamos, en primer lugar, que la imagen especular (la propia imagen en tanto representada en un soporte material [espejo, fotografía, pintura, escultura, e incluso mirada del otro] ) forma parte de esos objetos susceptibles de investidura además de constituir la matriz del Yo (moi), se trata de la dimensión narcisista de la investidura libidinal; y, en segundo lugar, cómo la relación con el otro está necesariamente mediatizada por la imagen que tengo de él, sobre la que recae la investidura, en este caso en su dimensión objetal propiamente dicha, aunque podamos considerarla como extensión de la investidura narcisista.
vi Nombre del enunciado o de la proposición, o, simplemente enunciado
vii Enunciado propiamente dicho, o proposición.
viii Dicho de otro modo, tal vez un poco más comprensible entre nosotros: "es falso que se sabe y es falso que no se sabe", lo cual, sin duda, resulta contradictorio en la lógica clásica que no admite, de acuerdo con el principio de contradicción que A A sea una fórmula verdadera, es decir que algo pueda ser y no ser al mismo tiempo.
ix Rapport, que traducimos de acuerdo con el término matemático que nos parece corresponderle en castellano como correspondencia. Sin embargo dado su uso extendido en psicoanalista de habla española traduciremos asimismo indistintamente como relación dando por supuesto que el lector no olvidará la dimensión matemática del mismo.
x Se Leería así "es falso que p y es falso que no p".
xi p se definiría entonces, y así pues significaría, como "p es equivalente [ otra manera de decir, si y sólo si] a no es falso que p y es falso que no p".