Volver a la página principal
Número 4 - Agosto 2001
Contexto interdisciplinario ante una denuncia de abuso sexual
Intersección de los discursos psicoanalítico, jurídico y valorativo
Esther Romano

Introducción:

En este artículo presento para su discusión reflexiones surgidas a partir de la tarea dirigida a sectores infanto- juveniles en situación de riesgo, en que la demanda institucional requiere necesariamente la participación interdisciplinaria en el planeamiento de las estrategias que entran en juego.

La labor interdisciplinaria resulta significativamente apropiada a la escala de problemas que se deben enfrentar cuando se atienden casos de familias violentas y/o en situaciones comprometidas con víctimas de delitos. Me refiero con ello a la recomendación de medidas de protección ante tribunales de menores y/o de familia así como la orientación hacia centros de atención psicológica para el abordaje psicoterapéutico de los niños y/o cualesquiera sujetos de su familia o entorno involucrados.

Compartir experiencias de trabajo con profesionales de otras disciplinas exige el esfuerzo de admitir los propios límites y superar la cuota personal de egocentrismo en tanto conlleva el reconocimiento de la necesidad de sortear los obstáculos insalvables derivados de la propia práctica.

La interdisciplina implica el encuentro y cooperación entre dos o más disciplinas, aportando cada una de ellas sus propios esquemas conceptuales, su forma de definir los problemas y sus métodos de investigación. La transdisciplina resulta cuando las mismas lograron alcanzar un mismo método y análogo paradigma. Se trataría de dirigirse hacia un nivel "meta", que implica ¨ lógica del descubrimiento¨, con supresión de barreras con los que se favorece la comunicación entre los diferentes campos del conocimiento, a través de una fecundación mutua". Hipótesis similares consideran ¨que el estudio del hombre desde varios puntos de vista: genético, ecológico y sociocultural, no puede más que enriquecer la idea de unidad y diversidad humanas. ( Valgiusti, F.)

Antecedentes de la tarea:

Me basaré en la experiencia en un centro de atención a víctimas del Interior de nuestro país, con los que efectúo periódicamente tareas de asesoramiento institucional y supervisiones de familias y niños, con antecedentes de variadas formas de violencia.

Selecciono para la ejemplificación el caso de una niña de 10 años, abusada por su propio padre. El enfoque con el caso seleccionado responde a un estilo operativo en que, dadas ciertas circunstancias especiales, el modus operandi comprende mi inclusión directa en las entrevistas con los niños, y/o con el grupo familiar que concurre a la consulta.

Se apela a este recurso, en circunstancias muy específicas, justificables por:

En el seno del equipo interdisciplinario ( abogados, asistente social, pediatra, psicólogo, psicopedagogo) siempre se discute cuál será la estrategia más conveniente.

En todos los casos se prioriza el criterio de abordar las entrevistas iniciales en equipo, compartiendo la tarea el psicólogo y/o el médico, con el abogado defensor del niño.

En las aproximaciones diagnósticas, que implican el registro de los antecedentes, historia clínica de los sujetos involucrados, seguida de administración de técnicas de evaluación psicológica, suelen intervenir uno, dos o incluso hasta tres profesionales.

En las circunstancias en que se decide mi inclusión en las entrevistas, tanto el/los niños, así como los demás miembros de las familias, saben de antemano que estaré en las mismas, por mi carácter de supervisora. Este modelo de inclusión directa, nos ha resultado más ágil y veraz que la utilización de cámara de Gessel, con las que, por otra parte, este tipo de instituciones pueden no contar.

Ello redunda en un efecto didáctico que trasciende a las tareas de supervisión habituales , ya que implica la posibilidad de transmisión de la propia experiencia ¨in situ¨. Así, la tarea de asesoramiento y/o la supervisión, no constituyen la aplicación lisa y llana de las hipótesis ( de base empírica, de orden intermedio y/o teóricas), sino que es factible incorporar una mirada conjunta convergente o complementaria.

Se intenta así integrar de modo directo un modelo de trabajo integrativo.

Las hipótesis personales de orden diagnóstico, así como la estrategia operativa, al ser discutidas en un nivel no sólo grupal sino interdisciplinario, pueden refrendarse o, viceversa, refutarse. Ello permite una validación intercurrente, en tanto implica la confluencia de perspectivas múltiples, en coincidencia en su campo empírico.

Sobre la discrecionalidad del material:

El material que se presenta ha sido discretamente deformado, de modo de mantener el anonimato.

La elección para la publicación del caso, que sólo fue presentado previamente en reducidos circuitos académicos, fue posible por haberse entrevistado a los distintos miembros del grupo familiar involucrados en la denuncia de abuso sexual.

Se cuenta con la aprobación para su publicación y difusión en grupo de colegas, por parte de los profesionales intervinientes. También con el consentimiento de la madre y el acuerdo de la víctima, por el necesario respeto a principios bioéticos fundamentales de su atención.

Hacia un diagnóstico situacional:

En el diagnóstico psicológico-psiquiátrico-psicoanalítico no sólo de la niña víctima sino de familiares ( el propio padre abusador, la madre, la tía materna) surgieron elementos complejos que no serán incluídos en este artículo, en tanto he optado por seleccionar aquellos datos significativos que hacen a abrir un espacio de reflexión sobre la tarea interdisciplinar.

El lugar que cabe al experto en salud mental es no sólo aproximarse a un diagnóstico, sino comprometerse en su orientación futura.

Sabemos que el acto de diagnosticar implica la discriminacion de datos de la realidad que nunca será objetivamente completo.

Preguntarnos el qué, cuánto, para qué, cómo diagnosticar puede llevarnos a multiplicidad de categorizaciones, no sólo dependientes de la diversidad de objetivos sino de la singularidad con que el/los observadores ordenan su universo perceptivo.

En el modo de representarse el mundo, pesa el propio bagaje biológico, psíquico ( consciente e inconsciente ), socio-cultural y valorativo.

La dificultad consiste en encontrar los modos en que el diagnosticar no pretenda, rayano en el infinito, reproducir exhaustivamente la realidad ni se pauperice en reducciones dicotómicas. Que se logre un equilibrio sutil no agotado en la dureza de la taxonomía, ni en la imperiosidad de la efectividad técnica.

El marco teórico desde la perspectiva psicoanalítica:

En el abordaje del material doy por sentados los principios freudianos básicos. Por otra parte, entiendo que el ¨múltiple interés del psicoanálisis¨ es el que permite su crecimiento en zonas de frontera, más allá de los divanes.

En la perspectiva psicoanalítica que aplico sigo el pensamiento de un autor, que estuvo muy consustanciado con el trabajo pediátrico y en el estudio de personalidades antisociales, como es Donald Winnicott.

Su pensamiento resulta de interés en las líneas investigativas interdisciplinarias, en tanto logró amalgamar, en sus mútiples recorridos al Psicoanálisis los observables empíricos de los niveles:

La inclusión de su dimensión subjetiva , crítica o poética, coloreó la sustantividad científica de sus argumentos teóricos, sus hipótesis clínicas, sus recursos técnicos. Dada su sencillez explicativa, los conceptos centrales del pensamiento de Winnicott aplicado a la discusión clínica, pudieron ser transmitidos operativamente en el grupo de trabajo interdisciplinario.

Ello permitió una articulación fértil con las perspectivas teóricas y prácticas de los profesionales de las otras disciplinas.

Sintetizaré algunos de sus conceptos fundamentales relacionados con el caso que abordaré en el artículo. Sin pretensión de un análisis exhaustivo, subrayando algunos puntos de interés para un abordaje desde el diagnóstico , a partir de posturas o afirmaciones que, por la persistencia a lo largo de su obra, podríamos ubicar como elementos centrales de su pensamiento:

Si bien son diversas las líneas diagnósticas y las nuevas formulaciones que pueden desglosarse a lo largo de la obra de Winnicott, en lo que respecta a :

son puntos que constituyen el marco conceptual en que me he apoyado en mi tarea diagnóstica, enmarcada en el ámbito jurídico y de asistencia social en el estudio de este caso en que medió la denuncia por abuso sexual.

El caso de Florencia: diversos relatos de un mismo hecho.

La tía abuela de una niña de 10 años, denuncia que ésta es abusada por su padre ( mecánico, 38 años). La había sorprendido, en horas del atardecer, acostada sobre él, en movimientos rítmicos de franco carácter erótico.

La reacción de la niña al ser interrogada fue de susto y luego llanto, confesando que era algo que pasaba hacía mucho tiempo, que no lo había contado pues estaba amenazada por su padre de ser golpeada si hablaba. Este, al ser increpado por la tía, se justificó alegando que estaba algo dormido.

La reacción inicial de la madre de la niña ( 35 años, ama de casa), fue de perplejidad. Acusó a su tía, vecina, de crear intrigas y puso en duda los dichos de la niña.

¿ Cómo era eso que había dicho que estaban reunidos en el dormitorio leyendo revistas si en realidad miraban T.V.?.

Al ser citada por el centro, en el curso de las entrevistas, se permitió admitir que podría ser cierto. Transmitió que siempre tuvo dificultad de comunicarse con su hija. Se auto-reprochó su propio aislamiento, su desconexión y que, a pesar de captar que su hija presentaba reacciones extrañas ( hosquedad, inquietud, apatía), no hubiera encarado una psicoterapia.

A partir de las entrevistas con fines diagnósticos pudo constatarse que:

La tía, una mujer relativamente cultivada, de 55 años, respondía a patterns de adecuada integración personal, con interés genuino en la protección de Florencia, en quien captaba desajustes psíquicos inquietantes: actitud desesperanzada, excesiva ansiedad y desconfianza, con una prolífica producción de fantasías.

Del cotejamiento con el material de entrevistas efectuado al padre, se delineó un sujeto con un nivel intelectual empobrecido por los fuertes mecanismos defensivos: proyección paranoide, disociación, negación, desmentida. Emocionalmente pobre, con nula capacidad empática y distorsiones en su apreciación de la realidad por vivencias celotípicas.

En relación a la denuncia apeló a argumentos justificatorios de diversa índole:

Resulta obvia la analogía con la ingeniosa descripción de Freud en torno al reclamo de la vasija entregada en préstamo a un vecino : ya te la devolví/ estaba rota/ nunca me la prestaste. En este caso, tantas argumentaciones respondían a un denominador común, la evasión, como es el eludir cualquier responsabilidad.

En el rastreo de su historia, se recogió ausentismo paterno y una madre indolente ante su déficit adaptativo, con fuerte disposición a colmarlo narcicísticamente.

Su perfil se corresponde con lo señalado por Winnicott en términos de personalidades anti-sociales. Esto en relación a las características derivadas de las perturbaciones de su desarrollo y, fundamentalmente, lo que es muy grave, en cuanto la incoercibilidad al insight.

Ello derivó en considerar, aún mediando exclusión del hogar y obligatoriedad de psicoterapia personal, un muy mal pronóstico. Ante la gravedad de sus actuaciones aparecía necesaria e imprescindible la intervención institucional limitativa a sus ataques al medio.

La madre de la niña, por otra parte, apareció incapaz de ofrecerse como adecuado sostén. Pude inferir que la ausencia de su función protectora, su des-atención, determinó que el mundo de la niña se anegara de depresión, de miedos aterradores y de rencor.

La línea de las mentiras:

Si se considera otro aspecto, cono es el eje axiológico-valorativo, pudo leerse cómo la temática de la mentira, en todos los miembros de la familia apareció de modo reiterante, en términos de:

Tomados como referentes los desarrollos de Winnicott, pudo considerarse que:

La tía cumplía un lugar de sostén supletorio de la función materna faltante. Es capaz de dar verbo a la angustia de la niña. Busca develar el sentido verídico de los hechos. La acusación que pesa sobre ella ( falsa, en el sentido de verdad-mentira) resulta un mecanismo proyectivo, basado en sentimientos ambivalentes.

La madre, por el empobrecimiento derivado de su disociación esquizoide, no capta la angustia de su hija. Falla y defrauda. Su necesidad infantil de negar el abuso la lleva a establecer falsas antinomias y a des-mentir el relato de su hija. Fue niña maltratada a su vez: la fuerza de sus mecanismo de escisión permiten hipotetizar una historia propia de abuso sexual. Por su inmadurez afectiva, la posibilidad de refugiarse (en el futuro) con un nuevo partenaire, llevaría el riesgo de constituir un vínculo inconsistente y mantener el medio ambiente deprivador. No otra cosa que una repetición estructural en sus vínculos habría de esperarse de ella.

En el padre, el contexto manifiesto de mentira (en el sentido psicopatológico de simulación), denuncia el desafío a la ley, su raíz antisocial. La referencia celotípica a la defraudación matrimonial encierra, cual recuerdo encubridor, un núcleo de verdad histórica en relación a la desilusión de la propia figura materna decepcionante.

En la niña, la patología del área de ilusionalidad da cuenta de los déficits discriminativos fantasía- realidad, verdad-mentira. Si era la lectura de revistas o mirar T.V., resultaba irrelevante. Lo angustioso era mantener bajo secreto la inversión generacional y lo desnaturalizante en la distribución de lugares del Edipo. Sobre el desvalimiento por el ausentamiento materno, la invasión excitante del padre ahondaba la no-integración de su Self corporal.

Demanda institucional y diagnóstico:

El lugar del diagnóstico en el ámbito jurídico, no está destinado a una clarificación con fines terapéuticos ( aún cuando ello sea luego sugerido a y por los propios jueces de Menores o de Familia ) sino de clarificar los hechos tendientes a colaborar en cualificar el daño psíquico así como la existencia o no de incumplimiento de los deberes parentales y, tender a delimitar y/o colaborar en la cualificación de un delito.

Incluiré un material ilustrativo de la situación emocional de Florencia obtenido a partir de un recurso técnico especial, al que he acudido tan sólo en contadas ocasiones. Esta es una de ellas.

Claro que es sobre el final de la etapa diagnóstica, cuando ello resulta posible y/o necesario de acuerdo al ritmo de la tarea interdisciplinaria: me permito solicitar a las niñas que padecieron abuso, en un clima psico - dramatizado de complicidad activa ( en que puede incluirse o no a la madre) que se prepare, en un cuaderno, series de dibujos, relatos de sueños, fantasías. El cuaderno será sólo de la niña por un buen tiempo. Pero, si lo desea/n, me lo puede/n mostrar o compartir conmigo, o incluso que yo lo guarde.

Los cuadernos:

Al mes de finalizadas las entrevistas, Florencia vino con su madre, trayendo dos cuadernos: había decidido regalármelos.

En uno de ellos se ven dibujos de vivos colores, florecillas, mariposas, casas con chimeneas con humo, elementos acordes a su momento evolutivo puberal.

Ya certificada la situación abusiva, inferí que la ausencia de indicadores de trauma implicaba ya la puesta en marcha de férreos mecanismos de represión.

No aparecían datos indicativos de compromiso psíquico: pero un único aspecto llamó mi atención y era la ausencia de frutos en todos los árboles. En algunos de ellos, al final, aparece una zona que puede describirse como de repliegue, aislada del conjunto. Sobre este aspecto se advirtió al equipo psicológico tratante de la niña a los fines de prevenir sus futuros desajustes ( ¿ hacia una psicosomatosis?).

En el segundo cuaderno, que tiene el carácter de un diario, el texto escrito tiene buena grafía, acorde a su edad ( es buena alumna), también muy prolijo.

Como en el cuaderno con dibujos, aparece asímismo el repliegue; esta vez, al final de la página, su propia firma es dibujada con letras deformes. Están agrupadas en torno a un círculo, en un plano diferenciado.

Transcribo algunas líneas:

Cabe preguntarse sobre el significado de los trastornos perceptivos señalados en el cuaderno. La madre, con indolencia, los confirma, refiriendo que se percató sólo de su importancia a partir de la denuncia. No queda claro si eran francas alucinaciones o delusiones.

Fue a la edad de 6 años, período que la niña refiere que se iniciaron los contactos con el padre.

En la literatura sobre abuso sexual se describen cuadros psicóticos secundarios al trauma, con alucinaciones.

Pero también puede tratarse de una psicosis infantil, sobre la cual se operó, años más tarde, en la pubertad, el abuso del padre.

Desde la perspectiva del Derecho Penal, de tratarse de un abuso perpertrado en edad de 6 años se demarcaría un delito de mayor gravedad aún.

De lo que no queda lugar para la duda es que en cualquier circunstancia ha habido en el caso que presento una falta atroz de la función tutelar. En ello no estuvo ajena la ausencia de la mirada de la madre..

Discusión :

En el plano diagnóstico, cabe plantearse el tipo de tarea de los profesionales de salud mental en los centros de atención a las víctimas y/o de los juzgados.

Una línea es, amén de diagnóstica, orientativa, dirigida a considerar el modo eficaz del futuro tratamiento. Otra es cuando se trata de cumplir con fines periciales.

En ambos casos, se debe dejar constancia de la tarea encomendada.

En el informe pericial, en el caso de Florencia de ella misma y de su progenitor, se hizo necesario evaluar:

El daño psíquico de la niña, su estado madurativo, los mecanismos defensivos y adaptativos, su pronóstico vital, recomendándose psicoterapia personal individual de ella y su madre, así como vincular periódica de ambas.

Del padre ( que finalmente fue juzgado penalmente culpable) se requirió el sopesamiento de los niveles de conciencia, capacidad judicativa, volición, en el contexto del hecho abusivo. Los niveles de análisis pertenences al campo de la Psicología y de la Psiquiatría aún cuando puedan ser articulados con los determinantes del inconsciente.

Como toda tarea interdisciplinar, en tareas como las que se presenta en este artículo, hay zonas de intersección discursiva que enriquecen el campo y refuerzan las respectivas hipótesis. También zonas de penumbra en que la dificultad en la verificación objetivable del área jurídica ( el lugar de las pruebas, los testimonios), no siempre se subsana aún con el más fino diagnóstico psiquiátrico-psicológico-psicoanalítico.

La Justicia es metaforizada ciega en la necesidad de mantenerse fiel y en equilibrio con las partes, en sus respectivos derechos. Pero en su campo empírico va en búsqueda de pruebas, reales, verificables, tangibles. Su verdad no es hermenéutica sino tendiente a asegurar el cumplimiento de la norma, o su instalación.

El estudio psicológico gira en torno a las entrevistas y a la realización de técnicas (de evaluación de maduración psicomotriz, de personalidad, de inteligencia). La semiología psiquiátrica se basa en datos referenciales y/o inferenciales y/o objetivables, oscurecidos por las dificultades derivadas del subjetivismo, la ideologización o los diversos marcos conceptuales. Sin dejar de considerar los obstáculos derivados del entorpecimiento del sujeto en estudio: en el campo de la Justicia, la falsedad discursiva constituye el recurso cuasi-universal para obtener la libertad y eludir o mitigar la pena.

Las técnicas proyectivas, el análisis del discurso ( verbal o escrito), el rastreo de recuerdos, sueños y material asociativo espontáneo son valiosas pistas en la captación del interjuego de las mociones desiderativas y la destructividad, elementos éstos centrales en su relación con la norma. Pero ¿desde qué lugar puede aseverarse que el material latente se corresponde con una acto concreto, en determinada situación?.

Hay un punto en que los discursos :

convergen.

Winnicott ubica al antisocial como necesitado de la barrera institucional correctora, tendiente a instituirlo en el marco de ley faltante en su desarrollo evolutivo.

El reconocimiento de su patrón ambiental decepcionante, la triangulación fallida explica pero no justifica su actitud destructiva.

La falla materna, la ausencia de su mirada organizante, es el sustrato de la indefensión, la vulnerabilidad de la cría.

Winnnicott describe fenómenos alucinatorios en la infancia que no necesariamente resultan indicativos de enfermedad. Pero, no puede dejar de considerarse, en el orden de la patología de la ilusionalidad, que los efectos desorganizantes en el niño, del desamparo parental conducen, en condiciones extremas, a alteraciones perceptivas persistentes , con escotomización, alucinaciones, delusiones, con carácter francamente aterrador y persecutorio.

De alguna manera, en el caso presentado, hay elementos para aseverar fehacientemente una desnaturalización de las funciones tutelares de la pareja parental, distorsionada en una unión mortífera.

Consideraciones finales:

Las iniciativas de accionar en niveles interdisciplinario fueron alimentándose en nuestro medio ante las dificultades en el campo empírico. Previo a ello, puntos oscuros desde las propias teorías explicativas y los obstáculos insalvables en la praxis conducían a callejones sin salida que se presentaban insalvables.

Hoy en día, con enfoques interdisciplinarios, se enriquece la labor conjunta desde el entrecruzamiento de las diversas perspectivas, en que surgen niveles de correspondencia, de validación recíproca o aún el develamiento de nuevos enigmas.

Hay luego la necesidad de tiempo ¨a posteriori¨ de repliegue y de reflexión en la disciplina propia ( en nuestro caso el Psicoanálisis) a los efectos de re-pensar los propios postulados teóricos y evaluar con espíritu crítico la operatoria técnica. Al crecimiento expansivo del nivel interdisciplinar, con sus riesgos de desborde, es saludable el movimiento pendular centrípeto, afirmativo de la especificidad de la propia teoría.

Si el crecimiento ( u.supra) de la propia ciencia es ¨en la fronteras¨, los estudios profundos aplicados ya no sólo a la técnica, sino a la clínica y a la teoría deben, necesariamente darse en el ¨centro¨.

La interdisciplina habría venido en nuestra ayuda, cumpliendo funciones:
Epistemológicas, en tanto da acceso al diseño de nuevas perspectivas que promueven nuevos desarrollos teóricos, permitiendo captar el sentido que adoptan los cambios.

Sociales, porque aporta el sustrato teórico para la resolución de problemas complejos en que se articulan sociedad, cultura y tecnología.

Bibliografia:

Freud S.:

Valgiusti F. ¨El proceso interdisciplinario en las instituciones¨. Curso de Consejero en Minoridad del Colegio de Abogados de San Isidro.

Winnicott D. :

Se agradece al equipo de profesionales del Juzgado de Menores así como a los familiares y a la propia Florencia, la posibilidad de presentar el material de éste trabajo.

Volver al sumario de Fort-Da 4

Volver a la página principal PsicoMundo - La red psi en internet