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Número 5 - Junio 2002
Entrevista preliminar
Etica y posición del analista
Paula Levisman

El descubrimiento del psicoanálisis fue
un golpe de suerte.

Sigmund Freud (1)

Según la lengua española, preliminar es lo que precede y prepara, según la lengua francesa, que prepara un acto o un acontecimiento importante, comienzo, preludio, introducción, preámbulo.

A modo de introducción entonces, voy a tomar un cuento, para trabajar en este tema, cuento que tiene connotaciones asombrosas porque éste cuento le precedió a Freud y forma parte de sus recuerdos infantiles.

El cuento es de Grimm y su titulo en Alemán es "HANS IM GLUCK".

Podría traducirse como Juan el que tuvo suerte o Juan el feliz, sería apropiado traducir el sentido de golpe de suerte o de un poco de suerte, que connota la lengua inglesa y francesa en la traducción del texto.

Juan ha terminado sus estudios en la escuela, sus años de aprendizaje y su maestra a modo de premio o reconocimiento, lo envía a su casa, lugar alejado, con una barra de oro. Juan comienza el camino y a medida que avanza arrastrando sus pies bajo el sol, la barra, el oro comienza a pesarle cada vez mas y la fatiga y el cansancio se hacen sentir.

En ese momento ve a un hombre a caballo y decide cambiar su barra de oro por un caballo y su montura, continua su camino pero el caballo se resiste a avanzar y lo desmonta. Un hombre que pasa delante de él llevaba un cerdo, mientras el se encontraba tirado al borde de la ruta, Juan piensa que una buena porción de carne vale mas que un caballo en esas condiciones y realiza este cambio, pero es ahora el cerdo quien se rebela, mostrándose poco colaborador y lo cambia esta vez por un ganso...... y así continua el viaje de cambio en cambio cada vez menos ventajosos para el, hasta que se queda con dos piedras que las pierde accidentalmente en un pozo. Ahora el corre alegremente a su casa sintiéndose feliz.

Se me ocurrió pensar que este simple relato es metafórico de todo un camino. El de Juan por un lado (protagonista del cuento) y el de otro camino que yo llamaría el de un análisis, y que voy a detenerme en el comienzo.

Alguien que pide una entrevista a un analista en algún sentido está como Juan, es decir lleva una barra que le pesa mas que su cabeza, pero es una barra de oro, quiero decir, está el sufrimiento, el cansancio y también el oro, el goce, y el valor que eso tendrá para cada sujeto. Tenemos que vérnosla desde el comienzo con estas dimensiones: la de la queja y la del goce y para esto al sujeto le pedimos que comience a hablar, que nos cuente su cuento. Ya desde el comienzo aparece una demanda, a modo de socorro de apaciguamiento del sufrimiento, de súplica.

Que nos pide ese otro ¿Qué espera de la vida?, ¿que pretende alcanzar de ella? "Es difícil equivocar aquí la respuesta: aspiran a la felicidad, quieren llegar a ser felices, no quieren dejar de serlo"... nos alerta Freud en "El malestar en la cultura" ese otro, nos pide felicidad. El cuento nos ayuda metafóricamente en este punto porque GLUCK tiene dos acepciones en alemán: una se refiere a fortuna, suerte, eventualidad, manera favorable o desfavorable en que un acontecimiento se produce, ocasión, la otra: estado de conciencia, plenamente favorable, felicidad, placer, éxtasis, goce. O sea que en la misma palabra están condensadas las dos Líneas que deberán desplegarse en las entrevistas la suerte en el sentido del hallazgo del se produce, lo azaroso, de la eventualidad, o sea de la repetición, y el goce como posible, como bien, como felicidad podríamos decir.

Freud nos dice que si bien la felicidad debe ser propuesta como término de toda búsqueda, por ética que ella sea, lo decisivo, es que para ésa felicidad no hay nada que este preparado.

"Así nuestras facultades de felicidad están ya limitadas en principio por nuestra propia constitución"(2)

Se refiere que en el sentido mas estricto lo que se llama felicidad, surge de la satisfacción, casi siempre instantánea, de necesidades acumuladas que han alcanzado elevada tensión y solo puede darse como fenómeno episódico. "Toda persistencia de una situación anhelada del principio del placer, solo proporciona un tibio bienestar, pues nuestra disposición no nos permite, gozar intensamente sino del contraste. Freud nos advierte que hay mas posibilidades de sufrimiento que de placer, entonces el hombre suele sentirse feliz por haber por haber escapado a la desgracia.

Empieza a quedar claramente situado que el psicoanálisis en todo caso se ocupa de preguntarse porque al hombre le resulta tan difícil ser feliz, Freud encuentre tres motivos: la supremacía de la Naturaleza, el cuerpo, y las relaciones con los otros.

Lacan también nos dice que el psicoanálisis no es un idealismo y que mas que ninguna otra praxis está orientada hacia el hueso de lo real.

En otros términos, que lo que característico del placer se encuentre ubicado del lado de la ficción, de lo engañoso..."Te incluyo en esta mi definición de felicidad escribe, Freud a Fliess" la felicidad es el cumplimiento diferido de un deseo prehistórico, he aquí porqué la riqueza nos hace tan poco felices: el dinero nunca fue un deseo de la infancia"(4) esto nos da una pista de porque Juan que es un niño puede tan libremente cambiar su oro, su dinero, por otras cosas.

Entonces, es a través del discurso de alguien que nos toparemos con esto, con la repetición y la repetición como azar, como algo que se produce, como algo que puede ser fallido, porque es esencialmente el encuentro fallido, donde no falla el objeto sino el encuentro, porque el psicoanálisis sin ser una antropología ni una cosmología, no es un mundo de cosas, ni un mundo de ser, es ante todo un mundo del deseo y allí se desarrolla nuestra experiencia, en la relación a esa falta, que hablando con propiedad es la falta de ser, no es la falta de esto o de aquello. ¿No es acaso éste movimiento de un objeto a otro que nos señala el cuento y ninguno de ellos lo que nos permite pensar y situarnos cuando hablamos de deseo? por que el deseo, es deseo de nada nombrable, no es algo que esta allí, dado, listo, el deseo no es mas que la metonimia del discurso de la demanda, es el cambio como tal, la relación metonimica de un significante con otro, que llamamos deseo, no es el nuevo objeto ni el anterior, es el cambio de objeto en si mismo.

Freud le dice en una carta a Fliess:

"Nuestro logro o triunfo terapéutico, es un cambio como en la historia de Hans im gluck" Nos habla del movimiento de sustitución, porque la suerte, buena o mala fortuna no provienen de los objetos inanimados sino de un ser capaz de elección, de un sujeto que respecto de ese encuentro esta dividido y no lo sabe.

Entonces, ¿qué puede esperar el sujeto a la entrada cuando este gluck con el que venia comienza a perder consistencia? Algo tiene que esperar, ser paciente tiene ambos sentidos, pero si espera, espera también algo de nosotros, como nosotros esperamos su discurso, sus sueños, su transferencia, sus fallidos. En este punto ya nos introducimos en la cuestión de la ética y posición del analista.

La posición analítica es compleja y paradojal, haciéndose difícil captar aquello de lo que se trata, porque es una práctica basada en el amor donde ese encanto es a la vez su inconveniente y el análisis a su vez romperá ese encanto.

Por eso es importante destacar que no existe ningún ideal del que el psicoanálisis pueda prevalerse así como tampoco, existe una formación profesional, en le sentido de la aplicación de un saber estandarizado, sólo la confrontación constante con la particularidad y la condición de poder olvidar lo que se sabe arman una ética.

Y si bien, tendremos la prudencia de no prometer la felicidad, desde el momento que tomamos la demanda hay una promesa en juego, promesa implícita. Porque somos nosotros quien recibe al que nos suplica, al que nos demanda no sufrir, y somos nosotros quien debe responder, incluso sin comprender, y aun sabiendo que aquello que nos piden no solo no lo tenemos sino que sabemos que como tal, no existe. Este movimiento entre una promesa y el deseo advertido, analizado del analista, este movimiento entre que sabemos que no existe, pero no por eso no hay ninguna promesa en juego, me parece un punto fundamental en la conducción de las entrevistas preliminares. Lacán dirá que debido a la insuficiencia de criterios en la formación de los analista estos son sustituidos por algo que pertenece al orden de la ceremonia porque no hay ningún mas allá sustancial al cual pueda remitirse por lo cual se sienta autorizado a ejercer su función. Pero dice "El valor de lo que se obtiene es sin embargo, inestimable la confianza de un sujeto como tal, junto con los resultados de ella entraña por la via de cierta técnica",(6) ¿pero ésta confianza en torno a qué gira? el psicoanalista debe conocer según su propia experiencia en torno a que gira ese movimiento, debe serle transmitido y en una experiencia, este punto axial lo denomina deseo del analista. Por eso es difícil el ambiente del análisis e irreproducible, porque es necesario que para que el asunto marche, el discurso del paciente y su fantasma choquen con un deseo, (deseo del analista) que esté mas allá de la benevolencia, de la solidaridad, de los bienes compartidos y al chocar con este deseo aparecerá un vacío que pueda confrontarlo a ése que habla con su propio deseo .

Ahora bien, que el deseo existe no es otra cosa que constatarlo una y otra vez. Uno por uno en un acto específico, con la irreductible singularidad que hace del discurso algo equívoco en el sentido que no responde a qué hacer o cómo actuar. Lo intransmisible es el acto, Lacan decía que el acto era aquello que lo salvaba de la enseñanza, el deseo del analista tiene por función hacer acto.

El acto introducido por el deseo del analista como función, es aquello que posibilita a ese otro que nos demanda una oportunidad de pensar, es por esto que el acto introduce algo particular, contrario a cualquier colectividad o goce compartido(7).

En su función el analista también está tomado en ésto, de allí que su presencia sea activa y actuante en función de su deseo y particular de cada uno. El analista también paga y debe pagar para ejercer su función; paga con palabras, con su persona, con ofrecerse como objeto en la transferencia, y luego dejando que ésta caiga(8). En este sentido el analista no está solo ahí con el que ha asumido cierto compromiso. En "Análisis terminable e interminable" Freud nos advierte que la ambición de un paciente gira en torno a que podría ser el falo y que por no serlo podría tenerlo. Lacan dirá que esto mismo conviene recordar cuando alguien nos demanda felicidad.

La cuestión del bien es ancestral para el hombre y también se presenta para nosotros desde el comienzo. ¿qué bien perseguimos exactamente en relación a un paciente? Tenemos que saber a cada instante cuál es nuestra relación con el deseo de hacer el bien porque toda suerte de bienes se presentan como tentadores al sujeto. El analista debe saber que ésta cuestión del bien es algo cerrado, pero al colocar el deseo en el lugar central de la ética se realiza un cambio de la relación del sujeto al bien y una posición crítica.

En este sentido puede decirse que el análisis es un juicio, ya no habrá actos inocentes. Los actos y sus consecuencias harán a alguien culpable o responsable.

Para terminar me parece que el cuento de Grimm sirve para diferenciar el bien en el sentido moral y la ética del psicoanálisis. Nos ilustra que los bienes pueden encontrarse en el camino de cada sujeto solamente extrayendo los falsos bienes, es decir, agotando la vanidad de sus dones y también de sus demandas.

"El encanto del cuento de Grimm, es que gracias a cada uno de sus cambios absurdos, que lo dejan cada vez mas pobre Juan obtiene la felicidad, como un insensible o como un niño, el invierte las convenciones establecidas y transforma en algo irrisorio los supuestos placeres de la propiedad. El oro era una carga, el caballo un obstáculo, solo sus deseos inmediatos y el camino que lo reconducía lo hacían a Juan afortunado"(9).

Paula Levisman, Noviembre 2001

Citas:

Emisión de la BBC de Londres 7 de diciembre de 1938. "Chronique la plus bréve" 1992.

Sigmund Freud "El malestar en cultura" 1930 pag. 3025

Jacques Lacan "Seminario Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis".

Carta de Freud a Fliess 16-1-1898 "Chronique la plus bréve" 1992, Freud Museum Publications, Londres pag.24

Jacques Lacan "Seminario el yo en la teoría de Freud y en la técnica psicoanalítica. Pag.354

Jacques Lacan "Seminario Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis" cap.18

Jacques Lacan "Seminario La lógica del fantasma" clase del 10 de mayo de 1967.

Robert Levy "Un deseo contrariado" ed.Kliné

Michael Molnar "Chronique la plus bréve" 1992.

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