EL Poeta
"Y los que leen lo que escribo,
del dolor leído sienten,
no los dolores que él tuvo,
sino el que ellos no tienen"
Fernando Pessoa"Yo no busco, encuentro" , frase con la que Picasso se definía en el artificio mismo de su arte. Artificio que, en tanto saber hacer, muestra como valor notable aquello que se impone en el síntoma, pero burlado: la verdad.
El discurso del psicoanálisis en su búsqueda y en la experiencia de una práctica que podemos llamar "de la dificultad" , toma del encuentro con otros discursos, los elementos que permiten acercarse desde la cotidianeidad del lenguaje al resorte espacial entre la lectura , la escritura y el psicoanálisis. Es en la trama de las palabras, en los diversos y singulares desciframientos que el enigma de lo real provoca, donde cada sujeto se encuentra con su suerte (no sin dolor, no sin fracasos).
La trama de las palabras, la suspensión del sentido en la interpretación, el enigma.....nos permiten apreciar la relación que el psicoanálisis mantiene con la literatura, a través de ese género tan particular que es la poesía. Espacio de encrucijada que puede brindarnos algo nuevo: un saber que no se sabe. Lo que sigue es fruto del encuentro, también de la búsqueda.
De ninguna manera se trata de aplicar el psicoanálisis al arte, sería un reduccinismo; sin embargo sí se puede practicar una zona de intercambio, de comunicación (por eso el encuentro), respecto de algunos términos, a fin de ubicarlos en el banquillo, y que la discusión represente la posibilidad de sacudir con otros una idea, sin detenerse en el lustre del narcisismo de las pequeñas diferencias.
- Expulsión.
- Desamparo.
- Ironía.
- Exceso. Pasión.
- Poesía.
Jacobo Fijman. ¿ Ruptura o transgresión?
No estoy de acuerdo con categorizar un discurso literario como psicótico en términos de alguna evaluación o apreciación casi moral. Lo que ocurre es que los elementos de los discursos instituidos acaban por tomar un valor peyorativo y se utiliza la categorización y no lo constitutivo, por eso estoy en contra de cualquier discurso que se aplique al arte de esta manera. Con esto quiero decir que es arriesgado confundir literatura con psicosis. Más allá de cada caso en particular, hay que ver cómo se sanciona por el mercado de lectura, qué es literatura y qué no..
Hay algo que no podemos desconocer: algunos de los escritores considerados psicóticos (¿ ?), han tenido una administración acertada de lo que hicieron y han sido conscientes de ello. Los planes y la concordancia para cada escritura, tienen que ver con un orden simbólico, con una función que hace a la estética que comportan. Entonces......¿ porqué designar, calificar o adjetivar con significantes que están fuera de contexto?. Se trata de ser cuidadosos y no caer en prejuicios.
La poesía de Jacobo Fijman plantea un discurso que aparece como ruptura y esa es la sigularidad del objeto a descubrir, es decir, no es necesaria la transgresión, sino simplemente establecer un diálogo entre el autor, el texto y la palabra, a fin de encontrar lo nuevo en un CORTE con aquello que cae del discurso dominante de la época (discurso médico, imperativo social, poder político, hipocresía). CORTE que redistribuye el campo de la literatura y hace de la escritura una herramienta para soportar lo insoportable, a fin de hacerse un nombre, que permita, por la función misma de lo escrito, un posible lazo con otros. Una propiedad más propia que el nombre propio.
Esta ruptura no pretende ir más allá o plantear una deriva moral, sino que se aloja en la puerta abierta de una necesidad.
"NI DEMASIADO TEMPRANO, NI DEMASIADO TARDE" , formulaba Freud, con respecto a la síncopa de la interpretación. No es el apresuramiento ni el refugio en el amparo del eterno retorno, sino "dar justo en el tiempo". Anticiparse a lo ya producido para que algo asome a la existencia. En este caso, una obra crítica que, como tal, pretenda tener intervención en el campo donde trabaja, a través de una diferencia.
Jacobo Fijman, personificando a Samuel Tesler en el libro de Leopoldo Marechal "Adán Buenosayres"replica: "lo que no puedo entender es como nuestro gran Macedonio, viviendo en Buenos Aires, haya podido llegar a esta sorprendente conclusión metafísica: "el mundo es un almismo ayoico". ¡Dios le perdone los neologismos! . Yo, en las mismas circunstancias, habría llegado a otra muy diferente. A la que sigue, redonda, musical y significativa: "el mundo es un yoismo al pedo"
Como diría Mallarmé: "el acto poético no es ni más ni menos que la suspención del yo"
Silvia Fratini
Bibliografía
S.Freud. Obras Completas. Editorial Nueva Visión. Traducción: L. Ballesteros.
Revista de Psicoanálisis "Conjetural".
"Adán Buenosayres" L.Marechal. Ed. Sudamericana 1.948