Los miembros de Fort-Da hemos decidido abrir un espacio dentro de nuestra revista, en la que se expongan trabajos que tengan que ver con lo que nos rodea a todos los individuos que vivimos en una sociedad. Hemos tratado así de darle relevancia, a ciertos fenómenos que están ocurriendo en distintos países, especialmente los latinoamericanos, (aunque esto no sea excluyente) que se podrían reunir dentro de lo que llamamos "La Cuestión Social".
Desde ya varios años, en nuestro medio psicoanalítico, se han escuchado voces respecto de la incidencia de la cuestión social, en la aparición de diversa "sintomatología", y de ciertas formas de sufrimiento que anteriormente no estaban presentes. Algunos hemos bregado por un psicoanálisis aggiornado si se me permite el término, que de cuenta de las situaciones que se van presentando. Tanto la feroz crisis económica que se vive en Argentina, como la incidencia de esta en otros países, como Uruguay, o la pobreza estructural en otros países latinoamericanos, han dado lugar a una forma nueva de manifestar el dolor psíquico por parte de muchos, especialmente niños, quienes seguro, son más víctimas que nadie. La falta de trabajo, y las consecuencias que en las familias tiene, suele ser prácticamente devastador, especialmente si no se observa ninguna claridad en el horizonte cercano.
En algunos de nuestros países, se observan fenómenos de violencia generalizada, promovidos por cuestiones diferentes. No es lo mismo la violencia que en Colombia está ligada a los secuestros extorsivos, derivados del tráfico de droga, que los secuestros extorsivos que se viven en Argentina, producto de una nueva manera de hacer dinero en forma "express", es decir rápida. Hay otro tipo de violencia que es quizá la más sutil, y que tiene que ver con las exclusiones de gran cantidad de personas de lo que se suele llamar "el sistema". Millones de personas están viendo, probablemente por televisión, lo que otros están consumiendo, es decir, ven como otros sí están en el bendito sistema. El resultado es una brutal desigualdad en nuestras sociedades. Existe otro tipo de presión social, derivado de las condiciones de trabajo de aquellos que sí lo tienen. Y en esta categoría entran casi todos los asalariados e independientes, incluidos los profesionales. Se ha generado dentro de los grandes conglomerados económicos, nuevas reglas, nuevas leyes, muchas de ellas no escritas, que tiene que ver con el máximo rendimiento económico-financiero, aún a costa de la salud física y psíquica de las personas. De aquí derivan una enorme cantidad de trastornos en el cuerpo que han aumentado en forma verdaderamente alarmante.
El trabajo de nuestra colega del Uruguay, Carla Mazzioti, habla de las "leyes" o reglas imperantes en conglomerados pobres, y cómo el término "exclusión" cobra diversos sentidos. Lo relaciona con estereotipos culturales de género, dándole así un sentido más abarcativo. Es interesante cómo juegan los conceptos de "pertenencia y exclusión" y cómo derivan las nuevas estrategias de relación. También incluye ideas sobre el cómo intervenir.
En el trabajo "La Familia en tiempos de la Ciencia y el Capitalismo", los autores Genaro Riera y César Medina, (Paraguay) plantean la incidencia de lo que llaman tecnociencia y el capitalismo y cómo incide en la subjetivación. A partir de los avances en la ciencia en la procreación, los autores plantean la legitimización de los lazos de filiación simbólicos. Critican a la ciencia desafectivizada, que no se interesa por las pasiones.
En el trabajo "A Exclusao de la Infancia", Ana M. Goelzer Meira, de Brasil, plantea al juego como herramienta de expresión en la infancia y las pautas culturales y su incidencia en el mismo, sobre todo teniendo el "culto al objeto" que se observa en nuestras sociedades. Observa la autora cierta fractura en el jugar, obstaculizándose así el devenir de la subjetivización. De aquí deriva la autora el nombre de su trabajo. Nos llama la atención sobre cuestiones tan relevantes como cierta pedagogización del juego, en haras de obtener conocimientos en la escuela, dejando así ciertos sentidos del jugar, quizá el más importante, que es el sentido que el propio niño le da a su juego. Revela la autora lo que sucede con los niños afectados de patologías graves como psicosis y autismo, y al no conformar o "encajar" en la expectativa social, quedan automáticamente excluidos, agravándose aún más el padecer. Hay un capítulo aparte con los llamados "Niños de la Guerra", en quienes recaen responsabilidades que superan largamente sus posibilidades, poniendo en riesgo no solo sus vidas, sino, lo que queda de ellos al terminar la guerra. Si es que termina. Llama la atención la autora sobre los efectos devastadores del terrorismo, no solo para la integridad de las personas, sino de los sobrevivientes, en particular los niños.
La colega Mercedes Minnicelli aborda un interesante tema relacionado a los rituales funerarios y la inscripción simbólica, al decir de la colega: "un material que expone circuitos de in-significación legitimados y vehiculizados por el sistema jurídico institucional de protección a la infancia". Se trata de una experiencia muy fuerte en torno a la muerte de un bebe y de lo que esto significó para la institución.
Los invito a lectura de estos materiales que tanto tienen que ver con nuestros tiempos actuales.
Lic. Andrés Nelken